Muere el procurador saucano José Luis Fernández Muñoz a los 92 años, "un gran profesional, ejemplo para todos"

El Colegio de Zamora pierde a un gran baluarte de la Procuraduría en Zamora, exdecano, jurista "de gran prestigio, clave para nuestro colectivo", el actual decano Juan Manuel Gago

Josë Luis Fernández Muñoz, exdecano del Colegio de Procuradores.

Josë Luis Fernández Muñoz, exdecano del Colegio de Procuradores. / L.O.Z.

Zamora dice adiós a uno de los baluartes del ámbito judicial durante casi 50 años, a José Luis Fernández Muñoz, fallecido esta madrugada en Madrid, el decano del Colegio de Procuradores de Zamora que cerró el ciclo del siglo XX de esta organización, que dirigió desde el inicio de los años 90 hasta mediados de 2001, cuando le sustituyó en el cargo Juan Manuel Gago Rodríguez, que ha manifestado la gran pérdida que supone para el colectivo el fallecimiento de un profesional que dejó una huella profunda en el camino.

"Hoy el Colegio está de luto por la pérdida de un gran profesional y una gran persona", ha expresado Gago Rodríguez al recordar al procurador saucano que tuvo que dejar su pueblo natal allá por 1965, cuando el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Fuentesaúco cerró sus puertas, y reiniciar su carrera en Zamora capital, donde se asentó con su familia. En la capital, dirigió uno de los despachos más importantes y punteros de las últimas tres décadas del siglo XX, donde se formaron para opositar muchos de los funcionarios que han pasado o están en los juzgados de Zamora. Trabajó codo con codo con el prestigioso abogado zamorano Juan Antonio Barba Palao, quien fuera en aquellos años decano del Colegio de Abogados.

Fernández Muñoz recoge una condecoración en la fiesta de los procuradores.

Fernández Muñoz recoge una condecoración en la fiesta de los procuradores. / L.O.Z.

La familia, sus amigos y la ciudad despedirán a este zamorano que dejó impronta en la Procuraduría en la misa de funeral que tendrá lugar mañana, a las 13,15 horas en la iglesia de San Torcuato. La capilla ardiente se ha instalado en la funeraria del Tránsito.

Forjado a sí mismo, este licenciado en Derecho "estudió la carrera por libre tras concluir el bachillerato en el Instituto Claudio Moyano" y se volcó por completo en a su actividad profesional, que le valió la imposición de distinción de Orden de la Cruz de San Raimundo de Peñafort, condecoración civil que reconoce los méritos que acumulados en su carrera como procurador, explica su hijo Agustín Fernández González, de camino desde Madrid.

Fernández Muñoz se trasladó a vivir a esa ciudad tras jubilarse "forzosamente, a los 70 años de edad, era un enamorado de su profesión", recalca Agustín que le recuerda como "un trabajador infatigable e incansable", con muchos domingos y festivos dedicados a la procura, ha declarado a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

Entre sus logros como decano del Colegio, "destacar que reactivó la mutualidad profesional de los procuradores que gestiona sus pensiones" y "ya jubilado fue un defensor del mutualista durante años", concreta su hijo.

Como padre, "era un hombre que siempre luchó por su familia, se deshacía por ella, era lo primero. Aún con todos los problemas de salud que ha tenido en sus últimos momentos, su mujer y sus hijos seguían siendo su gran preocupación", añade Agustín. Fernández Muñoz tenía, dos hijas, María del Carmen Fermández González y Ángela Fernández González, una de ellas notaria y otra directora financiera en una empresa, ambas residentes en Palma de Mallorca. El único varón es ingeniero técnico industrial en Madrid, donde reside.

"De carácter enérgico y fuerte, era capaz de valorar muy bien a las personas", una cualidad que pudo haber adquirido durante su profesión, que le grangeó grandes amigos en Zamora, sobre todo, como Santiago Moreno Sebastián, José Utrera, Manuel López Estevan, además de Barba Palao, ya mencionado.

Sus compañeros guardan "un buen recuerdo, era un hombre recto en el trabajo", con un papel muy relevante para la mutua de los procuradores.