Sin embargo, esa demolición se quedó en un acto electoral más si se tiene en cuenta que sólo afectó a una pequeña parte del conjunto, de modo que el resto de los locales han permanecido en pie hasta el momento a la espera de que el equipo de Gobierno presidido por Rosa Valdeón reanude las actuaciones. Las dos fincas están valoradas en 189.423,77 euros y los terrenos se incorporan al patrimonio municipal tras un convenio suscrito con la empresa que era propietaria de las fincas, Proviolma S.L.

La edificación que se derribará en unos días es de uso residencial y tiene una superficie de 133 metros cuadrados, la mayor parte de los cuales están construidos. La infraestructura, junto a la derribada hace unos meses, estaba ya incluida en una unidad de actuación del Plan de Urbanismo de 2001.

Otras iglesias, sin embargo, permanecen a la espera de que los elementos adheridos desaparezcan. La necesidad de añadir dependencias para nuevos usos parroquiales como sacristías, claustros o porches, la ampliación del espacio destinado al culto con la apertura de nuevas capillas o la simple búsqueda de soluciones arquitectónicas y a situaciones de ruina han ido modificando los edificios primitivos a lo largo de los siglos. A esta situación se puso fin en el caso de San Juan, cuyas construcciones colindantes cayeron en los siglos XIX y XX. Santiago del Burgo se liberó en los años 80 dejando a la vista su espléndido rosetón mientras que el templo de San Esteban siguió los mismos pasos con el derribo del colegio Corazón de María.

El Consistorio saliente se mostró a favor de un plan de actuación para poner en marcha una operación global que dignificara los espacios circundantes de los monumentos. Sin embargo, fueron varios los templos que se "cayeron" de ese plan a pesar de las intenciones de Vázquez: iglesias como La Magdalena o San Vicente mantienen construcciones adosadas a sus paredes, idéntica situación a la del Espíritu Santo o San Leonardo. Los Remedios es una de las pocas que conserva su estructura de tres naves. En lo que se refiere a la iglesia del Espíritu Santo, ubicada en el barrio del mismo nombre, tiene adosada una vivienda cuyo tejado llega al rosetón del templo.

Todos ellos, se incluyen entre los monumentos que esperan quedar exentos durante el actual mandato de Valdeón. «Hay que dejar algo para que se luzca la próxima Corporación, ya que si todo lo liberamos nosotros...», ironizó Vázquez mientras las máquinas derrumbaban una de las construcciones anexas al Santo Sepulcro. Y así ha sido.