La mitad del personal de enfermería dejaría su profesión si se mantiene la “presión” y “estrés” actual

Cuatro de cada cinco están al borde de un problema de salud por la elevada carga de trabajo

Presentación del informe.

Presentación del informe. / Rubén Cacho

Ical

La mitad de los profesionales de enfermería de Castilla y León dejaría su actividad si no se corrige la “presión” y “estrés” actual que aseguran sufren en su día a día. Además, cuatro de cada cinco señala que está al borde de un problema de salud por la elevada carga de trabajo en la Comunidad, donde la Organización Colegial de Enfermería reclama entre 4.000 y 6.000 efectivos más y una mejor planificación de los recursos humanos.

Así lo recoge el estudio que presentó este martes en Valladolid el presidente del Consejo Autonómico de Enfermería de Castilla y León, Enrique Ruiz Forner, y la presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Palencia, Carmen Bárcena, quienes aseguraron que el resultado es “alarmante” y que se lo trasladarán a la Consejería de Sanidad para que tome medidas al respecto.

Además, los profesionales de la enfermería indican que la sensación de limitación en el desarrollo de sus competencias, como la “mala” planificación son las cuestiones en las que se basan para plantearse el abandono de su ejercicio profesional. Por ello, Ruiz Forner indicó que si no se actúa con “rapidez” y “contundentemente” puede generarse un escenario en el que no sea posible dar una atención de calidad. 

De no solucionarse de forma urgente esta situación “alarmante”, “la seguridad asistencial va a peligrar” advirtió Enrique Ruiz Forner, quien señaló que esto podría dar lugar a un aumento de las enfermedades de este colectivo e influir de manera “negativa” en la calidad asistencial. Además, denunció que “muchos” echan en falta el respaldo de sus superiores, lo que puede dar lugar a “inseguridades” en la toma de decisiones. 

“Se llevaron las manos a la cabeza”, afirmó Enrique Ruiz Forner sobre la reacción ante estos datos de la Consejería de Sanidad, con cuyo titular Alejandro Vázquez, esperan reunirse en breve para abordar la situación de este colectivo, así como las fórmulas para cubrir las jubilaciones en los próximos cinco años, cuando se retirarán los ‘baby boom’ de la enfermería o las condiciones contractuales que se ofrecen.

En la misma línea, la presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Palencia aseguró que es “escandaloso” que el 49 por ciento afirme que dejaría la profesión si pudieran tener otro trabajo. “Nos alerta, nos pone las antenas para decir que hay que hacer algo y de forma rápida”, afirmó y añadió que la situación es en general “peor” en Atención Especializada y la rama sociosanitaria.

La organización tiene previsto realizar otro estudio sobre las jubilaciones en los próximos cinco años, con el fin de planificar los efectivos que se tendrían que incorporar en Castilla y León. Plantean mejorar las condiciones con contratos más largos, fidelizar a los nuevos profesionales para que no se marchen a territorios como el País Vasco o Madrid, así como evitar la competencia entre provincias. 

Además, ven necesario aumentar las plazas de formación en las universidades de Castilla y León y priorizar de alguna manera a la enfermería “de la tierra”, ante una EBAU de “muy alto nivel” en la Comunidad, frente a otras autonomías. A su juicio esto provoca que el 50 por ciento de los que terminan sus estudios se marchen a sus lugares de origen o a otros destinos con mejores condiciones, incluso, en el extranjero. 

Sin embargo, la Organización Colegial de Enfermería reconoce que hay comunidades que están “peor” en la dotación de personal de enfermería como Murcia, pero también otras mejor como Navarra. El objetivo, señalaron, es acercar la ratio profesional/paciente de la Comunidad, que se sitúa en el 6,7, al 8,5 de la media europea. 

Resultados

El 75 por ciento de los encuestados señala que alto el nivel de presión en su trabajo, sobre todo en la Atención Especializada, a lo que añaden un estrés creciente para el 80 por ciento. Además, en general no se siente respaldados, con un 51 por ciento, y de forma moderada, un 47 por ciento dice que puede hacer su trabajo en el tiempo disponible.

Además, un 45 por ciento de los encuestados ve aceptable la capacidad de decisión, si bien en Atención Primaria es donde destacan tener más autonomía. También, un 63 por ciento afirma que no han participado en las políticas sanitarias, que no están informados de ellas y que las desconocen.

En general, los encuestados indican que hay un “patente malestar” con la política de recursos humanos, en concreto, en la especializada y la rama sociosanitaria. Por contra, ven “relativamente satisfactoria” la compatibilización de la vida laboral y familiar. Por ello, un 52 por ciento se siente moderadamente satisfecho con su trabajo.

Finalmente, Carmen Bárcena señaló que el estudio, que se repetirá con variables nuevas en septiembre de este año, buscaba radiografiar la situación tras la pandemia de COVID-19, y la “cola” de la asistencia con “retraso”. Se plantearon diez preguntas, con respuestas del uno al diez, que se agruparon en tres estratos -bajo, medio y alto-, a una muestra de 1.336 profesionales de Atención Especializada, Primaria, sociosanitaria y de otras áreas de trabajo, como las mutuas o la enfermería escolar.