El agricultor que agredió a un policía nacional en una manifestación de Coag ante la Delegación de la Junta cometió un delito de atentado contra la autoridad, según recoge el juez en la sentencia en la que le condena a catorce meses de prisión y a abonar una multa de 180 euros por las lesiones que causó al agente.

El procesado recurrirá la sentencia ante la Audiencia Provincial al considerar que existe «un contraste entre lo que el juez dice y lo que reflejan las imágenes. Esperamos que la Audiencia vea lo que nosotros vemos en el vídeo y no lo que ha visto el juez, que habla de previa agresión del agricultor al policía», declara el abogado de Coag, que reitera la inocencia de su defendido y mantiene que fue el policía quién inició la agresión. El letrado sostiene que el policía perdió su condición de autoridad cuando arremetió contra el socio de Coag una vez disuelto el cordón policial, porque en ese momento «ya no actúa para evitar perjuicios a la ciudadanía o a terceras personas». La actitud correcta del agente hubiera sido, según la defensa del condenado, Donmiro Rodríguez, identificar y detener a quién le había agredido.

Para el magistrado, que visionó un vídeo en el que se reproduce el momento del enfrentamiento entre ambos, Rodríguez, agredió por la espalda al policía con un puñetazo en la nuca que le provocó un esguince cervical.

Al parecer, en ese momento fue cuando el agente giró su brazo, en cuya mano portaba el "walkie", en respuesta a la agresión. El magistrado reconoce como lógica y proporcionada la reacción del policía, que impulsivamente habría reaccionado a la agresión del agricultor. Además, dos manifestantes se ocuparon de sujetar e inmovilizar al agente para evitar que el altercado fuera mayor. Situación que el agricultor aprovechó para golpear repetidas veces en el rostro al policía. Las heridas le apartaron de su trabajo durante 27 días, mientras que el socio de Coag tardó ocho en recuperarse.

El magistrado admite que el acusado intentó romper el cordón policial

El incidente ocurrido el 18 de febrero de 2005 está pendiente también de un juicio de faltas que el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Zamora tuvo que suspender el 27 de septiembre al no disponer de los medios suficientes para proyectar el vídeo. En esta visita se dilucidará si el policía nacional cometió una falta de lesiones contra el agricultor, al que golpeó con el "walkie" en el oido tras recibir un impacto en la nuca. El agente volvió a utilizar el aparato para reaccionar contra el agricultor cuando éste le propinó otros dos puñetazos en la cara.

En el fallo del Juzgado de lo Penal se apunta que el altercado comenzó porque el ahora condenado intentó romper el cordón policial que impedía a cientos de agricultores entrar en el vestíbulo de la Delegación de la Junta para celebrar una asamblea. El fiscal pidió un año de prisión y una indemnización 1.400 euros al agricultor por atentado contra la autoridad.

El origen y consecuencias del incidente

El 18 de febrero de 2005 la organización agraria Coag celebró una manifestación ante la Delegación de la Junta en protesta por el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrarias (Sigpac). Los manifestantes intentaron romper el cordón policial que les impedía acceder al vestíbulo del edificio público, donde pretendían desarrollar una asamblea. Se produjo un forcejeo entre agricultores y policías, situación en la que tiene lugar el altercado entre un manifestante y un agente, que resultan lesionados tras agredirse mutuamente. Los manifestantes lograron entrar en el vestíbulo y celebrar la reunión.

El socio de Coag tuvo que ser atendido en el momento tras recibir varios golpes con el "walkie" del policía que le mantuvieron de baja ocho días; el agente sufrió lesiones en el rostro y en el cuello que le impidieron trabajar durante 27 días.

El agricultor niega haber sido el autor del puñetazo que el policía recibió por la espalda en el cuello, detonante del incidente que protagonizaron ambos. El agente habría respondido girándose hacia atrás y dando con el brazo en cuya mano llevaba el "walkie"; y el agredido habría respondido propinándole varios golpes en la cara, cuando dos personas sujetaban al agente por los brazos. Esa es la versión del policía, mientras que el letrado del agricultor afirma que fue «una pelea entre ciudadanos» desde el momento en que el policía en lugar de detener a su agresor, le respondió golpeándole. Desde su punto de vista perdió su condición de autoridad pública.