Amigos y familiares dieron ayer su último adiós a Angel Hernández Benito, presidente de la Hermandad Penitencial de "Luz y Vida", en un multitudinario funeral que dejó pequeña la iglesia de Cristo Rey. Lágrimas y emoción contenida describen la escena que se vivió ayer en la parroquia zamorana, por la pérdida de un hombre al que todos reconocen «una gran personalidad». Hernández, de 67 años, fallecía en la madrugada del miércoles al jueves en una clínica de Madrid tras someterse a una complicada operación de corazón. De talante conciliador, Angel Hernández Benito fue, además de un reconocido semanasantero -también era contador en la directiva de la Junta Pro Semana Santa de Zamora-, un político que dejó huella en el escaño que ocupó en el Senado por la Unión Liberal, en la época de UCD y del ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez

Casado, con dos hijos y dos nietas, Benito ocupó la Alcaldía de Moraleja del Vino, pueblo en el que residió y donde ejerció su profesión de maestro durante años. Nacido en la localidad zamorana de Jambrina, el ex senador tenía fama de persona «sensata, discreta y conciliadora», dos adjetivos que sirvieron para que su nombre fuera propuesto para presidir la Junta Pro Semana Santa, invitación que él siempre rehusó, aunque siempre colaboró y se comprometió con la Pasión zamorana.