Los contaminantes químicos, talón de Aquiles de la calidad del agua en Zamora

La provincia es la mejor de la comunidad en parámetros sanitarios y de cloración, pero es la más afectada por sustancias como los fluoruros

Vecinos de Toro se surten de la potabilizadora por la prohibición de consumo del grifo.

Vecinos de Toro se surten de la potabilizadora por la prohibición de consumo del grifo. / María Jesús Cachazo

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La calidad del agua en la provincia de Zamora ha mejorado notablemente en todos los parámetros sanitarios y de cloración, pero sigue teniendo un problema muy importante con los contaminantes químicos naturales, es decir, la presencia de sustancias como los fluoruros o cloruros. Son las principales conclusiones del informe "Calidad del agua de consumo humano en Castilla y León 2022" que acaba de hacer público la Junta de Castilla y León con datos globales de toda la provincia, aunque no son extrapolables a la capital, ya que por el lugar de la toma, el río Duero, la potente estación de tratamiento y los continuos controles queda fuera de cualquier duda de falta de calidad o riesgo para el consumo humano.

En Zamora existen oficialmente 236 zonas de abastecimiento de las que beben 165.783 habitantes. Hay 730 captaciones de agua, 576 estaciones de tratamiento, 641 depósitos y 550 redes de distribución para llevar el líquido elemento hasta los grifos domésticos.

Hay varios tipos de análisis, desde los denominados de control, a los completos, en grifo, de vigilancia sanitaria y otros. El más básico, el de control, ofrece información sobre las características del agua que se pueden percibir con los sentidos, como sabor, olor, color o textura, además de la presencia de microorganismos o la eficacia del tratamiento de potabilización o cloración. En Zamora se realizaron el pasado año 5.298 análisis de agua, la mayor parte, análisis de control (1.443) y en grifo (1.295).

Agua no apta

De todos estos análisis 4.431 concluyeron que el agua era apta para el consumo, en 445 casos se podía beber aunque incumplía algún parámetro de calidad, en 72 análisis no era apta para el consumo humano y en otros cuatro era incluso peligrosa para la salud de las personas.

Un avance importante es que en Zamora durante el último año se han dado de alta 32 infraestructuras de nueva creación o que estaban ya funcionando pero sin estar registradas. Es la provincia con más altas de toda la comunidad.

En el programa de vigilancia de la desinfección en Zamora se han realizado 1.100 clorimetrías, de las cuales solo una es de seguimiento, es decir, ha sido necesaria repetirla porque en el análisis inicial había defecto o exceso de cloro.

En informes anteriores de la Consejería de Sanidad sobre calidad de las aguas Zamora aparecía como una de las provincias con peores datos por ejemplo de cloración, pero en este último, correspondiente a 2022 resulta que es uno de los lugares con una situación más correcta, frente a sitios como Ávila, Burgos o León, con muchas más clorimetrías de seguimiento.

Contaminación geológica

La contaminación química de origen geológico midió en Zamora los niveles de hierro, arsénico, fluoruros, cloruros, sulfatos, sodio, manganeso. De estos análisis, 24, un total de 13 resultaron de agua no apta y nueve apta pero con algún parámetro inadecuado, las cifras más altas de las provincias de la comunidad.

Este tipo de análisis presenta características singulares que condicionan su vigilancia ya no se pueden tomar medidas a priori para rebajar la concentración. "Solamente el posterior tratamiento es capaz de eliminar o disminuir la concentración de estos contaminantes. Por otra parte, la contaminación suele ser muy constante en el tiempo y no es necesario, para la vigilancia del agua bruta, efectuar numerosas analíticas. Si los valores del muestreo en red superan los límites de no aptitud, se comunica a la mayor brevedad al gestor y a la autoridad local para que declare el agua no apta y proporcione abastecimiento alternativo.

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