El pintor Antonio López sobre el pintor zamorano Mezquita: "Es un Van Gogh, un Velázquez"

El artista anima al creador zamorano a lanzarse a Madrid, "es un tocado por Dios, mejor que él no conozco a nadie, si hubiera justicia, sería de los mejores mundiales"

José María Mezquita y Antonio López sonrientes a su entrada al Museo Etnográfico en Zamora.

José María Mezquita y Antonio López sonrientes a su entrada al Museo Etnográfico en Zamora. / Ana Burrieza

Que el artista trascienda su Zamora natal, este territorio que es su refugio y su casa. Es el objetivo de la exposición «José María Mezquita Gullón y la memoria sensible», concretó el poeta y amigo del pintor, Luis Ramos, que ayudó para que esta amplia muestra vea la luz, impulso que trajo a la capital a otro de los grandes: Antonio López. El también pintor y escultor, el manchego elogió al genio, «me asombra. Es uno de los tocados por Dios, como Van Gogh», es «patrimonio artístico». Conversaron en público, "como en la barra de un bar", bromeó Ramos, pero en el salón de actos del Museo Etnográfico en público.

"Cuando veo una obra de Mezquita me causa asombro". Antonio López, diez años mayor que el creador zamorano, rendido ante quien fue su alumno en la Escuela de San Fernando, miró al atento auditorio y contó, como sin darle importancia: "Ayer estaba en una cosa que se hacía en la Academia de Bellas Artes" de San Fernando, de la que ambos son miembros, "y durante un ratito estuvimos viendo el museo, allí hay rubens, zurbaranes, hay goyas..., a mí lo de José María, casi, me gusta más. No hay ninguna pintura que conozca que me guste más, de cualquier época. Lo que ha conseguido es una cosa milagrosa para mí. Su obra no tendrá caducidad".

Antonio López conversa con su admirado artista zamorano. | Ana Burrieza

Antonio López conversa con su admirado artista zamorano. | Ana Burrieza / Susana Arizaga

López no dudó en afirmar que su amigo "sería uno de los pintores mundiales interesantes si las cosas fueran justas y se pudiera demostrar el nivel de mérito que tiene nuestro trabajo", agregó. Más adelante, dentro del diálogo que entablaron públicamente en el salón de actos, el manchego llegó a igualar al zamorano con genios como "Van Gogh o como Velázquez" sin cuestionar por un momento que la comparación fuera excesiva.

Este otro genio que ha desarrollado su trayectoria profesional en Madrid describió a "José María como una afortunada combinación de un talento para la pintura verdaderamente enorme, grandísimo, y una profundidad para ver el mundo, tiene como punto de partida verdaderamente grande, es como Vermeer. Ahí está unido lo que él ve en la vida y cómo lo pinta, es prodigio como lo hace, cómo construye el cuadro, que se haya fijado en esas cosas".

¿Cuál es el precio de esa grandeza?, "si se hubiera dispersado, si hubiera estado en otros espacios más favorables a que se viera su pintura y a él, a que los focos le iluminaran, a lo mejor no tendríamos a ese pintor. Ese es el precio".

¿Y el futuro? "Depende de él, tiene que decidir hasta dónde aguanta ese aislamiento. Es un ejemplo de cómo es un pintor, recuerda a esos pintores que han hecho una vida muy solitaria", sentenció. "Yo estoy un poco harto de mi vida ahora, de todas esas distracciones y ese jaleo, valoro mucho esa vida de José María, y me asusta", confesó López.

La proyección profesional: "¿Tú qué quieres?"

"Tú qué quieres?, ¿quieres ser famoso en el mundo?", le espetó entre las carcajadas de un público totalmente expectante. Desde esa grandeza que le mantiene encerrado en su pequeño universo zamorano, López, que también quiso traer a la memoria a su tío Antonio López Torres, "otro grande", animó al zamorano a cruzar las fronteras y plantarse en Madrid. "Es un pintor maravilloso y si se viera en Madrid, en Barcelona, en París..., pero ya se verá".

Hasta esa capital se retrotrajo el de Tomelloso para rememorar los inicios de Mezquita. Creyó, entonces, que su amigo desarrollaría allí su carrera, "pero se metió aquí", en Zamora, "yo eso le he vivido en mi tío, Antonio López Torres, otro pintor grande, grande de verdad. Eligió una vida parecida a la de Mezquita. Sin quitar el mérito a Picasso, los ejemplos son estos dos, son las personas que nos pueden guiar, como ángeles".

Una vida "verdadera y digna"

El genio replicó: "He dedicado todos mis esfuerzos y mi vida a la pintura y no solamente no me ha defraudado sino que me ha dado mucho más de lo que yo podía imaginar". Aclaró que "cuando una persona entrega su vida a una actividad, la naturaleza no tiene vueltas, siempre responde a tu actitud hacia ella, si ha sido verdadera y digna, te va a compensar. A mí me ha compensado. Esto sí depende de mí voluntad y esfuerzo, el reconocimiento exterior no solo depende de mí".

Ahí lo dejó, "jamás he echado la culpa al exterior de cualquier cosa no favorable que me suceda ni a mí mismo tampoco. Sería poner una dificultad para entenderme a mí mismo. Ahora estoy en paz con la pintura y la profesión que elegí cómo me ha ido". Lo que no quiere decir que piense en dejar esa pasión, si bien "mi finalidad es lograr estar en paz conmigo mismo y reconciliarme con mi pasado, y redimir mi presente".

"¿Tienes mucho dinero guardado?". La pregunta que lanzó Antonio López a su amigo hizo estallar en risas al auditorio, "porque el dinero nos permite ser fieles a lo que queremos ser. Si tienes dinero ahorrado, estáte tranquilo".

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