- Expuso por primera vez en Zamora en 1993, en la galería "Ovalo". Y desde el principio se decantó por la pintura figurativa y, con frecuencia, los motivos zamoranos.

- La figuración es un campo en el que me siento muy a gusto. Me apetece experimentar en él: desarrollar la captación de la luz, de la atmósfera, del color. De los diferentes elementos del lenguaje plástico. El contacto con la ciudad -«yo soy yo y mi circunstancia»- te impregna. Tu entorno es determinante. Te condiciona a la hora de crear. En esta exposición, salvo en un caso -donde recojo un escaparate de un comercio-, la temática es cosmopolita. No se trata de algo localista.

- Para usted, resulta más difícil crear una buena obra de arte abstracto que una buena obra de arte figurativo.

- Si es bueno el abstracto, así es, porque también hay cosas que no se sujetan. Resulta muy difícil llegar a esa perfección: realizar una idea con el menor número de elementos y transmitir unos sentimientos, unas emociones, al espectador.

- El mundo del tren, el universo de la mina... ¿Por qué su interés en eso: en lo alejado del esplendor social?

- El mundo del trabajo requiere muchos sacrificios. Es la dureza de la vida. Yo reflejo esos ambientes que tuvieron esplendor y ahora se hallan en decadencia... Mi pintura tiene un componente evocador.

- ¿Y por qué le atrae tanto, artísticamente, el universo en decadencia?

- No me lo he planteado. Sale del inconsciente. Me pongo a pintar, y me encuentro cómodo con eso. Me inquietan una serie de cuestiones, e intento llegar a una conclusión, a unas metas, a unos logros.

- ¿El realismo social no está pasado de moda?

- España vive una buena situación social y económica. Sin embargo, habría que reivindicar muchas causas en el mundo. Y el arte es un medio de expresión, de comunicación, que podría servir para luchar por la búsqueda de un mundo mejor.

- ¿Lo suyo es realismo impresionista?

- Sí. En la muestra hay cuadros que se encuentran a caballo entre el realismo -algunos, con tintes de hiperrealismo- y el impresionismo.

- ¿Cuál es la principal idea que puede desprenderse de su obra?

- Mi pintura es evocadora. Los juguetes infantiles, las estaciones abandonadas, las zonas mineras en decadencia, los lugares industriales decadentes, los comercios antañones, los talleres abandonados... Es una pintura introspectiva.

- Una pintura sincera. Así es su producción.

- Decía el maestro Ramón Abrantes, al que debo muchas enseñanzas -del arte y de la vida- que la pintura es trabajo, trabajo y trabajo. Y la madurez constituye un fruto de aquél. Vas creciendo como artista y como persona.

- Ramón Abrantes, su gran maestro y amigo. Por eso el homenaje.

- Sí. Las obras eran el inicio de una nueva serie, que me llevaría bastante tiempo, sobre "Interiores", donde aparecen entornos de estudios de pintores, escritores y escultures, sacristías de algunas iglesias románicas de Zamora... La serie se inició con el estudio de Ramón.

- ¿Qué espera encontrar en esos recintos eclesiales?

- Busco la captación del ambiente, la luz, la disposición de los elementos, la esencia, lo antañón... Lo que no se halla a la vista. Lo que está detrás de la fe y del trabajo del artista.

- Le gustan las series: Venecia, Estaciones, Crisis de la Industrialización, Oficios antiguos, paisajes, mendigos...

- Con el desarrollo de la obra, surgen nuevas ideas sobre otros aspectos. Intentas sacar el máximo partido a lo que realizas.

- Publica "Iconografía del Quijote", libro que intenta acercar plásticamente la obra de Cervantes. ¿Es un libro de imágenes o es un libro iniciador del gusto por el arte?

- Yo elaboré, en la asignatura de Plástica, con mis alumnos, una serie de fichas: 26, donde se aglutinan distintos tipos de manifestaciones artísticas: pintura, dibujo, escultura, grabado, diseño, fotografía, numismática, escenografía... Y, con eso, perseguía acercar el mundo de las artes a los alumnos y difundir la obra literaria de Cervantes. Intenté aunar los dos aspectos, con el fin de que los estudiantes adquieran una sensibilidad hacia la lectura y la plástica.

- El Castillo: ¿Museo para Baltasar Lobo...o para más artistas?

- Me parece muy bien que el nuevo Museo de Baltasar Lobo tenga el cometido de albergar y difundir su obra. Pero un centro de esas características tiene que ser un ente dinámico, abierto a todo tipo de tendencias plásticas. Debería contar con exposiciones temporales, además de la obra permanente del escultor. Será interesante la presentación de muestras de todo tipo artístico. Dar a conocer el museo resultaría muy importante para la ciudad.

- Los localismos artísticos empobrecen.

- Sí. Yo me siento orgulloso de ser zamorano, pero no se puede anquilosar uno en realizar asuntos locales. Hay muchas cosas que se pueden investigar en la pintura.

- Artísticamente, ¿no hay un poco de paletismo en Zamora, donde mucho se desprecian las vanguardias y se elogian viejos realismos?

- Hay público para todo. Existe gente culta y preparada que sabe muy bien lo que quiere. Y hay artistas que tienen un relevante papel en el ámbito nacional, que han trascendido y superado nuestras fronteras.

- Si el arte es sincero, ¿qué revela, qué aporta a la persona?

- La búsqueda reconforta. Y, además, te descubres a ti mismo. No sólo realizas algo para ti. Lo comunicas, lo das a conocer a los demás, aunque sea criticable por algunos.

- El creador artístico siempre espera algo del espectador. En su caso, ¿qué es?

- Que no se quede indiferente ante lo que contempla, que la obra genere una inquietud en él y le haga pensar.

- Ha participado en dos ediciones de la Bienal. Cerró la última.

- Esta edición me ha gustado más que las anteriores. Era una muestra variada. Dio cabida a diferentes tendencias estéticas, tanto de figuración como de abstracción o conceptual. Mi impresión fue buena. Otros años no me dejó con "buen cuerpo". Y me han encantado las "paralelas", que complementan.

- A veces pasa por vanguardia...

- Sí. Yo creo que hay mucho "pufo". Y existe, también, mucho marketing. Hay cosas buenas, hechas con sinceridad, pero también existen pintores que consiguen grandes objetivos con mucha inyección económica. Todo eso facilita buenas salas de exposiciones, críticas...

- El arte es, entre otras cosas, lucidez. Y mucho más.

- Espíritu de sacrificio, constancia, trabajo, reflexión.

- ¿Angel Cerdera hace mucho caso a los cánones (actuales) artísticos?

- Me gusta estar al corriente de lo novedoso, aunque cada uno se expresa de la manera que más a gusto se siente. Actualmente, conviven todo tipo de estilos y tendencias. Y el artista debe buscar su propia personalidad y ser sincero.