- El Centro de Tratamiento de Residuos de Zamora fue uno de los primeros que se pusieron en marcha en la región y durante su vida útil ha mostrado muchas carencias, como por ejemplo la incapacidad para tratar todas las basuras de la provincia o la escasa calidad del compost que se produce. ¿El nuevo proyecto podrá suplir todas estas carencias?

- Yo entiendo que si, porque con este proyecto se pone al mismo nivel que los otros centros de tratamiento de residuos que se están construyendo en otras provincias de la región. Yo no tengo ninguna duda de que se va a mejorar mucho la calidad del tratamiento. Este fue el primer centro que entro en funcionamiento en la Comunidad y entonces no se tenía la experiencia ni tampoco existían las tecnologías que se están utilizando ahora en este tipo de instalaciones.

- ¿Qué capacidad de trabajo van a tener las nuevas instalaciones?

- La capacidad aproximada de tratamiento va a ser de unas 80.000 toneladas al año, que prácticamente se va a poder alcanzar con un solo turno de trabajo. Eso en cuanto a la línea todo uno, es decir, los residuos sin seleccionar. Y en cuanto a envases vamos a poder recuperar unas nueve mil toneladas anuales. Yo creo que una de las características fundamentales de las nuevas instalaciones estarán en la línea de envases, que es donde se produce la mayor recuperación de materiales. Esta va a estar totalmente automatizada, con separadores ópticos, que evitan que tengan que intervenir las personas. Se trata de un lector óptico que permite seleccionar los distintos productos, que se van sacando de la cadena a través de unos soplantes. Una ventaja fundamental es que los rendimientos son mucho mayores que si los hace una persona manualmente, porque los humanos sufrimos el cansancio, mientras los separadores ópticos funcionan de forma automática.

- ¿Podremos evitar así la imagen de esos montones de basura que no ha pasado por el proceso de reciclaje en el vaso de rechazos?

- Eso es lo que se pretende, evidentemente.

- El compost que se produce actualmente tampoco parece que sea de buena calidad. ¿Se va a mejorar también en este aspecto?

- Yo creo que la calidad del compost aumentará porque al tener más túneles podemos aumentar la capacidad de retención en los mismos, ya que son necesarios al menos catorce días. Podemos incluso hasta madurar en los túneles porque ahora vamos a tener capacidad. Y no sólo eso, porque en la actualidad normalmente el compost tiene que pasar una segunda remodelación antes de que se salga el producto final teniendo terminado todo el proceso. Pues bien, cuando el proyecto de ampliación esté ejecutado la maduración se va a producir durante cuatro semanas, que es el tiempo correcto, y por supuesto, la calidad del compost va a ser muy superior a la que tenemos actualmente.

- En la separación de los distintos componentes de la basura parece fundamental la colaboración del ciudadano, puesto que una vez en los Centros de Tratamiento es mucho más dificultosa. Al menos eso decía el consejero en su reciente visita a Zamora. ¿Va a depender del ciudadano el tratamiento diferenciado de residuos o de la planta?

- Lo que procuramos con las plantas de tratamiento es que la selección cada vez dependa menos del usuario. Pero la colaboración del ciudadano es fundamental, porque facilita muchísimo todo el proceso. Si nosotros no estamos separando en origen no existe una tecnología que pueda separar el condiciones los distintos elementos que llegan mezclados en la bolsa de basura. Lo que hay que facilitar entonces es ese proceso inicial de reciclaje que puede llevar a cabo el propio ciudadano. ¿Que todos los elementos que se ponen van en la línea de que sea más fácil la separación?, por supuesto, pero evidentemente el vecino tiene que separar porque los rendimientos van a ser mucho mayores. Es decir, si tenemos un rendimiento de reciclaje, por ejemplo en envases, de un setenta por ciento o un setenta y cinco, si el ciudadano separa en condiciones podremos llegar al noventa y ocho por ciento. Que esto mejora, por supuesto, pero es fundamental que el ciudadano colabore.

- Otro de los problemas que ha presentado este centro ha sido el de los lixiviados, los líquidos residuales que han contaminado arroyos de la zona. ¿Este asunto también se va a solucionar?

- La recogida de los lixiviados depende mucho más de las obras que se acaban de inaugurar por parte del consejero que de nuestro proyecto de ampliación. Ese problema podemos decir que ha quedado prácticamente resuelto. Nosotros también intervenimos en nuestro proyecto con algunas recirculaciones y la captación integral de los lixiviados de toda la planta, pero bueno, yo creo que la solución final es la planta que se ha inaugurado ya.

- ¿Podemos estar ya seguros de que no se van a volver a repetir estas fugas?

- Si, salvo que haya algún accidente imprevisto.

- ¿El proyecto de ampliación va a significar que necesiten una mayor superficie de terreno?

- No, en cuanto a superficie ocupamos prácticamente lo mismo que hasta ahora. Las naves se amplían, se aumentan en muchas zonas, pero respecto a la superficie ocupada por el centro va a ser la misma, no es necesaria más. La verdad es que fueron unas instalaciones que ya se hicieron con la previsión de poder ampliarlas en un futuro y de hecho no hemos tenido ningún tipo de problemas en este sentido, es decir, hay superficie suficiente para hacer la actuación. Será necesario incrementar el número de naves y otra serie de elementos, pero dentro del perímetro del actual Centro de Tratamiento.

- ¿Su empresa tiene experiencia en este tipo de proyectos?

- Si. Somos un estudio de ingenería civil que estamos llevando la dirección de obra del Centro de Tratamiento de Gomecello, en Salamanca, y el Centro de Tratamiento de Residuos de Palencia también.

- Desde un punto de vista más de detalle. ¿Sobre qué zonas se va a intervenir fundamentalmente?

- Como ya he explicado, se actuará en la planta de reciclaje con una nueva línea y la adaptación de la existente, además de aumentar la edificación para el acopio de materiales en zona cubierta. Otro de los aspectos destacados es la creación de seis nuevos túneles de fermentación para toda la materia orgánica,

lo que nos permitirá la ya comentada mejora del proceso de compostaje.

Un diseño válido hasta 2027

El proyecto encargado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y ya finalizado por el equipo que dirige Javier Blanco se estima que cubrirá las necesidades de tratamiento de residuos de la provincia de Zamora hasta el año 2027. La instalación diseñada posee una gran flexibilidad en cuanto a la cantidad de residuos entrantes, así como en relación con los tipos de basuras a tratar y su composición «pues se han propuesto gran cantidad de equipos para poder seleccionar y recuperar al máximo los productos orgánicos». De hecho, según el proyecto técnico la nueva planta incluirá distintos métodos de separación, con equipos mecánicos, magnéticos y separaciones manuales mediante personal de triaje. Del mismo modo, la instalación estará dotada de «modularidad, en el sentido de que cada parte de la misma puede funcionar independientemente, dotándola a la vez de gran interconexión de distintas partes». Además se prevé «aumentar la seguridad y fiabilidad de los procesos que se realizan en la planta de Zamora».