La voz de Raquel Tavares pudo con el frío de la noche. En el ábside del convento de San Francisco, sede de la Fundación Rei Afonso Henriques, la cantante reunió a cientos de zamoranos en la inauguración del III Certamen de Fados de Castilla y León.

Acompañada por sus tres músicos habituales, Tavares, toda simpatía, combatió las bajas temperaturas y el fallo del pie de su micrófono con buen humor. La cantante, que nació en Lisboa en 1985, ofreció un completo repertorio de canciones. Desde títulos muy conocidos hasta composiciones de uno de sus músicos. Sin olvidar, por supuesto, los fados dedicados a Lisboa, su ciudad natal.Tavares dejó un buen sabor de boca y ganas de volver a los dos siguientes.

Aunque alguno de los asistentes, que se desplazó en su coche se encontró con una desagradable multa de 90 euros por dejar su coche mal aparcado ante la falta de aparcamiento en la propia Fundación.

El Certamen de Fados continuó ayer con Helder Moutinho que ofrece en sus conciertos un estilo completamente distinto a la Tavares. Aunque inicialmente, Moutinho sólo cantaba para los suyos, pronto le surge una invitación en una casa de fados del Barrio Alto de Lisboa. A partir de este momento y del contacto con otros fadistas comienza a escribir sus propias letras. El Certamen se clausura hoy con la actuación de Aldina Duarte.