El hombre detenido el miércoles por la noche en la estación de autobuses con 500 gramos de cocaína, procedente de Salamanca, ingresó ayer en la macroprisión de Topas acusado de un delito de tráfico de drogas, tras ser interrogado por el juez. El individuo, que tiene antecedentes policiales por hechos similares, negó ante el magistrado que la droga que se le halló fuera de su propiedad.

La operación llevada a cabo por la Policía Nacional se mantiene abierta, «con el fin de establecer conexiones entre el detenido y otras personas dedicadas a esta actividad delictiva en la capital y otras localidades de la provincia, por lo que no se descartan nuevas detenciones», indican en un comunicado de prensa.

El detenido, que se negó a declarar en la Comisaría de Policía, se limitó ayer a manifestar en el Juzgado de Guardia que la droga no era suya y que no sabía qué transportaba. Al parecer, indicó que había ido a Salamanca para comprar heroína para consumo propio, ya que es drogadicto y no la encontraba en Zamora.

La misma persona que le habría proporcionado la sustancia que buscaba le pidió, según parece, que le llevara hasta la capital zamorana un paquete, cuyo contenido dijo desconocer por completo. El dueño de la heroína incautada por la Policía Nacional le habría ofrecido como pago una dosis. El zamorano, cuyas iniciales son F.J.G.P. y que tiene 38 años, fue detenido gracias a la operación puesta en marcha por la Policía Judicial de la Comisaría para detectar la entrada de estupefacientes en la capital para su venta al menudeo.

La Policía Nacional mantiene que los 500 gramos de cocaína incautados son de gran pureza, extremo que se tendrá que confirmar con los correspondientes análisis.