Miguel Casaseca | Presidente del Seminario Permanente Claudio Rodríguez
"Queremos que la obra de Claudio se transmita de la manera más rigurosa"
"Vamos a velar por el derecho de integridad de su poesía para que lo que se edite físicamente y on line respete su intencionalidad"

El presidente del Seminario Permanente, con una primer a edición de «El don de la ebriedad» a las puertas de la Biblioteca con la placa de la ruta dedicada al poeta zamorano. | J. L. F. | J. L. FERNÁNDEZ
El profesor de Secundaria Miguel Casaseca descubrió a los 18 años la creación de Claudio Rodríguez, una poética que centra la tesis doctoral que está realizando. Este filólogo pertenece desde hace más de una década al Seminario Permanente Claudio Rodríguez, colectivo que preside y este año está de conmemoraciones, como X jornadas dedicadas al poeta que tendrán lugar de miércoles a sábado en la Biblioteca Pública y están abiertas al público.
–Dos décadas de existencia del Seminario Permanente y décimas jornadas sobre Claudio Rodríguez. Un año muy redondo.
–Efectivamente porque además es el setenta aniversario de "Don de la ebriedad" y el 25 aniversario de la muerte de Claudio Rodríguez el pasado julio.
–¿Sobre qué versarán estas jornadas?
–Las quisimos dedicar a "Don de la ebriedad" por el 70 aniversario de su primera publicación. Siempre cuando hacemos unas jornadas las organizamos con aproximadamente un año y medio de antelación. Hacemos una lluvia de ideas para ver cuál puede ser el enfoque, pues ya después de nueve ediciones no es fácil encontrar un tema lo suficientemente jugoso como para dedicarle tres o cuatro días de conferencias y comunicaciones. En esa reunión decidimos que era un buen momento para centrarnos en ese poemario. Realmente el libro salió en enero de 1954 y es un libro tan singular, tan extraordinario y tan único que deberíamos centrarnos un poquito en él y atender distintas orientaciones, versiones y panoramas sobre el libro.
–¿De qué manera se va a dar visibilidad a distintos enfoques?
–Las jornadas "Claudio Rodríguez. Don de la claridad" son muy variadas. Nosotros siempre intentamos combinar dos factores. Por un lado, que los enfoques sean interdisciplinares. Hacer unas jornadas exclusivamente de críticos o de profesores o de poetas hablando sobre poesía es muy enriquecedor, pero no es nuestro objetivo. Intentamos implicar a especialistas de otras disciplinas para dar perspectivas novedosas del libro. Sobre "Don de la ebriedad" se han escrito tesis doctorales, monografías, decenas de artículos en Estados Unidos y en España, etc. a nosotros nos interesa que se aporten cosas nuevas. Esta edición las va a abrir un escritor con una forma de resolver el género narrativo muy particular encaminada hacia el ensayo que es José Ángel González. El segundo día tenemos a un divulgador científico, Antonio Martínez Ron, porque creemos que la importancia de lo atmosférico, el sol, de la luminosidad, de las cuestiones de la cosmología, etc. en el libro nos invitaban a poder contar con un invitado que sea especialista en ciencia que aportará un enfoque diferente sobre el libro.
–El programa también cuenta con la presencia, entre otros, de tres primeros espadas de la poesía actual Rosa Berbel, Ben Clark y Félix Moyano.
–Nos interesaba ver la influencia en la poesía posterior y en la poesía actual. Tenemos tres poetas de tres edades distintas Aparte de poetas son conocedores de la poesía actual porque también son profesores o son editores como es el caso de Ben Clark. Son personas que están muy al tanto que conocen las posibles influencias de Claudio.
–Dos integrantes del Seminario, Luis Ramos y usted, presentan "El canto vivo de Claudio Rodríguez". Adelántenos, ¿de qué se trata?
–Es un monográfico. Nos lo ofreció la UNED para la revista Studia Zamorensia y se puso con el encargo Luis Ramos. Son cinco estudios sobre la obra de Claudio. Inicialmente va a salir en edición digital. Los que escribimos somos zamoranos y miembros del seminario. Pedro Ojeda, profesor de la Universidad de Burgos, Natalia Carbajosa, profesora de la Universidad de Cartagena, Pablo Malmierca, profesor de Secundaria, Luis Ramos y yo.
