- ¿Después de no lograrlo en las elecciones, contaba con acceder a la Corporación como concejal del PSOE?

- No haber conseguido entrar como concejal desde el principio de este mandato fue más un disgusto desde el punto de vista del partido que desde el personal, porque siempre se aspira a obtener mejores resultados. Pero en todo momento he estado apoyando al grupo de concejales y a los compañeros que han solicitado mi asesoramiento.

- Usted fue ya concejal del Ayuntamiento de Zamora durante otro mandato del PP, años atrás, aunque, posteriormente, abrió un paréntesis en la política activa. ¿Qué le impulsó a volver al primer plano?

- El partido me preguntó si estaba dispuesto a concurrir en una lista y quería que algunas personas, en particular, tomaran nota de que yo me había decantado por una opción política en concreto, estuviera o no en activo. Llevo muchos años trabajando como funcionario de la Junta de Castilla y León en puestos de cierta responsabilidad y algunas personas pueden llegar a confundir la profesionalidad con decantarse hacia una determinada opción, distinta a la que gobierna ahora mismo en la Comunidad. Yo soy un profesional y mis opciones políticas están al margen del trabajo que desempeño.

- El PSOE ha denunciado reiteradamente las actuaciones que, en materia medioambiental, se han llevado a cabo desde el Ayuntamiento de Zamora. ¿Usted salva alguna de ellas?

- En todos estos años, algo bueno debe haber en la gestión del PP, aunque los "grandes números" le sean negativos. Iba a decir "rojos", pero siendo el PP sería una contradicción. Son actuaciones que podrían haber hecho de Zamora una ciudad bonita, cómoda y agradable y ha sido una pena que hayan caído en sus manos. Se han dejado pasar grandes ocasiones en las márgenes del Duero, o Valorio. Si hay que señalar algo positivo, yo diría que las iniciativas, pero la manera de desarrollarlas ha sido lo malo.

- En el caso de las márgenes del río, el PSOE defendió en su día otro proyecto que incluso se consideró entonces más "duro" que el que se ha llevado a cabo?

- Hay que saber diferenciar entre un plan, que es la presentación de una iniciativa, y un proyecto, que materializa esos planes. La pretensión del PSOE, entonces, era reintegrar al Duero en la ciudad, para que se dejara de vivir de espaldas al río. Luego, el PP ha desarrollado mal los proyectos. El resultado, en muchos casos, es irreversible, porque resultaría carísimo levantar lo que se ha hecho y rehacerlo de nuevo, pero pueden llevarse a cabo medidas que suavicen lo que se ha hecho hasta ahora.

- ¿Qué ha fallado en Valorio?

- Lo primero que debería plantearse en Valorio es si se trata de un parque periurbano, un parque urbano o un monte cercano a la ciudad. Las inversiones que se han realizado no tienen coherencia alguna. Debería llegarse a un acuerdo sobre lo que es Valorio para la ciudad. Incluso oir a la ciudadanía sobre lo que pretende para ese espacio.

- ¿Cuáles son los déficits de la ciudad en materia "verde"?

- La calidad de vida de Zamora, en este sentido, es evidente frente a grandes ciudades. Pero habría que diseñar unos espacios verdes acordes con las necesidades de la ciudad, sin desperdiciar agua para regar jardines como todavía ocurre. Y falta mucha conciencia ciudadana: perros que defecan en las calles, desperdicios? En muchas ocasiones, la ciudad se ve sucia. Me sorprende que ocurran cosas como el aluvión de basura que se genera en Semana Santa, por ejemplo. Eso demuestra que la cultura medioambiental en Zamora está muy poco desarrollada.

- ¿Cree que los ciudadanos tienen claro qué es la Agenda 21?

- La Agenda 21, hasta ahora, sólo sirve para propaganda si es el Gobierno quien la utiliza, o un arma arrojadiza en manos de la oposición. Debería hacerse una campaña institucional, sin color político, para explicar qué implica y qué pretende.