- A pesar de que el IPC bajó en enero, la inflación continúa aumentando, ¿está terminando la etapa floreciente de la economía española?

- No, porque la economía española no depende sólo de la inflación, aunque es una mala noticia y un lastre para la competitividad, es una cuestión a corregir. Creo que hace falta que el Gobierno intervenga, porque muchos precios que son regulados se han incrementado e influyen mucho en el coste de la vida, como la energía, el transporte, etc. Espero que tome medidas porque sino mucho del crecimiento de la economía española, tan loado, se irá fuera de nuestro país a efectos de empleo.

- ¿En qué cree que se está equivocando el ministro de economía, Pedro Solbes?

- Lleva poco tiempo y no ha hecho modificaciones en relación con la política económica anterior. Los retos más importantes en nuestro país están relacionados con el capital humano, con su productividad y, por tanto, con la competitividad de nuestra economía. El Gobierno debe dedicar mucho más dinero a educación, a cualificación permanente de mano de obra; a potenciar la inversión pública y a hacer crecer la privada en investigación. También a innovación, tecnología y desarrollo. Para lograr esto, lo que no necesita nuestro país son rebajas fiscales en las rentas altas.

- Los mejores rendimientos arrastran a las grandes factorías de España al Tercer Mundo, ¿es imposible competir?

- El problema no es el Tercer Mundo sino nuestro propio modelo de desarrollo económico: si está pensado para generar un futuro seguro para la sociedad o para ganar dinero cómodamente y a corto plazo. El futuro de la competitividad de la economía española depende no de los costes de la mano de obra, sino de su cualificación, su utilización y de qué herramientas disponga en la empresa. Alemania, Francia, Holanda o Reino Unido, que nos ganan en competitividad, con balanzas comerciales muy positivas, tienen costes laborales unitarios un 120% superiores a la media española, porque su mano de obra cumple esos requisitos.

- ¿Qué futuro les espera a los jóvenes en un mercado de mano de obra cada vez más barato?

- La mano de obra no es cada vez más barata. A los jóvenes les diría que no confíen en otros que no sean ellos mismos. Cuando alguno me pregunta por la calle qué va a pasar con los contratos temporales, le respondo: "¿tú estás afiliado a un sindicato?, ¿participas en la vida sindical en tu empresa?" y se encoge de hombros. Cada generación tiene que hacer su esfuerzo y los jóvenes tienen que asumir que el futuro no está escrito y no dejar que se lo escriban los viejos.

- ¿Esa indiferencia de los jóvenes no indica una crisis del sindicalismo?

- No existe crisis. En CC OO hay incorporación de jóvenes, muchos afiliados de menos de 30 años. Lo importante es que participen y asuman responsabilidades dentro del sindicato.

- ¿No cree que existe desencanto y descrédito hacia los sindicatos en sociedad en general?

- Yo no sé si hay desencanto, lo que sí te digo es que mi sindicato en este momento tiene la cifra de afiliados más alta de la historia, 1.050.000, y que es la organización más grande del país. Hay que preguntarse cuántos socios tienen las organizaciones culturales, clubs deportivos o partidos políticos. A lo mejor lo que hay que plantear a la sociedad española es que, en vez de quejarse, debe bajar a la arena de la sociedad civil, que creo que no está tan mal como dicen algunos, sino posiblemente se vería más pelea en la calle.

- En esta provincia tenemos una plataforma, "Zamora Exige" para reivindicar su desarrollo. ¿Es tarea inútil?, ¿el Noroeste de España está abocado a la despoblación y la pobreza?

- Como no soy determinista, reitero que el futuro no está escrito. Zamora no está abocada a nada, igual que Madrid, Cataluña o España: sólo a lo que quieran sus ciudadanos. Las plataformas sirven para recordar a los políticos zamoranos y españoles que Zamora también existe y para ser vigilantes de su propio futuro. Es muy importante que la gente se movilice, ese tipo de plataformas reflejan una sociedad civil muy viva y, desde luego, tienen razón para protestar.

- ¿Qué papel le compete a la iniciativa privada en el desarrollo?

- Hace años que la empresa está descubriendo que debe tener una relación de retribución a la sociedad que la aloja y la permite obtener beneficios. Debe darse cuenta de que la sociedad le proporciona los medios para que la inversión sea beneficiosa: aporta capital humano cualificado e infraestructuras -pagado con los impuestos de la sociedad- proveedores, consumidores. Los portavoces de la sociedad, las administraciones públicas, deben exigirles esa responsabilidad social con su zona. También deben ayudarles con políticas fiscales, de educación, de infraestructuras?

- ¿El estatuto de Cataluña ha roto la solidaridad social?

- Se está discutiendo en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados y habrá que ver cómo termina. Mi sindicato piensa que una norma no debe romper preceptos constitucionales como la equidad en el reparto de cargas entre ciudadanos y la cohesión; y espero que el Estatuto no lo rompa, entre otras cosas porque lo tiene que aprobar el Congreso.

- ¿El debate ha divido España o sólo ha impulsado el anticatalanismo?

- No lo sé, este debate ha sido muy crispado. Posiblemente desde el tripartito catalán se hayan lanzado mensajes que han sonado mal fuera de Cataluña. Lo importante sería calmar el debate y la mejor manera es garantizar que la reforma estatutaria tenga un consenso en el Parlamento español altísimo. Yo siempre he defendido que en él debe entrar el PP.

- El manifiesto por la paz en el País Vasco anunciado por PSOE, PNV y Batasuna, ¿oportuno y necesario en este momento?

