Angel, amigo, te has ido el día 2 de febrero, el día de la Presentación del Señor en el Templo. Y tú, con la transparencia del niño que seguías teniendo dentro, te has presentado a las puertas del Templo eterno, donde te esperaba un sitio privilegiado, dejando detrás una biografía en la que ya no caben más amigos y más gente que te quería y ahora llora, empezando por los tuyos.

El corazón, en el que tanto amor había, se te cansó. Y habrás llegado allí con tu blanca túnica de cisterciense y un farol en las manos de tu Hermandad del Sábado de Dolores, mientras te llegan las notas de un gregoriano que te cantamos todos los que te quisimos.

Angel, amigo, te has ido en la víspera de San Blas. Y te imagino como la cigüeña, que a partir de ahora, tendrá su nido sobre la palmatoria-espadaña de una ermita (quizás la de la Moraleja del Vino que está al otro lado), de luz y vida, y desde donde seguirás volando por el cielo azul para seguir acogiendo y acompañando a quienes te quisimos y acompañamos en vida. Y si allí te encuentras con don Fernando, el cura, ten cuidado no te gaste alguna treta porque ya sabes cómo era: otro niño de corazón. Y a ti te quería.

Angel, amigo, sobre la mesa de mi escritorio he puesto desde ayer a "tu" Jesús, Luz y Vida porque parece que escucho unas palabras tuyas cuando te leí dos versos que dicen: "...Que de aquí hasta el cementerio/no hay más que un paso" .Y tú contestaste "Qué verdad tan grande".

Angel, amigo, por favor, por mucho trabajo que tengas acompañando a los tuyos, no dejes de asistir los miércoles a la tertulia (en la calle Benavente, recuerda) de tus amigos y compañeros de estudio de la vieja Escuela Normal de Magisterio, porque siempre habrá una silla esperando tu sonrisa y tus sentencias.

El próximo 8 de abril, Sábado de Dolores, (¿quién me lo iba a decir?), escucharás estos versos que quieren ser una oración en tu memoria:

"Una corona de flores/y un canto gregoriano./Tapia del cementerio./Cipreses. Y al otro lado/nueva LUZ y nueva VIDA/que les trae EL en sus manos./En sus ojos ESPERANZA/y la PALABRA en sus labios"

Gracias, Angel, amigo.

Angel Hernández Benito es profesor universitario y pregonero de la Semana Santa 2006