Coche amarillo, humo negro: Las calles de Zamora, ¿un circuito de carreras?

Los zamoranos dan la voz de alarma ante un coche que se hace notar con trompos y acelerones al más puro estilo "Fast and Furious"

No solo hay uno y circulan por todas las calles de la ciudad causando la temeridad de los viandantes

Un coche haciendo un trompo.

Un coche haciendo un trompo. / Shutterstock

T. S.

Si eres de Zamora, es difícil que no te lo hayas encontrado: un coche de color amarillo con cristales tintados que le gusta hacerse notar con sus trompos y acelerones acompañados de una gran velocidad y un intenso humo negro que provoca un característico olor a goma quemada que no resulta desapercibido para nadie. Tan a menudo suele verse por las principales calles de Zamora que la alerta ya ha trascendido a las redes sociales: "Hoy ha pasado por La Amargura a más de 130 kilómetros por hora... Al parecer le pareció emocionante la aventura de poder llevarse alguna vida por delante y, de paso, llenar toda la calle de un humo totalmente negro donde no se veía nada". Así lo cuenta una zamorana que asistió a tal hazaña este viernes. Aunque reconoce que "tardé en reaccionar", acto seguido llamó a la Policía "y ojalá todo el mundo lo haga cuando lo vea para que lo detengan de una vez".

Puntos calientes

Todos hablan de un coche amarillo pero no es el único. Hay más, no son muchos pero se hacen notar. Se les ha visto y oído por varias calles de la capital, como La Marina, Pinilla, la avenida de Portugal, Puerta Nueva o incluso a la salida de algunos aparcamientos subterráneos como el de la plaza de la Subdelegación, sobre todo, de noche. Son algunos de los puntos calientes en los que este tipo de conducción son más habituales, aunque hay muchas zonas más. Pocas se libran.

El principal peligro de estos sobrevirajes son los daños colaterales para el ciudadano de a pie que no tiene la culpa de que haya quien se crea protagonista de la película "Fastd and Furious". Además, al hacer un trompo, ya sea con las ruedas de delante o con las traseras, el movimiento lateral de la carrocería es más fuerte que el longitudinal, de modo que si el coche choca sobre las puertas puede acabar en siniestro total.

Las multas

La imprudencia es mucho más que eso e incluso traspasa el nivel de acto vandálico. Conducir con trompos por las calles de una ciudad es una imprudencia que se cataloga como muy grave por la Ley de Tráfico. Si te pillan haciéndolo y supone un peligro para la seguridad del resto de usuarios de la vía -como es el caso- la consecuencia contempla incluso la pena de cárcel. La sanción estipulada por la DGT es de 500 euros, además de seis puntos del carnet de conducir.

Tracking Pixel Contents