El fiscal pide que se anule el juicio que dejó libre al maltratador expulsado de Zamora a Portugal

La Audiencia de Zamora deberá decidir si se repite el juicio contra el joven de 27 años que amenazó de muerte a su expareja, condenado ya a 23 meses de cárcel por agredirla el mismo día que volvió a casa de dar a luz. El imputado fue expulsado a Portugal como medida de seguridad para la zamorana, pero volvió al día siguiente a Zamora.

Por ese último delito y otros dos de amenazas de muerte fue juzgado este 31 de mayo pero la incomparecencia de la mujer maltratada, una zamorana de 27 años de edad, impidió a la magistrada del Juzgado de lo Penal conocer de primera mano el relato de los hechos de la víctima para poder condenar al joven a 3 años de cárcel, como solicitaba el fiscal de Violencia de Género, Evaristo Antelo, que pide a la Audiencia que anule ese juicio que se celebró con el único testimonio del imputado y de trabajadores de un CEAS que corroboraron las amenazas del imputado, de iniciales A.D.M.N., contra su exnovia porque no podía ver a su hijo por orden judicial, ya que se le ha retirado la tutela y la guarda y custodia, que le corresponde en exclusiva a la madre del niño que tiene ahora tres años de edad. El joven estaba en prisión provisional hasta el día 1 de junio, cuando se le absolvió.

La pulsera para el maltratador

La zamorana pedía el domingo a través de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que se colocara la pulsera con sistema GPS de geolocalización a su expareja para "proteger a mi hijo y protegerme a mí", convencida de que el procesado les buscaría porque está obsesionado con ver al menor, aunque no tiene régimen de visitas por orden judicial, dada su peligrosidad.

Este sistema, conectado a una centralita, da aviso instantáneo a la Policía Nacional o la Guardia Civil a través de una notificación de que el maltratador se aproxima a su víctima, quien lleva otro dispositivo que detecta la cercanía de su expareja.

La víctima de violencia de género es de riesgo alto, de acuerdo con el protocolo VioGén que determina el grado de riesgo que corren las mujeres maltratadas y las medidas de protección a definir en función de esa calificación.

2009, el año de la primera pulsera en Zamora

El 26 de noviembre de 2009 , dos días antes de que saliera de la cárcel de Topas, el Juzgado de lo Penal de Zamora colocaba por primera vez el primer la pulsera GPS a un maltratador, condenado un año antes por golpear y vejar a su esposa, violencia machista que ejerció desde que se casaron cuando ella tenía 18 años y él 20, según relató la víctima. El 30 de noviembre de 2009 el condenado quedó en libertad tras cumplir un año de cárcel en Topas y la víctima contó con protección hasta 2012.

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