El gasto beneficia a los distintos sectores de actividad económica de la ciudad, en especial, a los propietarios de pisos e inmobiliarias, que perciben el 33% del montante global, es decir, 3,8 millones. Mientras tanto, 2,2 millones van a parar a la hostelería y 1,8 a las tiendas de comercio minoristas de artículos de alimentación. Un millón más se suma a los establecimientos de productos no básicos y 1,2 a empresas de transporte interurbano. Las empresas de telecomunicaciones y las de ocio absorben 0,4 y 0,3 millones al año, respectivamente, beneficios similares a los que registran las librerías (0,6 millones) y los estancos (0,2).

El presupuesto medio mensual con el que viven los estudiantes universitarios en Zamora es de 203 euros que ascienden a 388 si residen fuera de sus casas, una cantidad un 15% inferior al de los alumnos de Salamanca. Los encuestados declaran gastarse casi 25 euros a la semana en hostelería con un 50% más de consumo por parte de los hombres. En cine, teatro y espectáculos los estudiantes destinan 16 euros de media al mes, lo que pone de manifiesto que la oferta cultural de pago en la ciudad no se ajusta a los intereses de los universitarios. Mientras que el 73,4% declara no gastarse nada en tabaco, el 26% restante destina a este hábito casi el 3% de su presupuesto, en torno a 2,50 euros a la semana. Más de 21 euros semanales los invierten en alimentación y productos básicos, que absorben el 23% del presupuesto mensual excluido el alojamiento. Sabido es que los estudiantes participan de modo activo en la sociedad digital y la vinculación a las tecnologías es cada vez más intensa. Sin embargo, el acceso gratuito a internet en las instalaciones de la USAL en el Campus de Zamora y la posibilidad de algunos de utilizar el ordenador en el domicilio familiar hace que muchas de sus actividades vinculadas a la red de redes no deriven en un gasto a cargo del estudiante. En este concepto, que incluye telefonía, los universitarios se gastan alrededor de 5 euros a la semana.

Las dimensiones de la capital no propicia un gasto relevante en transporte urbano. Además, la tendencia de los estudiantes a concentrarse en barrios cercanos al campus hace que menos del 30% haga uso de este servicio. Sin embargo, el transporte interurbano aparece como un gasto importante del presupuesto de los estudiantes, al alcanzar el 15% del total declarado. El gasto en libros y material de estudio durante un año académico ronda los 260 euros, 70 más que en Salamanca debido al precio más elevado de los libros que se utilizan en la mayoría de los estudios impartidos en el Campus Viriato.

Estos gastos generados llevan a casi el 43% de los estudiantes a compartir piso y el 6,4% se inclina por residencias privadas o públicas, lo que significa que la mitad de los estudiantes tienen que hacer frente al pago del alojamiento. Según el estudio, cada estudiante del Campus de Zamora desembolsa en concepto de hospedaje una media de 185 euros al mes, si bien con una alta dispersión debido a que los precios varían entre 92 y 560 euros dado el incremento económico que supone vivir solo o en residencia. El coste medio de alojamiento compartido alcanza los 149 euros, un 18% menos que en Salamanca, mientras que la residencia eleva esta cuantía hasta los 413 euros.

Las zonas con mayor densidad de residencia de estudiantes se corresponden con los lugares próximos al Campus Viriato, que aloja la docencia de las ingenierías técnicas y magisterio. A la hora de proveerse de los productos básicos de alimentación y limpieza, el 68,5% los adquieren en el barrio donde viven y el 15,8% en un centro comercial.

Más del 20% de los jóvenes del Campus compaginan estudios y trabajo

Más del 20% de los estudiantes en Zamora cuentan con un trabajo remunerado durante el curso, con una inserción laboral mayor en los hombres que en las mujeres y una jornada media semanal de 18 horas. El 20,7% de los estudiantes que trabajan por cuenta ajena lo hacen en hostelería, actividades deportivas y construcción, así como cuidado de niños y ancianos. El 11% de los encuestados está vinculado a alguna ONG o ayudas en los negocios familiares.

Las becas constituyen un sistema de apoyo económico que, en el caso de los estudiantes del campus Viriato, sólo reciben el 27,2% de los estudiantes, de modo que el 72,8% restante hace frente a los gastos vinculados a su situación con los recursos ahorrados, el apoyo económico familiar, préstamos de instituciones financieras y los provenientes de las rentas de trabajo, en su caso. La cuantía de las becas es muy desigual, aunque la media se sitúa en 2.431 euros por año cada académico.

Conscientes de los cambios que se avecinan en el postgrado en el ámbito del espacio europeo de educación superior que ya se han puesto de manifiesto a lo largo del curso 2006-2007, el 74,7% tiene intención de realizar estudios de postgrado en la Universidad de Salamanca. El dato lleva a los promotores del informe a concluir «la conveniencia de potenciar estos estudios en la USAL que puedan interesar a los estudiantes del Campus de Zamora». No obstante, reconocen que «la fuerte presencia de estudios de ciclo corto y la tasa baja de doctores adscritos hacen esta opción difícil de llevar a la práctica a corto plazo», asumen. Los jóvenes matriculados en la USAL en Zamora realizan todos sus estudios en la misma institución pero complementan su formación con otros aprendizajes, caso del 34,6% de los encuestados. El 3,2% estudia idiomas y el 29,3% asiste a clases particulares dados los perfiles técnicos de las titulaciones que se imparten en el Campus zamorano.