Testimonio zamorano de la Guerra del Rif

El IEZ Florián de Ocampo publica un libro que reúne la colección de postales que el soldado zamorano Gabriel García remitió a su familia

Postal donde un capellán reza ante restos de españoles. | Ministerio de Defensa. Archivo General Militar de Madrid.

Postal donde un capellán reza ante restos de españoles. | Ministerio de Defensa. Archivo General Militar de Madrid.

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

El zamorano Gabriel García de la Fuente participó como soldado en la Guerra de Rif entre los años 1921 y 1922.

El zamorano remitía periódicamente postales a su familia, que conservó toda la colección y que, tiempo después, la donó íntegramente al Museo de Historia Militar y que actualmente se encuentra depositada en el Archivo General Militar de Madrid.

Una imagen tomanda por un fotógrafo en un campamento. | Ministerio de Defensa. Archivo General Militar de Madrid.

Una imagen tomanda por un fotógrafo en un campamento. | Ministerio de Defensa. Archivo General Militar de Madrid. / Natalia Sánchez

Ese material gráfico representa un testimonio de la manera de vivir y cómo fue realmente esta contienda que acabó con la vida de miles de personas. Además, "a través de esta correspondencia se aportan información sobre los movimientos militares", menciona Fernando Hernández Holgado, autor y editor del volumen "Un campesino zamorano en la Guerra de África. Colección de postales de Gabriel García de la Fuente (1921-1922)", publicado por el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo.

El volumen cuenta con una presentación y una contextualización histórica, mientras que el corpus lo integran las 46 postales, cuyos textos se han transcrito.

La mayoría de las tarjetas fueron editadas por dos casas fotográficas de Melilla, con breves textos donde se explica dónde está tomada la instantánea y qué se puede contemplar, y únicamente hay "dos fotografías captadas por un fotógrafo minutero que visitaba el cuartel o el campamento y fotografiaba a los soldados y vendía a cada uno de ellos una copia" describe el historiador Fernando Hernández Holgado.

El profesor de la Universidad Complutense de Madrid remarca que "esas dos fotos resultan muy interesantes porque realmente relatan un poco la vida cotidiana de los soldados".

En cuanto al resto de imágenes, el estudioso sostiene que "son muy interesantes y hasta paradójicas". En este sentido amplía que "se puede establecer una secuencia de todo el proceso de recuperación de los territorios perdidos en el verano de 1921".

El investigador también describe que algunas de ellas "muestran espectáculos dantescos porque se ven perfectamente cadáveres en descomposición".

El análisis de estas imágenes que el soldado zamorano remitió a sus allegados le mueve a reflexionar sobre qué razón podía tener el Ejército de España para encargar este tipo de postales y de distribuirlas a millares entre sus tropas, de tal forma que esos paisajes sobrecogedores acabaron siendo conocidos por los familiares de la tropa.

Presentación del volumen en el Museo Etnográfico de Castilla y León

Presentación del volumen en el Museo Etnográfico de Castilla y León / Alba Prieto

"Las postales donde se aprecian los soldados posando con ametralladoras, muchas de ellas de la legión, tenían claramente un fin propagandista, pero las fotografías con los cadáveres a centenares en el Monte Arruit a qué propaganda obedecía", interpela.

Hernández Holgado estima que "el hecho de editar y distribuir rápidamente las postales a millares entre los soldados responde a la intención propagandística, es decir, presentar un poco la barbarie que habían cometido las tropas rifeñas". No obstante, en un determinado momento "ese objetivo se vuelve en contra y lo que hacen las autoridades es tomar la decisión de retirar las postales, pero ya era demasiado tarde y generó un efecto contrario en los hogares de miles y miles de militares".

Vacio investigador

El historiador comenta que la publicación, auspiciada por la institución cultural zamorana, llena un gran vacío existente. "No hay muchos trabajos de análisis e investigación de este tipo de postales".

El profesor de la Complutense ha contado para la confección del volumen con la ayuda de Antonio García Goya, un gran apasionado de la historia, "personas sin las cuales los historiadores no tendríamos nada que hacer", y pone en valor que este hombre "fue la persona que se interesó porque esas postales fueran publicadas por instituciones".

"Un campesino zamorano en la Guerra de África. Colección de postales de Gabriel García de la Fuente (1921-1922)" ve la luz gracias al interés mostrado por el Instituto de Estudios Zamoranos, que vende el volumen en su sede, por la investigación realizada por Fernando Hernández Holgado.

El historiador estima que las postales "nos están revelando lo que es realmente una guerra, más allá de la vida diaria de un soldado se muestra la dureza de la destrucción" y desde su punto de vista aportan la enseñanza de "ver realmente una guerra en el año 1921 en todas sus múltiples dimensiones".

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