«Me duele todo, me canso enseguida, hoy no puedo ni levantarme de la cama, estoy como si hubiese corrido un maratón, parece como si tuviese el cuerpo lleno de moratones, llevo ocho horas en la cama y me levanto peor que cuando me acosté, quedé con los amigos ayer y hoy no puedo ni andar, no soy capaz de hacer las camas, mi mente quiere pero mi cuerpo dice que no». Es el primer párrafo del libro "Mi vida desde un sofá", escrito por José Antonio Rivero de Castro, enfermo de fibromialgia que actualmente se encuentra de baja laboral y que ha visto truncada su carrera como árbitro de fútbol (estaba en Tercera y de linier de 2ªB) como consecuencia de la patología.

Hijo de emigrantes zamoranos (de Peleas de Arriba), José Antonio, de 40 años, nació en Bilbao, donde vivió en su juventud, aunque en la actualidad reside en Zamora. Es el secretario de la Asociación de Fibromialgia y Fatiga Crónica de Zamora, la organización que preside Ana Rosa Alonso, que conforman 110 socios y que próximamente estrenarán sede en avenida de Requejo 24.

Rivero comenzó a escribir por consejo de un psiquiatra, como forma de dar salida a sus pensamientos y emociones, pero después se decidió a editarlo con el fin de reflejar y dar a conocer una enfermedad muchas veces incomprendida tanto por los médicos como por los propios familiares del paciente. «La evolución de la enfermedad es más o menos la misma que cuento en el libro en todas las personas afectadas, con dolores musculares, problemas laborales y familiares e incluso problemas con los médicos, fruto de la rareza de esta patología». La obra espera que puede servir de referencia, sobre todo para muchas personas «que aún no se creen que existan este tipo de enfermedades».

«La palabra incomprensión es la más frecuente en esta enfermedad», explica el autor, que muchas veces, sobre todo a las personas con un carácter más débil, «puede llevarles incluso a la depresión». «Yo siempre he sido feliz, conformista con la vida, a pesar de que no puedo trabajar ni llevar al parque a mis niñas», comenta Rivero, que en todo momento ha tenido la comprensión familiar, sobre todo de su mujer, que se ha tenido que encargar de trabajar fuera de casa y llevar las tareas domésticas. «Pero la mayoría de las afectadas son mujeres, y en las parejas tradicionales muchas veces al hombre le cuesta mucho aceptar esta situación».

La edición, sufragada por Caja Rural sale con 300 ejemplares, que se han puesto a la venta en dos librerías de la ciudad (Carlín y Milhojas) por doce euros. La recaudación del libro irá íntegramente destinada a mejorar las prestaciones de la Asociación.