La construcción de una entrada en el Camino de Las Llamas para acceder a los antiguos terrenos de Renfe, donde se ubicará el mercadillo en un futuro próximo, costará entre 30.000 y 40.000 euros, diez veces más de los primeros cálculos valorados por la institución municipal. La cuantía económica deberá de ser asumida por la propia asociación de vendedores ambulantes después de que el concejal de Comercio, Santiago Rosino, haya contactado con varias empresas para concertar el presupuesto más asequible. No obstante, el montante supone «mucho más de lo que nuestro sector se puede permitir», explica Carlos Jiménez, portavoz del colectivo y uno de los representantes que asistió el pasado viernes a la reunión con el edil responsable del área.

Ante la incapacidad económica de la asociación de ambulantes para asumir este gasto, los vendedores del mercadillo han pedido al Ayuntamiento que solicite un encuentro antes de fin de año con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, de cara a «negociar con él una posible cofinanciación de este gasto o, al menos, una solución a nuestro problema», explica Jiménez.

El portavoz de los ambulantes califica los casi 40.000 euros que cuesta el acceso como «una auténtica barbaridad que el Ayuntamiento quiere echar sobre nuestras costillas porque dicen que no tienen dinero», argumenta después de conocer con sorpresa la cuantía exacta de las obras. La cifra dista en demasía de los 4.000 euros iniciales que se preveía que costara la adecuación, una cantidad que «entre los 300 puestos hubiéramos podido pagar aportando un poco cada uno». Sin embargo, ante esta situación los afectados se ven abocados a «pedir ayuda institucional o, por el contrario, exigir al Ayuntamiento otra ubicación». No obstante, si hay algo que tienen claro es que en el aparcamiento del Ruta de la Plata donde en la actualidad siguen instalados cada martes «no aguantamos más», lamentan. A pesar de todo, mantienen que «seguiremos luchando por nuestros intereses porque está claro que si no nos movemos, nadie lo va a hacer por nosotros», apostilla Jiménez.

Los hechos se retrotraen a primeros de año, cuando se cumplía el plazo comprometido por el Ayuntamiento para el traslado provisional al Ruta de la Plata tras meses de pérdidas económicas. Después de sucesivas peticiones de cambio de ubicación, el equipo garantizó una prueba piloto de mercadillo dominical en Obispo Nieto que finalmente nunca se materializó, como tampoco tomaron forma otras zonas de la ciudad como Obispo Acuña, La Aldehuela o Príncipe de Asturias. El último compromiso municipal asegura el regreso a los terrenos junto a la estación de ferrocarril «antes de fin de año», situación que lejos de concretarse, parece peligrar tras los últimos acontecimientos.

Una nueva reunión con Renfe para requerir la entrada principal de las instalaciones

La dificultad de pago de los casi 40.000 euros que costará el acondicionamiento de la entrada al mercadillo y la negativa del Ayuntamiento a hacerse cargo de esta cantidad llevan a Santiago Rosino a emprender una nueva tanda de conversaciones con Renfe durante la próxima semana para «intentar que acceda a cederles la entrada habitual de años anteriores». Se trata del último cartucho que quemarán con el organismo de ferrocarriles dado «el coste tan alto de la construcción del acceso», reconoce Rosino.

Tras meses en busca de una solución al conflicto, la conclusión a la que han llegado los ambulantes es que «se están riendo de nosotros y el Ayuntamiento no para de prometernos cosas que no tiene». Aseguran que las pérdidas en la actual ubicación «van a más» con ganancias semanas que a veces «rozan los 50 euros». Aunque Jiménez es partidario de suspender la actividad porque «no da ganancias», comprende que «hay a quienes esos 50 euros les dan de comer varias jornadas», apunta.