El puente de la vía del ferrocarril en el barrio de La Candelaria acusa desde hace tiempo el abandono. Los vecinos denuncian la acumulación de basuras en pleno centro urbano y exigen una limpieza, sin que hasta el momento hayan visto satisfechas sus reclamaciones. «El Ayuntamiento y Renfe se pasan la pelota», asegura la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Candelaria, Pilar Sánchez. Mientras tanto, continúa el amontonamiento de desperdicios de todo tipo. A las puertas del túnel por donde antes pasaba el tren, cegado hace años, se encuentran desde colchones hasta bolsas de plástico, botellas, latas, excrementos de perro, o comida para gatos.

«En el Ayuntamiento dicen que esa zona la tiene que acondicionar Renfe, pero qué va a hacer Renfe ahí, si ya no pasan trenes», sostiene Sánchez. Y cuando los vecinos, a título particular, se han puesto en contacto con la empresa estatal para reclamar la limpieza «dicen que eso se lo solicitemos al Ayuntamiento». Como reza el dicho popular, entre unos y otros, la casa sin barrer. Literalmente. La basura y los hierbajos campan a sus anchas sobre la vieja vía del tren. «Esto lleva así muchos años, yo vivo en esta zona desde hace ocho y siempre lo he conocido así», señala la vecina Carmen Fernández. El deterioro se ha hecho más acusado en el último bienio.

El césped que había antes en las laderas de la vía ha dejado paso a un improvisado aparcamiento de coches, después de que la zona se utilizase durante un tiempo para ubicar una grúa de construcción. Los bordillos desaparecieron para permitir la entrada de camiones y ahora, finalizada aquella obra, queda un montículo de tierra que aprovechan los conductores en busca de un hueco para estacionar sus vehículos, con las consiguientes protestas vecinales.

La zona está «machacada». Para el colectivo vecinal resulta «vergonzoso» encontrarse «con ese vertedero en el centro de Zamora». «No es plato de gusto abrir la ventana y contemplar ese basurero». También hay críticas por la abundancia de mosquitos en verano, que achacan al estado en que se encuentra el entorno.

«Lo único que conservan es una esquina», apunta una vecina en alusión al cuidado del personal municipal en una pequeña área verde entre las calles Candelaria Ruíz del Arbol y Bajada de los Tres Arboles. Pero en el entorno de la vía del ferrocarril, «ni limpian ni recogen». Tampoco se observa mucha limpieza en la calle Bajada de los Tres Arboles, donde los vecinos se quejan, además, de la falta de iluminación. Sólo hay dos farolas el final de la cuesta, ninguna a la altura de la zona en la que se acumulan más desperdicios. Hace años, antes de que se cerrara el túnel, había quejas por la afluencia de personas que frecuentaban los bajos del puente para drogarse. Ya no hay quejas en ese sentido. Ahora hay muchos gatos, «supongo que por la suciedad», añade una vecina.

La Candelaria reclama la limpieza del entorno del puente de la vía y un control para evitar el aparcamiento indiscriminado de coches. El estado en que se encuentra esa pare de la ciudad resulta «escandaloso».