Hace 50 años TVE inició en Madrid sus transmisiones regulares, abriendo paso a una nueva era en las comunicaciones. En un principio la señal abarcaba únicamente un radio de 60 kilómetros, así que tendrían que pasar todavía tres años para que, luego de instalarse una antena repetidora en la sierra de Guadarrama, su programación pudiera verse en Zamora.

A la capital la televisión llegó sin demasiados aspavientos, y es que en aquella época los televisores eran considerados un artículo de lujo. Según una noticia publicada en este mismo diario el 19 de octubre de 1959, sólo habían 150.000 aparatos en toda España, y en Zamora se podían contar con los dedos a los privilegiados que podían tener uno.

Por entonces, la radio y el cine seguían siendo los favoritos de los zamoranos tanto para informarse como para entretenerse. El ver televisión era un acto más público que privado, ya que lo común era que amigos, vecinos y familiares se acercaran a la casa de quienes tenían la suerte de poder comprar un televisor para ver y comentar los telediarios, así como algún programa documental o de concurso.

Los bares y cafeterías no permanecieron ajenos al nuevo fenómeno y algunos, como el Lisboa, colocaron un televisor en sus locales para atraer clientela.

Las zonas rurales pudieron acceder a la televisión a través de los teleclubs impulsados por el gobierno, que vio en el nuevo medio de comunicación una excelente herramienta educadora. Estaban gestionados por el cura y el maestro del pueblo y su objetivo era que alrededor de la televisión se desarrollaran otras actividades culturales. Sin embargo, la que pretendió ser la gran explosión cultural que beneficiaría al medio rural, tuvo un éxito limitado. Aunque se llegó a formar una red de teleclubs en toda la península, en Zamora hubo 135, su actividad fue muy irregular, así que conforme creció el parque de televisores, fueron desapareciendo.

La programación de TVE que se veía en Zamora allá por 1959, como consta en lo publicado en este periódico, se iniciaba a las 21.00 horas con "La tonadilla escénica popular". Luego se emitía "El caso Kirov" y a las 21.30 se presentaba la segunda edición del telediario, seguida por el documental "Misterios de la ciencia". A las 23.45 se podía ver un telefilm, luego la última edición del telediario y antes de cerrar la transmisión, a las 24.00 horas, se emitían los "Versos a medianoche".

Daniel Pérez Hariná, fue la segunda persona que pudo captar la señal de televisión en Zamora. El trabajaba como técnico del departamento de sonido en Radio Zamora y coincidió que los dueños de la empresa, que también eran propietarios del Bazar J, pusieron a la venta televisores en ese establecimiento. «Los técnicos de la firma Marconi estuvieron unos días aquí enseñándonos a instalar los aparatos y dejaron colocadas tres antenas, una de ellas en Radio Zamora. Hice varias pruebas sin éxito, hasta que una tarde un compañero me avisó que Jorge Grumbal, el técnico de la tienda comercial Peña Pavón había captado la señal. Así que inmediatamente intenté cogerla y pude cazarla», cuenta.

Don Daniel recuerda que en un almacén, ubicado al lado de la emisora, se puso un televisor de los más grandes que había en ese entonces, para permitir que la gente de la ciudad viera la programación. «Me acuerdo que se juntaban muchas personas a ver los telediarios y cuando había fútbol llegaban aún más. Muchos pasaban aquí la tarde y no se iban hasta que acaba la programación. Lo anecdótico era que como la señal era floja, yo tenía que subirme al tejado a orientar la antena y desde abajo me gritaban "¡ahí se ve mejor!" cuando se captaba bien».

Una de las primeras familias que tuvo un televisor en Zamora fue la de Conchita González-Miranda Hervella. Ella cuenta que el invento le pareció ideal, especialmente para que su madre, que sufría de artrosis, pudiera entretenerse. «Lo compré en un comercio ubicado en la calle Sagasta, en la esquina de lo que fue el casino, aunque ya no me acuerdo de la marca, ni cuánto me costó. Recuerdo, eso sí, que en casa había mucha expectación, era la novedad».

Doña Conchita hurga en la memoria y nos comenta que uno de los primeros programas que vieron fue la boda de Balduino de Bélgica y Fabiola, el 15 de diciembre de 1960, que fue precisamente la primera conexión internacional de TVE. «Mi madre me decía que me parecía a Fabiola y disfrutamos mucho viendo la ceremonia. En aquellos años era común que las novicias de la congregación del Amor de Dios vinieran a casa cuando habían retransmisiones desde Roma, porque les hacía mucha ilusión ver al Papa. Amigas y conocidas también venían para ver conciertos, zarzuelas o especiales de teatro».

Conchita González Miranda no puede evitar comparar la televisión de aquel entonces con la actual, dejando a esta última muy mal parada: «Había cómicos a los que daba gusto ver, no decían ninguna palabra soez y en los telediarios no se resaltaba tanto la violencia. Uno se sentaba a ver la televisión con gusto, con ilusión, no había nada que te ruborizara o te obligara a apagarla como sucede hoy en día en que predomina una obsesión por el sexo y la violencia. En lugar de ser un medio para educar ahora hay que esconderla de los niños», sostiene.

Uno de los momentos que ella tiene más presente es cuando se dio el cambio del blanco y negro al color. «A partir de entonces mejoró mucho la calidad de la imagen, porque antes se veía muy mal y habían muchos cortes». También comenta que las tele series que recuerda con más cariño son "La casa de la pradera", "El Fugitivo" y "Falcon Crest". Tal vez aquellos días de la época dorada de la televisión no volverán pero no cabe duda que el televisor sigue siendo un electrodoméstico imprescindible para todos los zamoranos para los que es un ritual el comer o cenar viendo la tele, convertida desde hace mucho tiempo en compañera y protagonista de tantas vidas.

Los programas más queridos

A lo largo de los años distintos programas han calado profundo en el gusto de los zamoranos. Estos son algunos de los que recuerdan con más cariño:

Series españolas Verano Azul y Cuéntame, Gozos y Sombras

De las extranjeras Bonanza y El Fugitivo, Falcon Crest y Dinastía

Los concursos El precio Justo, Saber y Ganar, Un, dos, tres...

Cómicos Cruz y raya, Martes y 13

Las novelas Cristal y Luz María