Fue escuchar su nombre y salir corriendo hacia el presidente de la Diputación para abrazarle con una amplia sonrisa. Fernando Martínez Maíllo no daba crédito a la espontánea reacción de la pequeña Chenoa Jiménez Ferreruela, una de los 96 niños gitanos (36 más que el pasado año) que acaban de recibir una ayuda económica de 40 euros para la adquisición de libros y material escolar coincidiendo con el inicio del curso. El desparpajo de Chenoa tuvo su recompensa con el gran aplauso que el tributaron los integrantes de la Asociación Gitana de Zamora "Lachó".

Otras, más tímidas, como Andrea Jiménez, decidió dar media vuelta cuando ya había cubierto la mitad del trayecto que la separaba entre su asiento y el presidente de la Diputación, que esperaba con su sobre en la mano. Tras refugiarse en su padre, tuvo que ser éste quien la acompaña de la mano entre las risas de los integrantes de la asociación.

El presidente de "Lachó" aseguró, orgulloso, que en la actualidad el 99,5% de los niños gitanos de la provincia van al colegio. «Que se entere toda Zamora», apuntó, al tiempo que agradecía a la Diputación provincial «el echarnos este cable». A pesar de que muchos de los estudiantes beneficiarios estaban precisamente en clase, pocos padres faltaron a la cita, algunos de ellos con familias numerosas, a tenor de las veces que se levantaron para recoger el dinero. «¡Es que ya sólo él tiene un colegio entero!», bromeaba uno de los asistentes.

Fernando Martínez Maíllo, que estuvo acompañado en el acto por la diputada de Bienestar Social, Maribel Escribano, admitió que los 40 euros por niño (en un reparto que establece en función de las prioridades de cada familia la propia asociación) nunca es suficiente para afrontar todos los gastos, «pero es una entrega simbólica y un gesto de solidaridad de toda la sociedad» para con el colectivo. En total la institución ha repartido 3.840 euros entre los alumnos gitanos de la provincia de todas las edades, puesto que algunos de ellos, como José Luis Jiménez, apenas soltó su chupete. Eso sí, saludó con un apretón de manos a Maíllo.