Pedro García Alvarez, presidente del IEZ "Florián de Ocampo": «Si no recibes críticas, es que pasa algo»

«Intentaremos mantener lo consolidado y avanzar en el reconocimiento de relevantes figuras de Zamora»

Jesús Hernández

- Después de pertenecer a tres directivas del Instituto de Estudios Zamoranos, se presenta a la presidencia. ¿El trabajo anterior no era suficiente?

- Sí. Y he laborado muy a gusto con los antecesores. Este cargo significa la asunción de una responsabilidad, pero también te libera de trabajo respecto a la secretaría. El "día a día" de ésta resulta más duro.

- Siempre se habla de la herencia recibida. ¿Usted no lo hace?

- Yo creo que el Instituto siempre ha tenido un "leiv motiv" muy similar. Al menos, es lo que he conocido. En cierta etapa, prevaleció un determinado criterio. Y, posteriormente, otros. Pero los pilares básicos del IEZ continúan siendo la convocatoria de becas para la investigación, las publicaciones, la organización de cursos y ciclos y conferencias. A veces, ocurre que organizamos otras cosas, como el II Congreso de Historia de Zamora o el previsto sobre la Emigración, el próximo año. Y nuestro propósito es, también, continuar con la biblioteca, que fue una acción que se comenzó a concretar bajo la presidencia de Miguel de Unamuno. Es algo que debemos cuidar y dar a conocer a los investigadores.

- ¿Qué antiguos proyectos se propone recuperar?

- Vamos a intentar una cosa: mantener lo consolidado y avanzar en un camino: el reconocimiento de aquellas figuras relevantes que ha dado Zamora. Por ejemplo, Claudio Rodríguez. Es una persona a la que la ciudad debe mucho (en cuanto a la difusión de la propia tierra). Además del Concurso Internacional de Poesía, hay un proyecto para crear un seminario estable para el estudio de la obra del poeta. Lo intentaremos poner en marcha el próximo año, con la ayuda de Clara Miranda, esposa del creador, y la inestimable cooperación de Concha González, directora de la Biblioteca Pública del Estado... El calendario de actividades y el presupuesto para este curso (2004) está aprobado y en marcha. En la propuesta para el próximo año, debe implicarse más la masa social del Instituto. Por eso, tengo la intención de reunir a todas las secciones.

- ¿Cuál será su "proyecto estrella"?

- Hay una gran cantidad de originales. Existen no sólo trabajos meritorios, sino muy buenos. Además, muchos son el resultado de proyectos de investigación, becados por el propio Instituto. Intentaremos dar salida a esos estudios, como lo hemos hecho en los últimos años. Sobre todo, a través de la colección de Cuadernos de Investigación. Y me parece muy importante el Congreso sobre la Emigración. Por desgracia, ésta es tierra que "expulsa" a sus gentes. Supone una increíble sangría humana y, además, significa mucho en el "corazoncico" de cada uno, al verse obligado a dejar a los suyos y a su tierra para abrirse un horizonte lejos de aquí. Y, al mismo tiempo, las nuevas circunstancias de las coyunturas económicas nos situarán en otro plano: vamos a ser tierra receptora de emigración. Ese Congreso será importante porque analizará los distintos movimientos migratorios a lo largo de la historia, y también nuestra realidad actual. Hay grandes empresarios, oriundos de esta provincia, y el Congreso tal vez pueda servir para su exposición de ideas e implicarlos más en el desarrollo de esta tierra, con menos dependencia de las instituciones públicas.

- ¿Cuál será la participación del IEZ en el Congreso sobre la Emigración?

- Disponemos de una reciente experiencia: la organización del II Congreso de Historia de Zamora, donde ya existió colaboración. La iniciativa parte de la UNED, y el Instituto se suma a algo que considera relevante en el pasado provincial.

- Definió su candidatura como integradora. ¿Integradora de...?

- El IEZ está formado por una masa social muy plural. En todos los sentidos: desde el punto de vista ideológico a las disciplinas del conocimiento académico de los socios. En la candidatura, había personas de reconocido prestigio que pertenecen a todo el arco, profesional y político.

- La participación de los socios: ¿asignatura pendiente de sus antecesores?

