Ni ecografías ni análisis sanguíneos. Un vistazo al iris del ojo y la detección de cualquier tipo de dolencia está asegurada. Así lo confirma el naturópata Jesús Vázquez, que durante 25 años ha estudiado todas las posibilidades que esta ciencia conlleva.

Aunque apenas una veintena de personas dominan en España esta especialidad, la iridología llegó a Zamora hace tres años gracias a Vázquez, por cuyas manos han pasado más de un centenar de zamoranos en el local de Ecocentro. Para estos pacientes, «aunque parezca mentira, los casos que más preocupan son los relacionados con problemas que afectan a su vida social, tales como obesidad, problemas de piel o asma», enumera. Sin embargo, el iridólogo recuerda diagnósticos más curiosos y que califica como «verdaderos éxitos». Es el caso de una zamorana que «tras más de un año sin menstruación, conseguimos restablecérsela con normalidad para que pudiera quedarse embarazada», indica.

A pesar de que muchos cuestionen su veracidad e incluso sus resultados, Jesús Vázquez asegura que «todo el organismo humano está representado en el iris de los ojos». Por un lado, el naturópata se fija en la señales que ofrece el ojo a modo de rayas, que indican inflamación y funcionamiento por encima o debajo de la normalidad. Por otro, «están los colores, que apuntan debilidad o fortaleza», diferencia.

Las mujeres zamoranas son las que más abiertas parecen a esta posibilidad alternativa a la medicina generalista, según la trayectoria que Vázquez ha ejecutado en la capital. A partir de los seis años, un niño o niña «ya tiene el iris suficientemente formado como para practicarle la iridología, ya que tiene maduras todas las posibilidades de enfermar que refleja su ojo», puntualiza.

Sin embargo, hay un porcentaje muy bajo de población que en Zamora confía en la iridología como primer recurso, apenas un 1%, aunque «también es cierto que esta cifra está creciendo con el tiempo».

En cualquier caso, Jesús Vázquez hace hincapié en el «respeto que siento por el diagnóstico que hacen en los hospitales». Lejos de existir una lucha entre la medicina científica y la natural, el iridólogo defiende su postura argumentando que «los diagnósticos hospitalarios cada vez son más sofisticados, hasta el punto que muchas veces son los propios médicos los que no saben interpretar los resultados y deben acudir a los especialistas», sopesa. Vázquez ejemplifica esta postura con los casos que se repiten en su consulta: «tengo muchos pacientes que llegan a mí cansados de dar tumbos de un médico a otro sin que le detecten lo que tiene y, al llegar a mi consulta, con una única sesión encontramos la respuesta», señala.

Pero, ¿cuánto le supone al bolsillo de una persona una sesión de iridología? Hay que tener en cuenta que se trata de un servicio de pago y que «no basta con una sola sesión». Para que un tratamiento dé sus frutos es necesario, al menos, «cuatro meses, y hay mucha gente que se queda por el camino». No obstante, esta posibilidad que ofrece la medicina natural supone el desembolso aproximado de 100 euros mensuales.

Una cuantía económica que, aunque Vázquez reconoce que «no es barata», tiene como garantías «su bajo margen de error». El naturista calcula que «el índice de fallo que tiene la iridología es mínimo, apenas de un 1%». Sin embargo, puntualiza que «si el porcentaje de fiabilidad es menor se debe a que el iridólogo no ha sabido interpretar el iris». En su caso particular, no le cabe duda de que «yo funciono con resultados positivos en un 70% como mínimo, aunque cuando tengo que afinar lo doy todo», subraya.

Pero si hay algo innegable con respecto a esta ciencia es «que cada vez hay más gente interesada en ello». La prueba está en que «dentro de unos días doy un congreso sobre iridología en Madrid al que acudirán casi 40 personas». Además, muchos son los aprendices en torno a esta ciencia, una labor «ardua ya que requiere mucha práctica, paciencia y experiencia», determina.

Quién sabe si algún zamorano llegue a convertirse en unos años en descubridores de dolencias a través de los ojos «antes de que la gente enferme».

«Podría hacer frente a casos de cáncer»

¿Sería la iridología capaz de atacar casos de sida o cáncer? El especialista en esta ciencia, Jesús Vázquez, es consciente de que «podría ser así». No obstante, puntualiza también que «yo en ese tipo de casos prefiero no meterme». Para el iridólogo lo que está más que claro es que «en estas dolencias lo que hay que hacer aumentar las defensas de la persona».

El examen iridológico permite reconocer y diferenciar los signos presentes en cara iris, sea cual sea la enfermedad. La posición ocupada por los signos corresponde a los órganos del cuerpo humano con los que tiene relación. El iris está dividido en doce sectores radiales, como la esfera de un reloj, y en seis anillos concéntricos. Es por ello que «la posibilidad de detectar casos de cáncer está más que comprobado». Para Jesús Vázquez lo que habría que preguntarse es «por qué llevan años invirtiendo dinero en tratamientos contra el cáncer o el sida y aún no se ha encontrado la solución», cuestión. Lo importante, según el naturópata, es «llegar a una detección precoz, y eso lo puede conseguir sin problemas la iridología», argumenta Vázquez.

La Iridología

Es un método de diagnóstico consistente en leer en el iris de los ojos los indicios de enfermedades o trastornos del organismo.

Los diferentes signos iridianos no son las consecuencias de las enfermedades sino que las preceden, es decir, están presentes en el momento del nacimiento y persisten hasta la muerte.

La práctica está relacionada con las huellas genéticas de los puntos débiles del organismo y la predisposición a ciertas enfermedades.

Con la iridología se puede descubrir el problema antes que la persona enferme, pues ciertos signos iridianos se manifiestan antes de que la enfermedad salga a flote.

El examen iridológico permite diferenciar los signos presentes en cada iris, dividido en doce sectores radiales y en seis anillos concéntricos.

La Iridología no es una ciencia nueva: ya era conocida por los antiguos egipcios. Desde entonces, a Zamora llegó hace tres años a través de "Ecocentro", donde Jesús Vázquez lleva a cabo terapias dos veces al mes.

Apenas una veintena de españoles domina la técnica debido a su complicidad.