–Otro puntal son las comunicaciones, ¿cuántas serán?
–Van a ser 5 de gente bastante joven. Entre otros temas exploran el misticismo en la obra de Claudio Rodríguez, la contemplación y la influencia o el paralelismo con el poeta Antonio Cabrera así como una reflexión sobre el amor y el paisaje en "Don de la ebriedad". Luego saldrán íntegras en la revista "Aventura" que probablemente sea digital el formato a partir de estas jornadas.
–¿Por qué el cambio de formato?
–Por reducir costes y por llegar a un mayor número de interesados. Las revistas de este tipo tienen una vida limitada. Nos interesa más colgarla en repositorios online donde que se pueda acceder a ella desde cualquier lugar. Hay que adaptarse a los tiempos y los costes de la última revista fueron muy altos porque el coste del papel se ha incrementado y tuvimos que reducir la tirada. Debemos gestionar razonablemente bien las ayudas o las subvenciones que nos dan.
–La traducción también estará presente en la programación, ¿de qué manera?
–Habrá un diálogo muy interesante porque participa Natalia Carbajosa que es la traductora moderadora de la mesa y Laurence Breysse-Chanet, catedrática de Literatura Española en la Universidad de la Sorbona y traductora al francés de "Don de la ebriedad", Pietro Taravacci que además es miembro del Seminario que ha traducido prácticamente ya toda la obra de Claudio. Será un diálogo orientado a exponer al público problemas concretos de traducción y cómo se pueden resolver.
–La despedida tiene una guinda festiva...
–Como todo lo que se va divulgar en las conferencias es inédito también lo es el proceso de musicalización de poemas de "Don de la ebriedad" a cargo del proyecto Airanta que coordina y dirige también Luis Ramos.
–¿Habrá exposiciones o algún tipo de actividad paralela?
–Pretendíamos que hubiera una exposición, pero se nos ha echado el tiempo encima. Queríamos buscar materia y documentación desconocida o inédita sobre "Don de la ebriedad" porque tampoco es un libro sobre el que haya demasiada documentación. Hemos efectuado una labor de investigación y recurrido a todos las posibles fundaciones, Biblioteca Nacional, herederos de legado de correspondencia que pudieran tener documentos sobre la escritura de poemario... y nos han dilatado la respuesta en el tiempo. Para 2025 estamos trabajando en una exposición sobre la primera década de escritura de Claudio desde los primeros poemas que publican en El Correo de Zamora en torno a los años 48 hasta justo el momento en el que se va a Inglaterra. Nos gustaría abrirla en noviembre de 2025 en la Biblioteca coincidiendo con la fecha de concesión del Adonáis
–El Seminario Permanente cumple 20 años. ¿Lo van a festejar de alguna forma?
–No. Nuestra forma de trabajo es intentarse serlo más transparente posible en el sentido de que lo que hacemos individualmente para hacer el programa la ruta literaria, la revista, etcétera, no queremos figurar en ningún sitio a título individual. Conmemoramos todo lo relativo a Claudio, lo relativo al seminario nos da un poco más de apuro y no tiene importancia. Nuestro modelo de gestión o de funcionamiento es único, yo no conozco ningún modelo de gestión de patrimonio literario o cultural como el nuestro. Es un grupo de trabajo, trabajamos todos de manera desinteresada nos activamos y nos desactivamos cuando podemos, no es una obligación. Actualmente somos 22 miembros que, por cuestiones profesionales o personales por ejemplo, solicitamos un poco mantenernos al margen en unas jornadas y luego nos sumamos a las siguientes. Trabajamos de una manera bastante particular, no tenemos tampoco ninguna financiación más allá de puntual para las jornadas por parte de la Diputación, el Ayuntamiento, Caja Rural o la Junta de Castilla y León. Nuestra manera de trabajar es bastante única, funciona muy bien y espero que se mantenga durante mucho tiempo.
–¿Qué perfil tienen esas 22 personas?
–Hay desde profesores universitarios, como María Ángeles Pérez López, de la catedrática de la Universidad de Salamanca o Natalia Carbajosa o Pietro Taravacci de la Universidad de Trento. También profesores de Secundaria o especialistas en Claudio Rodríguez que ya están jubilados, como Fernando Yuguero, o bien simples lectores de Claudio que se han interesado en un momento dado por su obra y por pertenecer al Seminario y forman parte activa de él. De los fundadores continúan Concha González, Luis Ramos y Tomás Sánchez Santiago. Los demás no formamos parte del grupo fundador del Seminario Permanente.
