Toda crisis ofrece una oportunidad y la ciudad de Zamora está dispuesta a aprovecharla. La pandemia del coronavirus ha hecho mella en la actividad económica de la capital. Más de un año de cierres intermitentes han obligado a demasiados negocios a tirar de reservas, pero el horizonte que abre el fin del estado de alarma es un soplo de aire fresco para el sector servicios, principal motor de este territorio. Además, el Plan de Recuperación será un acicate para volver al trabajo. La inyección económica de Europa debe ser un punto de inflexión para un territorio que necesita de ayudas de cara a su despegue. No hay otra opción. Si se quieren invertir las previsiones sociodemográficas que auguran negros nubarrones, hay que remangarse y ponerse manos a la obra. Que, el futuro, está por delante.

Terrenos de ADIF y Campus Viriato. | LOZ

Comerciantes y hosteleros miran por fin con cierta esperanza hacia lo que viene a continuación, después de un año y medio para olvidar. Conviene recordar que el sector servicios es el que más personas emplea tanto en la capital como en la provincia. Por eso, desde el Ayuntamiento de Zamora se decidió apoyar desde un inicio a los pequeños empresarios que tuvieron que cerrar sus negocios en aquel confinamiento que arrancó el 14 de marzo de 2020. Fue, de hecho, la primera institución que puso dinero en el bolsillo de los autónomos, en lo que por aquel entonces se denominó el Plan Relanza. Esta misma semana, Francisco Guarido anunciaba el lanzamiento del Relanza 4 y el Relanza 5, que continuará por la senda de ayudar a fondo perdido a quienes peor lo han pasado a cuenta de la pandemia.

Zamora se sube al tren del progreso

Y es que, una ciudad sin servicios es una ciudad muerta. Por lo que todos los zamoranos han tratado de volcarse con ese comercio de proximidad, esa hostelería de aquí y esos profesionales que siempre están dispuestos a atender a los ciudadanos para que todo el mundo pueda salir beneficiado. Ahora bien, el tren del futuro cambia las normas del juego y lo que toca es renovarse. Por eso, desde el Ayuntamiento de Zamora han ideado una serie de estrategias de cara a aprovechar al máximo los fondos europeos de recuperación que deberán llegar a la capital a lo largo de los próximos años.

El siglo XXI gira en torno al medio ambiente y por eso la ciudad de Zamora planea una transformación verde. Su transformación. Se hará, en primer lugar, tratando de recuperar espacios para el peatón que perdió en el pasado, con la revolución de las máquinas. Más bicicletas, más caminar y menos coger el coche. Además, las infraestructuras tendrán que adaptarse al nuevo modelo y por eso está previsto levantar un nuevo edificio municipal bioclimático en la antigua estación de autobuses, así como aplicar criterios de eficiencia energética en todos los inmuebles públicos.

Pero, si hay una punta de lanza en la recuperación de Zamora, ese es el proyecto del parque tecnológico ADIF-Renfe en los terrenos de la estación de trenes. Una ambiciosa iniciativa que busca crear las condiciones idóneas para el desarrollo de actividad económica relacionada con la tecnología del conocimiento y el desarrollo de nuevos nichos de actividad que puedan surgir en este proceso de transición. Toda una apuesta llamada a revolucionar la ciudad tal y como se conoce hasta la fecha.

La reinvención de zamora se encuentra en el horizonte 2021 y 2025 y las instituciones zamoranas están absolutamente preparadas para hilar muy fino y conseguir que el futuro se instale por fin en una ciudad que debe convertirse en un lugar donde nunca más se cuestione el futuro.