La pandemia del coronavirus ha servido para recordar quiénes somos, qué es lo esencial y dónde está lo superfluo. Y, el hombre, siempre vuelve a la tierra. Por eso, el campo se ha vuelto más importante que nunca y muchas personas se han dado cuenta de la importancia que los agricultores y ganaderos tienen en esta sociedad. Cuando todo el país paraba, cuando los trabajadores estaban encerrados en sus casas y la actividad económica se quebraba, el sector primario de la provincia de Zamora supo dar ese paso adelante para contribuir y ayudar en un escenario inédito hasta la fecha. Fueron ellos quienes garantizaron los productos básicos, quienes acudieron a la huerta, a pastorear, a ordeñar, a trabajar la tierra. Y lo hicieron, como siempre, con la tranquilidad y humildad de quien sabe que está haciendo lo correcto.

A lo largo del último año y medio, el sector agroalimentario de la provincia de Zamora ha tenido que emplearse a fondo para garantizar a todos los ciudadanos el suministro. En los primeros días de estado de alarma de marzo de 2020, la sombra del desabastecimiento planeaba sobre el pensamiento de los ciudadanos, pero agricultores y ganaderos fueron los encargados de salir al paso y tranquilizar al personal. Empresas como Cobadu, la más importante de todo el territorio, continuaron esforzándose al máximo y con total diligencia para que ningún virus impidiera al ganadero perder actividad, al agricultor tener que parar y al ciudadano verse sin productos.

Instalaciones de Cobadu en Zamora. | Jose Luis Fernández

Del pez más grande al más pequeño, todo el mundo dentro del sector ha arrimado el hombro para salir del paso. Como así lo ha hecho Avícola Galocha, una empresa familiar dedicada a la cría, sacrificio y despiece de aves asentada en San Cristóbal de Entreviñas que, además, en sus dos tiendas de Benavente ofrece un trato directo de venta y prepara comida casera para que cada uno la disfrute en su domicilio.

Sin campo y sin ganadería no se puede sobrevivir. Y eso lo han demostrado los miles de zamoranos que durante todo este tiempo han estado al pie del cañón para garantizar a todo el mundo el plato en la mesa. La industria agroalimentaria, cada vez más potente en la tierra, está llamada a liderar el timón económico en los próximos años. Con productos de calidad y trabajo de excelencia. Ese es el sello de Zamora.