–¿Y eso se ha notado?
–Creo que no se ha notado en absoluto porque se mantienen el espíritu fundacional.
–¿Qué objetivos se marca ahora el colectivo?
–A corto plazo queremos que se resuelva definitivamente la cesión de los derechos de autor de Claudio porque se están dilatando en el tiempo y está afectando la edición de la obra del poeta.
–¿A qué se debe?
–Su viuda Clara Miranda falleció repentinamente unos días antes de la cita para resolver notarialmente la cesión de los derechos al Seminario Permanente Claudio Rodríguez. La familia de Clara en todo momento se ha mostrado partidaria, tanto los hermanos como sus sobrinos, de que los derechos de autor los gestione el Seminario. Sin embargo, en ese proceso, cuando creíamos que estaba todo resuelto, se complicó por la aparición de un testamento que habían firmado Claudio y Clara en Zarauz con un albacea de allí. Nosotros nos pusimos en contacto con él. Esta persona se mostró también partidaria de esa opción porque en ese testamento figuraba que la gestión de los derechos iría a una sociedad sin ánimo de lucro y nosotros estamos constituida como una asociación sin ánimo de lucro, pero en una interpretación muy estricta parece que tendría que ser hacia una entidad de beneficencia.
–Y ante eso...
–Hemos buscado la solución y la hemos encontrado para que la explotación de los derechos económicos la lleve una sociedad benéfica, pero la gestión del derecho de integridad, es decir las decisiones sobre lo que se edita, cómo se edita, cuándo se edita, que se respete absolutamente la integridad de manera rigurosa y escrupulosa de la intencionalidad de Claudio en cada poema con los puntos o las comas, esté en el Seminario Permanente porque creemos que es adecuado que especialistas controlen esa parte de los derechos.
–En última instancia controlarían la calidad de las reediciones, antologías o de las traducciones de la producción de Claudio.
–Y, sobre todo, ahora mismo que circula muchísimo poema en la red. También queremos colaborar, en la medida en que podamos, con los portales grandes ayudándolos y proporcionándoles nosotros los textos correctos para se editen online también de una manera rigurosa y escrupulosa sin faltas de ortografía y sin erratas. Hay poemas que se transmiten con alguna errata significativa en alguna palabra o signos de puntuación. Cuando Claudio corregía las pruebas de imprenta, corregía signos de puntuación que en poesía sí son relevantes. Queremos que su obra se transmita de la manera más pura y ortodoxa posible. Queremos cuidar un poco más la transmisión de la poesía online de Claudio que es por donde van los tiros porque ahora un profesor de un instituto si quiere poner un comentario de texto para los alumnos lo más rápido no es ir a la biblioteca coger el volumen escanearlo o fotocopiarlo, es buscar el poema en Internet copiarlo y pegarlo.
–¿Qué organización recibirá los beneficios de las ventas?
–Preferimos que por el momento no trascienda su nombre, pero hemos buscado una entidad duradera en el tiempo.
–¿La poética de Claudio sigue interesando?
–Consideramos que sí. Y como ejemplo tengo una alerta en Google, porque una función del Seminario también es registrar y documentar todo lo que se imprima edite online o en papel sobre Claudio en el mundo, y casi todos los días hay referencias en artículos de opinión a su obra. Eso es un indicador de que sigue interesando, pese a que hace ya un par de años que no se editan ningún estudio monográfico y que no se reedita su poesía quizás porque las editoriales no tengan ese referente de a quién dirigirse tras la muerte de Clara.
–¿Los fondos documentales del Seminario, que custodia la Biblioteca Pública, reciben muchas consultas?
–Sí, también la Fundación Guillén que muchas veces remite a nosotros. No tenemos un informe exhaustivo de las peticiones de información, pero están relacionadas con el ámbito universitario. Suelen contactar a través de correo electrónico bien a la biblioteca si desconocen la existencia del seminario o bien a través de nuestra web. Nosotros les facilitamos lo antes posible la documentación porque la tenemos escaneada. A modo de ejemplo, recuerdo que recientemente nos han solicitado desde Puerto Rico la correspondencia entre Claudio Rodríguez y José Ángel Valente.
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