Vecinos del casco antiguo han mostrado su temor a la acción de los gamberros sobre sus viviendas, concretamente en la calle Las Damas, donde el fin de semana aparecieron rotas varias ventanas. Los destrozos habrían sido provocados supuestamente por algún grupo de jóvenes que transita por la calle tras la organización del "botellón" y que, según fuentes vecinales, habría lanzado adoquines de los que se colocan en la vía, actualmente en obras, contra las ventanas. En el interior de una de las viviendas afectadas «dormía un niño pequeño al que, si le llegan a dar, lo matan».

Pese al frío invernal, el "botellón" sigue celebrándose aunque sea de forma minoritaria, según los vecinos, que dicen estar hartos de los ruidos provocados en horario nocturno al «tirar las vallas» de la obra, entre otras cosas. «Ha habido veces que incluso han arrancado los adoquines recién puestos sobre el cemento blando», señalan las mismas fuentes. Los fines de semana no es raro encontrar «contenedores tirados en la calle» y algunas veces han aparecido pintadas en algunas fachadas.

Afectados entienden que la Policía tendría que vigilar la zona en obras, por ser una calle habitual de paso para quienes «suben del botellón» y van «de camino» hacia otros puntos de la ciudad. «Y como la calle está en obras tiran con lo primero que pillan». Además de romper los cristales de «tres o cuatro» ventanas, siempre según las mismas fuentes, también hubo desperfectos en una persiana en la madrugada del domingo pasado.

No es la primera vez que vecinos de Las Damas denuncian acciones vandálicas. En verano, los bomberos acudieron a desmontar uno de los andamios que los «gamberros se dedicaban a mover». Los vecinos no entienden cómo la Policía no hace acto de presencia, «lo mínimo que tendría que hacer cuando hay obras», para evitar, entre otras cosas, que los materiales sean utilizados para apedrear ventanas.