Cáritas Diocesana crea el Centro de Apoyo al Menor en Peña Trevinca (número 34, bajo), destinado a los niños y adolescentes (deben hallarse entre 6 y 16 años), de familias con escasos recursos económicos y dificultades para ocupar de forma adecuada su tiempo libre. Comenzó su funcionamiento la pasada semana, y permanecerá abierto durante el curso escolar: de lunes a viernes (en este día, las actividades son más lúdicas, con talleres de manualidades), en horario comprendido entre las 17 y las 20 horas. Y se trata de una educación «activa», de aprendizaje «y desde la experiencia».

«Tratamos de que estos niños dispongan de las mismas oportunidades que los otros y que, por distintas circunstancias, no se les pueden ofrecer. Pero también tratamos de no sea un gueto. Se realizarán más actividades con más niños. De 6 a 16 años», explicó Teresa González, educadora y responsable, con Marta Martínez, del Centro.

La asistencia «es voluntaria y gratuita». El horario se distribuye así: «De lunes a jueves, de cinco a seis, merienda; de seis a siete, apoyo al estudio; de siete a ocho, juegos y actividades de ocio». Se quiere ofrecer «apoyo en la realización de las tareas escolares, el fomento de actividades lúdicas que desarrollen la creatividad y refuercen las normas de convivencia, talleres para la ayuda a la lectura, la programación de juegos individuales y grupales y merienda».

Teresa González y Marta Martínez destacan que, además del apoyo a los niños en sus tareas escolares, los principales objetivos son la colaboración con la comunidad educativa «para disminuir el fracaso escolar y el absentismo en la zona», la creación de «un espacio de referencia» para esos pequeños, la motivación de los niños hacia el estudio -y ahí entra el fomento de la autoestima-, la mejora de los hábitos de trabajo, la potenciación de los hábitos sociales y de comprensión y las normas y reglas de convivencia, la orientación en las técnicas de estudio, el desarrollo de la conciencia grupal, la educación en valores...

Cáritas fundamenta la creación del CAM en el crecimiento del censo de la zona norte de la capital. «Se caracteriza por un alto índice de población joven con hijos en edad escolar y clase social media». Y el Centro intenta «dar una respuesta global e integradora a las necesidades educativas y de ocio», a través de una «atención personalizada y de un acompañamiento cercano a los niños de esa zona que se encuentran en desventaja social y económica». Cáritas Diocesana de Zamora se propone realizar una acción que tenga en cuenta la promoción de las personas. Y eso se efectúa con una estructura organizada «y desarrollada desde la base»: las Cáritas parroquiales de la zona. En este caso, las de San Benito, San José Obrero y San Lázaro.

«Si alguien desea colaborar, como voluntario, puede hacerlo. Sería en función del tiempo disponible», resalta Teresa González. «Según la formación, se distribuyen las tareas».