- No lo sé porque no lo conozco. Los documentos que no conozco no los valoro.

- ¿Cree con la Asociación de Víctimas del Terrorismo que emprender un negociación con ETA supone el triunfo de la banda frente al Estado de Derecho?

- No se puede negociar en democracia con una banda armada. El único objetivo del diálogo tiene que ser el abandono definitivo de las armas, porque en democracia no se puede aceptar la imposición de las ideas por medio del terror. Esta es la esencia del sistema democrático: evitar que se impongan a la mayoría decisiones minoritarias con el uso de la fuerza. Deseo como el que más que abandonen las armas y a partir de ese momento se podrá hablar.

- ¿Cómo la reinserción o la amnistía de los presos de ETA?

- Deben cumplir la Ley.

- Bin Laden instaba recientemente a negociar una tregua. ¿Su reflexión al respecto es la misma?

- El terrorismo siempre es igual, lo alienta, aunque no sea capaz de imponerse, una idea totalitaria. La función de las democracias es resistir al terrorismo y demostrar a los que lo apoyan que la civilización democrática es superior a las otras. Esto no sólo es cuestión de fortalecer nuestra seguridad física. Entre las funciones de los países democráticos está extender la democracia y el bienestar, sus valores e instituciones porque es un gran antídoto contra el amparo o la disculpa de las ideologías terroristas, que se dan allí donde no hay libertad, hay opresión e ignominia y sufrimiento.

- Hamas acaba de formar gobierno en Palestina, ¿Oriente Próximo será una víctima de su victoria?

- Lo más importante para el pueblo palestino es conseguir la paz. Ojalá hubiera surgido en Palestina un Gobierno con capacidad de gobernar bien a su pueblo, de utilizar bien la autoridad y de no imponer una paz al Estado de Israel, sino de negociar la seguridad de Palestina, creando un Estado autónomo e independiente que garantizara su seguridad y también la del Estado israelí.

- José María Aznar se acaba de ofrecer para frenar la ola de "populismo" que está surgiendo en Latinoamérica. ¿Qué opina?

- No sé si Aznar tiene alguna cualidad taumatúrgica para acabar con el populismo. Muchos países latinoamericanos han sido gobernados durante décadas por élites corruptas que han expoliado a sus pueblos, que han sido presa de dictaduras que se exhibían como de derecha muy conservadora. De ahí que sea muy difícil construir estados modernos que puedan ir creando instituciones de protección social o de garantías jurídicas para los ciudadanos. Es muy importante ayudarles a asentar sistemas democráticos.

- ¿Algo se mueve a nivel social en esos países?

- Hombre, es importante para la gente que tenemos esa ideología ver que suben las acciones de la izquierda. En algunos de los casos en que han ganado personas de izquierdas de manera muy notoria como, por ejemplo, Evo Morales en Bolivia, hay que contraponer el triunfo con la situación que vive el país. En Bolivia el Estado, si es que existe, está decrépito; hay una parte importantísima de la población indígena absolutamente ajena al desarrollo; y hay en marcha procesos secesionistas de las únicas comarcas ricas. A Morales se le puede pedir cordura, seriedad, paciencia, pero lo que no se le pueden pedir son milagros.

- La mesa tripartita para la negociación colectiva de la nueva reforma laboral está ya en marcha, ¿queda algo todavía por exprimir?

- El acuerdo será posible si todas las partes somos fieles a lo que declaramos que se iba a hacer: mejorar la calidad del empleo. Si convenimos eso, las propuestas como reducir la estabilidad o la seguridad de los que tienen un empleo más seguro se conseguirá lo contrario. Estoy convencido de que puede haber un acuerdo, pero las propuestas sindicales deben ser el eje de esa reforma porque son modestas y efectivas.

- ¿En ese paquete se incluirán la supresión de los contratos de relevo y jubilación parcial?

- No, este tema no se está discutiendo en esa mesa, nuestro sindicato defiende el buen uso de estas opciones, queremos que haya jubilación anticipada y flexible, y contratos de relevos, pero que se hagan bien. Lo que no queremos es pervertir la regla del mercado ni de la Seguridad Social.

«Prefiero que me llamen moderado y socialdemócrata que loco, extremista o conservador»

- Hay quien le tacha de demasiado moderado, tirando a socialdemócrata.

- Prefiero que me llamen moderado que no loco; y socialdemócrata, que no extremista o conservador. No tengo claro si soy moderado o socialdemócrata, nunca me lo he preguntado. En todo caso, hago el papel que mi sindicato me manda, que coincide con mis ideas.

- ¿No se puede ser "radical" cuando se alcanza la madurez?

- Mi sindicato es radical porque intenta resolver los problemas llegando a la raíz de las cosas. Pero conoce muy bien la realidad y sabe que las peleas no son nunca la lucha final; y que más vale avanzar dos pasos, sin retroceder ninguno, que no avanzar cinco para retroceder seis.

- ¿Qué tiene de bueno la oposición ejercida por el PP y qué de malo el Gobierno del PSOE?

- Habrán hecho cosas buenas unos en la oposición y otros en el Gobierno. Dentro de un par de años lo podremos juzgar todos los ciudadanos, en las elecciones. A mí lo que me gustaría es que, en algunas cosas, Gobierno y oposición se pusieran de acuerdo: en el devenir de nuestra política exterior, en el papel que debemos jugar en la UE; en que en diez años se doble el gasto educativo y en inversión en I+D+I; en una ley educativa que durara veinte años y en el futuro del sistema sanitario y la Seguridad Social.Y en lo demás, que se pegaran.