La batalla militar contra el Covid en Zamora

El Teatro Ramos Carrión abre hasta el día 10 una exposición sobre la labor de los Ingenieros en pandemia

Exposición de las actuaciones del Regimiento de Ingenieros en pandemia, abierta hasta el 10 de junio en Zamora

Exposición de las actuaciones del Regimiento de Ingenieros en pandemia, abierta hasta el 10 de junio en Zamora / JOSE LUIS FERNANDEZ

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

El coronel jefe del Regimiento de Ingenieros número 11 Luis Fernando Núñez Allúe ha inaugurado en la sala de exposiciones del teatro Ramos Carrión, en nombre del comandante militar de Zamora y Salamanca, el general Manuel Maldonado, la exposición sobre el “Mando de Ingenieros en apoyo a la población civil”, que permanecerá abierta hasta el día 10 de junio, en presencia del subdelegado de Defensa en Zamora, Vicente González y una amplia representación institucional.

Y precisamente en esta jornada, distribuidos entre la plaza de Viriato y la de Claudio Moyano  los zamoranos pueden ver de cerca y tocar con sus propias manos, materiales de uso habitual aportados por el V batallón de la Unidad Militar de Emergencias, la base aérea de Matacán, el Regimiento de Especialidades de Ingenieros Nº 11 de Salamanca y la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora. Esta exhibición está especialmente dedicada a los niños.

Las autoridades, en la inauguración de la muestra

Las autoridades, en la inauguración de la muestra / JOSE LUIS FERNANDEZ

La labor de ayuda de los Ingenieros en catástrofes se inició en 1957, con las inundaciones de Valencia y no tardarían en acudir a la provincia de Zamora para intervenir en dos de los acontecimientos más trágicos de toda su historia. En enero de 1959, la rotura de la presa de Ribadelago y en abril de 1979 el rescate del autobús escolar que se precipitó al río Órbigo en Santa Cristina de la Polvorosa.

Estos hechos, con otras intervenciones, tan solo se mencionan en el preludio de la exposición, que empieza justamente en marzo de 2020, cuando se declara la pandemia y el Ejército pone en marcha dos operaciones principales, Balmis y Baluarte, destinadas a frenar la pandemia y sus consecuencias y garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales en una sociedad que fue capaz de adaptarse a las adversas circunstancias con éxito.

La muestra, que se abre en fechas próximas al Día de las Fuerzas Armadas trata de acercar al Ejército a la sociedad, especialmente en provincias como Zamora, sin guarnición militar. Son tres años de actuaciones hasta que la Organización Mundial de la Salud dio por finalizada la pandemia el 5 de mayo pasado.

Desinfección, rastreo y vacunaciones

La presencia de los militares se dejó sentir en la capital y provincia, desde los momentos iniciales, cuando se emplearon a fondo de las tareas de desinfección hasta bien avanzada la pandemia, cuando echaron una mano en las tareas de rastreo de casos y vacunación.

Exposición de vehículos y material militar durante este jueves en las plazas de Viriato y Claudio Moyano

Exposición de vehículos y material militar durante este jueves en las plazas de Viriato y Claudio Moyano / JOSE LUIS FERNANDEZ

El Mando de Ingenieros estableció dos secciones de vigilancia epidemiológica, una de ellas el Regimiento 11 con sede en Salamanca para esta provincia y Zamora y otra el Regimiento 1 con base en Burgos para esa provincia y Ávila. Al mismo tiempo se pusieron en marcha equipos de descontaminación y apoyo logístico en las provincias de Zamora y Ávila y dos equipos de vacunación para apoyar a la Consejería de Sanidad.

El coronel Luis Fernando Núñez Allúe destacó, además de las fotografías, vídeos y material de las operaciones Balmis y Baluarte la interpretación que hicieron de ellas los niños con sus dibujos: “No hay nada tan certero como los ojos de un niño”.

La pandemia, dijo, puso a prueba “la resiliencia de la sociedad española que respondió con éxito” y parte de él se basó en la labor conjunta de las herramientas del Estado con la ciudanía. Y dentro de estas herramientas del Estado jugaron un papel fundamental las Fuerzas Armadas, “con claras capacidades de adaptación y flexibilidad”.  

La sociedad, concluyó, pudo apreciar el trabajo de las Fuerzas Armadas, lo mismo que éstas percibieron de primera mano “el cariño de la sociedad hacia sus Fuerzas Armadas”.