Mucho ambiente en las calles, sana diversión general y también algunos incidentes conforman en balance de la primera noche del año en Zamora, marcada sobre todo por el insistente ruido de petardos y cohetes que acabaron con la paciencia de multitud de ciudadanos.

Los sucesos más graves se produjeron en la mañana de ayer en dos peleas ocurridas en la Amargura y La Farola, en las que intervino el Cuerpo Nacional de Policía en colaboración con la Policía Local. En la primera de ellas, el servicio de emergencias 112 recibió a las 7.49 horas un aviso de una pelea en la que participaban entre cinco y seis personas en la discoteca Buda, de la calle La Amargura. La ambulancia de soporte vital básico evacuó a Urgencias del hospital a dos mujeres de 27 y 23 años (cuyas iniciales corresponden a L.P.G. y S.S.T.) y un varón de 29 años (R.P.G.), que tuvieron que ser atendidos por los médicos. De la pelea de La Farola no se tiene constancia de la existencia de heridos.

La Policía Local había establecido un dispositivo de presencia física en las inmediaciones de discotecas y establecimientos similares con el fin precisamente de evitar este tipo de peleas y salvo los dos incidentes puntuales reseñados no parece que se produjeran mayores problemas en la ciudad.

Los agentes de la Policía Municipal colaboraron además en la atención de distintos incidentes de tipo sanitario en la vía pública, para trasladar a los heridos a los centros sanitarios y recibieron, sobre todo, gran cantidad de llamadas de queja por la explosión de petardos y artefactos pirotécnicos que no dejaron pegar ojo a más de uno. El concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier González teme que el lanzamiento de petardos y cohetes vaya cogiendo fuerza en ciudades como Zamora, sin demasiada tradición en este sentido, ya que han sido muchas y constantes las detonaciones registradas en todos los puntos de la ciudad. González explica que los agentes de la Policía Local visitaron en los días previos a las fiestas navideñas distintos establecimientos de la capital donde se pueden vender este tipo de artefactos, y a pesar de esta labor preventiva muchas personas tenían en su poder petardos y cohetes, que arrojaron sin consideración, perjudicando a quienes intentaban descansar. Algunas lagunas legales pueden favorecer esta proliferación de petardos y cohetes que se trató de corregir con la presencia policial en las zonas donde se detectaba exceso de ruido, con el fin de disuadir a los gamberros de tales prácticas.

Habrá que estudiar bien el asunto, no obstante, para intentar evitar en lo posible los desmedidos perjuicios que los petardos causan a los ciudadanos y que se reflejan en los partes de los agentes policiales: «Se atienden numerosas llamadas por infracciones a la ordenanza de ruidos»; «se atienden multitud de llamadas sobre ruidos».

Durante la Nochevieja se produjeron también otras incidencias, como un falso aviso a los bomberos sobre el presunto incendio de un contenedor, algunos de estos artilugios volcados y también alguna papelera deteriorada por la acción de los vándalos. También se registraron algunos accidentes de tráfico en zonas como la Cuesta de la Morana, Puente de Hierro, calle Salamanca y Carlos Pinilla, aunque en ninguno de ellos hubo que lamentar heridos y se saldaron con daños materiales de los automóviles implicados.

Por otra parte, los Bomberos acudieron a Peña Trevinca para resolver un problema de inundación de un piso.

Detenido un conductor con más alcohol del permitido, que provocó un choque

En noches de fiesta multitudinaria como es la de Nochevieja, el alcohol aparece como uno de los ingredientes consustanciales a la diversión y, mal controlado, puede tener consecuencias trágicas. El concejal de Seguridad Ciudadana dio cuenta de un accidente de tráfico ocurrido en el semáforo de Olivares, cuando un automóvil colisionó por alcance con otros dos. Sólo se produjeron daños materiales, pero cuando el conductor fue sometido a la prueba de alcoholemia por parte de la Policía Local arrojó una tasa del 0,8, considerada delito, por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial, tras pasar por los calabozos de la Comisaría. Otro conductor fue también sorprendido en un control rutinario en ciudad por circular con exceso de alcohol. El concejal Francisco Javier González tiene la impresión, sin embargo, de que los ciudadanos cada vez se están concienciando más de la importancia de conducir sobrios, y se impone la práctica de reservar a una de las personas del grupo sin consumir bebidas alcohólicas con el fin de que pueda manejar el volante del automóvil. De hecho, sólo las dos personas mencionadas dieron positivo al volante en los distintos controles efectuados por la ciudad para prevenir el consumo de alcohol por parte de los conductores.

El concejal del área y la alcaldesa, Rosa Valdeón, visitaron durante la Nochevieja el cuartel de la Policía Municipal y las dependencias de los Bomberos para acompañar durante unos minutos a los profesionales que se encontraban de guardia en una fecha tan señalada. El balance en general es positivo, ya que se vivió la fiesta en la calle con animación y los incidentes fueron escasos.