-¿Calcula en cuánto tiempo serán por fin innecesarias las medidas por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres?

-Es difícil. En los últimos años el avance ha sido considerable. Hablamos de una generación. La mujer se ha incorporado al espacio público en los últimos años pero es cierto que queda mucho camino por recorrer en ámbitos como el empleo, la discriminación salarial y, fundamentalmente, la violencia de género, la manifestación más grave extrema de la desigualdad en nuestra sociedad.

-¿Desaparecería ese día la Dirección General de la Mujer o cree que aún tendría algún sentido?

-No tendría ningún sentido. Cuando me preguntan cuál es mi objetivo prioritario yo siempre digo que desaparezca la Dirección General de la Mujer, que no sean necesaria la existencia de medidas de acción positiva para el apoyo y promoción de la mujer porque la igualdad sea efectiva.

-¿Cómo se puede hacer, con la Ley de Igualdad de Oportunidades, que los hombres se incorporen de lleno a las tareas de la casa, o que en sus empresas les paguen lo mismo, no más, que a sus compañeras de trabajo?

-La clave en todas las políticas de igualdad está en la sensibilización, en que, poco a poco, todos los días trabajemos en cambiar mentalidades y formas de pensar que todavía existen basadas en este planteamiento, en la desigualdad, y yo creo que la base la tenemos que hacer con los niños, en el sistema educativo, porque si están educados en valores de tolerancia avanzaremos mucho más rápido.

-¿Se educa realmente a los niños actuales en esa igualdad?

-Sí, se está haciendo un importante esfuerzo por parte de la Junta de Castilla y León. La Dirección General de la Mujer colabora de forma muy estrecha con la Consejería de Educación. Podemos decir que la igualdad es transversal en todo el sistema educativo, porque no sólo se trabaja con los niños, también con los padres a través de las escuelas de padres y las asociaciones de padres y madres de alumnos.

-Pero una cosa es que se les eduque de una manera en la escuela y otra que en casa vean lo que se les dice que no hay que hacer.

-Efectivamente. Creo que tiene que ser una labor conjunta entre la labor de los profesionales de la educación y la de los padres en las familias.

-¿A favor de la discriminación positiva?

-Lo que se hace desde la Dirección General de la Mujer son medidas de acción positiva para que la igualdad que tenemos reconocida en la ley sea efectiva, que no se quede en una mera hoja de papel. Y eso es lo que hacemos en todos los ámbitos, como en el del empleo. El III Plan de Empleo de la Junta de Castilla y León discrimina positivamente porque en todos los incentivos para la contratación, formación y conversión de trabajos temporales en indefinidos la mujer es prioritaria.

-¿Incluso en la distribución de cargos, como en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero?

-Ahí hablamos de paridad obligatoria, y en eso no estoy de acuerdo. A ninguna mujer le gustaría considerarse como una mujer que ha llegado no por sus méritos y capacidad sino por cumplir una cuota. No me gustaría considerarme como una mujer cuota. La mujer está capacitada para asumir esos puestos de responsabilidad y la única limitación es la conciliación de la vida familiar y laboral, con las jornadas intensivas que hacen imposible conciliar, para que se puedan asumir las responsabilidades familiares, y también una cierta calidad de vida y un cierto desarrollo personal de la mujer. En ese ámbito es la limitación más importante que tiene la mujer y tenemos que hacer un especial esfuerzo en las medidas de conciliación de la vida familiar y laboral, desde la flexibilización de horarios en las empresas y en la administración, y medidas como la Junta, que hace un importante esfuerzo en la creación de guarderías y de atención a las personas mayores dependientes.

-¿Son las mujeres las "culpables" de seguir asumiendo, en general, la mayor parte de las labores de la casa?

-Yo creo que no es culpa de nadie y a la vez es culpa de todos. Se está avanzando y es fundamental que asuma la responsabilidad tanto la madre como el padre.