- Sí. Es una de ellas. No sé cómo encontrar esa fórmula mágica que consiga que el socio se integre y participa más en las actividades del Instituto. Por ejemplo, la organización de una conferencia lleva un trabajo de infraestructura. Traes una figura relevante y no asiste toda la gente que se desearía que, por la entidad de aquélla, estuviera presente. Hay que implicar a los socios en la labor de la institución. Tal vez una forma de hacerlo pudiera ser la convocatoria, con cierta perioricidad, de reuniones de las distintas secciones.

- ¿Se ha preguntado cómo llegar más a la ciudadanía?

- Comenzamos a trabajar, durante la presidencia de Carmen Seisdedos, en la organización de algunas conferencias con más calado en el público zamorano. Fue el caso de las dedicadas a los tapices de la Catedral (a cargo de Santiago Samaniego), a la arquitectura en la Edad Moderna (por Luis Vasallo) o Doña Urraca (José María Mínguez). Continuaremos en esa línea, sin olvidar la base científica del propio Instituto. Intentamos, desde hace cuatro años, buscar asuntos que puedan atraer al publico. En este sentido, tenemos previstas varias actividades, como conferencias y mesas redondas.

- ¿Se publicarán las Actas del II Congreso de Historia?

- Sí. Un congreso no es tal sin las actas. Ocurre que el margen presupuestario para el año actual está cerrado. Tenemos en perspectiva la publicación del primer tomo de esas actas antes de finalizar el 2004. Lo otros dos serán editados en años sucesivos.

- ¿Volverán, algún día, los "cursos de verano" propios?

- Es algo por lo que hemos luchado en los últimos cuatro años, con la implicación de la Universidad de Salamanca. Lo ideal sería que el propio Instituto organizase sus cursos. Para eso, hay que tener en cuenta el presupuesto. Cuando se realizaban de esa forma, se contaba con el doble de lo dispuesto en la actualidad. Se ha producido, de manera sucesiva, una serie de recortes. Sin embargo, esos recortes no se han notado mucho si lo comparamos con las actividades efectuadas. Para eso hay que realizar muchos números, muchas cábalas. Lo idóneo sería que los organizásemos el IEZ. Pero cuando así fue, disponíamos del doble de presupuesto.

- El IEZ abrió su biblioteca a socios e investigadores. Pero las consultas son escasas.

- De momento, no hay gran afluencia de consultas. No le hemos dado la difusión debida. Los últimos años se dedicaron a los trabajos de clasificación y catalogación de la propia biblioteca. Es riquísima en temas locales Disponemos de casi 15.000 volúmenes. Con el nuevo vocal de Lingüística, Jesús Portales, intentaremos que el centro entre en un funcionamiento fluido y que los investigadores y los socios tengan la posibilidad de desarrollar ahí sus trabajos.

- Pasado el tiempo, ¿sabrá hacer uso de la autocrítica?

- Lo de la autocrítica debe ser complicado para algunas personas. Para mí, es muy simple. La he practicado desde pequeño. Me lo enseñaron desde entonces. Más aún: si no recibes criticas, es que pasa algo. Y si no te criticas a ti mismo, es mucho peor.

«La Semana Santa forma parte de la amplia cultura»

- Archivo de la Guerra Civil, en Salamanca. ¿Usted se desprendería de un papel, de esos que reclama Cataluña?

- Contesto como ciudadano, y no como presidente del Instituto. Yo creo que lo fundamental es la unidad del fondo. No se debe romper... Me parece magnífico que la ciudadanía de Salamanca salga a reclamar que ese Archivo se quede en su ciudad. Sin embargo, paradógicamente, son incapaces de salir a la calle para reclamar un archivo municipal digno. Y es la documentación más cercana. A lo mejor están jugando con una serie de manejos de distintas posturas políticas. Y el problema, sobre todo, es archivístico.

- Pedro García Alvarez es semanasantero. Preside una cofradía. Eso, además de otras cosas, ¿también es cultura?

- Creo que sí. La Semana Santa forma parte de la amplia cultura. Sin embargo, en lo que se refiere a Zamora, hay una pequeña contradicción: cuando más prestigio y más alta está, más baja se halla la ciudad y la provincia. Parece que sólo disponemos de eso. Y la Semana Santa forma parte de algo nuestro, que siempre se ha sabido cuidar, que ha evolucionado con los tiempos... Recuerdo una frase de González Vallvé. Decía: «Si los zamoranos nos juntásemos para sacar las cosas adelante, en la capital y en la provincia, como hacemos con la Semana Santa, ¿dónde estaríamos?».

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