Sucesos en Zamora
La empleada de hogar que "limpió" 30.000 euros a su jefa de 90 años en Zamora cumplirá dos de prisión
La trabajadora descubrió la clave de la tarjeta de la anciana para realizar reintegros de hasta 2.000 euros
La Audiencia acusa a la condenada de decorar y pintar su casa, cambiar las ruedas del coche y renovar el menaje del hogar

Asistenta que estafó 30.000 euros a la anciana testifica en el juicio de la Audiencia. / J.N. (Archivo)
De la compra de yogures y de una bicicleta, a extraer 27.940 euros en un año de la cuenta de su jefa de 90 años para quien limpiaba en su casa, un delito de estafa por el que la Audiencia de Zamora acaba de condenar a la empleada a dos años de prisión.
Las facturas a su nombre, la grabación de un cajero automático que la captó realizando un reintegro y yéndose en dirección contraria al domicilio de su jefa o las cámaras del comercio que la capataron con su hijo adquiriendo un reloj digital de alta gama colocaron a la recién condenada en el centro de la investigación de la Guardia Civil.
Descuentos del sueldo
La sentencia considera que "no es verosímil" el argumento de la imputada por estafa de que su jefa le permitía realizar esos gastos personales y disposición de dinero que después le descontaba el dinero de su sueldo, un sueldo que oscilaba entre los 12 euros y los 15 euros por hora, en una jornada de dos o tres horas cada uno de los tres días de la semana que la tenía contratada. "Implicaría que durante varios meses no cobraría" nada. Además, las compras de vino o de perfumes no encajan con la vida que llevaba la anciana.
La limpiadora no reparó en gastos a lo largo de un año completo, entre 2020 y 2021, bien con el uso de la tarjeta bancaria, bien sacando dinero del cajero, doce meses en los que renovó desde las ruedas de su vehículo hasta pintar su casa, comprar el menaje del hogar, una olla exprés, el edredón o diversos objetos de decoración como espejos, maceteros o cuadros, unos gastos insignificantes para el "meneo" que aún estaba por darle a la cuenta bancaria de su la nonagenaria.
La imputada comenzó sacando del cajero cantidades de 300 euros al mes hasta mitad de 2020 y, al comprobar que no era descubierta dada la plena confianza que la anciana tenía en ella, terminó por ir elevando a los mil euros en julio de ese año y de 2.000 euros entre agosto de ese año y hasa el uno de febrero de 2021, cantidades a las que sumó compras en diferentes establecimientos que llegaron a sumar otros 216 euros.
La diligencia del empleado del banco
Su trabajo en el domicilio de la vecina de Benavente le permitió descubrir dónde guardaba la clave de la tarjeta, después de que la mujer le indicara dónde y la ahora condenada a medida que fue tomando conciencia de que nadie advertía el descenso progresivo del dinero que la anciana tenía en una de sus dos cuentas. No contó con la diligencia del empleado de banca, que terminó por advertir a la titular de los "reintegros y compras inhabituales" que aparecían en su cuenta.
La documentación que remitieron los dos bancos a la anciana confirmaron que alguien se estaba beneficiando de los ahorros que tenía en una de sus cuentas, precisamente la vinculada a la tarjeta que refleja reintegros frecuentes a partir desde febrero de 2020 y que finalizan cuando la anciana denuncia a su empleada de hogar.
En el mismo periodo, los gastos de la cuenta que la víctima de la estafa tenía en otro banco eran los habituales de recibos de la casa y reintegros que efectuaba la titular para la compra de comida y gastos habituales, un movimiento que coincide con lo expuesto por la denunciante ante la Guardia Civil de Benavente que investigó el caso.
Las grabaciones
Las grabaciones de una de las operaciones que efectúa la empleada del hogar en un cajero se convierte en una prueba dundamental de que la procesada realizó reintegros de "importantes cantidades en metálico extraídas en muy poco periódo de tiempo" para quedarse el dinero porque se la puede observar cómo "se van en dirección contraria a la vivienda" de la anciana, indica la sentencia de la Audiencia.
Estas imágenes vienen a desdecir a la justificación de la trabajadora que afirmó en el juicio que era la anciana la que le pedía que sacara el dinero para entregárselo en casa. A esta contradicción se añade el que las compras que realizó la procesada con la tarjeta no eran para su jefa, como vienen a demostrar las facturas de algunas adquisiciones que figuran an nombre de la empleada, como es el caso de la reparación de su vehículo, el cambio de las ruedas, el servicio de una cínica veterinaria o la compra de pinturas, de un reloj digital de una marca cara.
Suscríbete para seguir leyendo
- Así será la nueva 'ciudad militar' de Monte la Reina en Toro
- Buen ritmo de obras y una joya del románico bajo el Mercado de Abastos de Zamora
- El tiempo en Zamora durante la Semana Santa de 2025
- Cobadu, mayor empresa de Zamora, por delante de Azucarera
- Solo te pido follar, no se va a enterar tu marido', acosa a su vecina anciana en Zamora
- Sanitarios del hospital de Zamora podrían incumplir la normativa del tabaco
- Retazos de una historia zamorana
- Menos hosteleros zamoranos por la amenaza de grandes cadenas y la despoblación