La devoción de Zamora a la Soledad

La Cofradía de Jesús Nazareno reúne en una muestra en la Encarnación a la imagen, sus mantos y vestidos, sus joyas y documentos antiguos vinculados a la Virgen

Un joven contempla una de las coronas de la Soledad con la imagen de fondo

Un joven contempla una de las coronas de la Soledad con la imagen de fondo / Ana Burrieza

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

La devoción de generaciones y generaciones de zamoranos hacia Ella, hacia la Virgen de la Soledad se palpa en la muestra "Soledad, Historia de una devoción", que abrió el viernes sus puertas en la sala de exposiciones de la Encarnación, dentro de las actividades de la Cofradía de Jesús Nazareno con motivo de la coronación canónica de la imagen, y que brinda la oportunidad de descubrir verdaderos tesoros relacionados con la imagen que hiciera Ramón Álvarez.

Los dibujos de los niños que participaron en el certamen organizado por la cofradía, la nueva savia de la Semana Santa de Zamora, dan la bienvenida a la sala que preside Ella, situada en el presbiterio del templo desacralizado, escoltada por los dos vestidos y los mantos que posee, el de Valentín Mireles de 1886 y el realizado en los años 60 del pasado siglo por las Marinas.

En las paredes de la parte central pueden contemplarse desde el libro de actas de 1836 a 1887, donde aparece el documento de cesión de la imagen por parte de Joaquín Muñiz a la cofradía, la que piensan que es la primera foto que se le tomó a la Virgen con la primera corona, donada por la familia Alba Marcos, o incluso un documento del traslado en 1905 a Madrid, cuyo motivo "se desconoce", indica el vicepresidente de Jesús Nazareno, Antonio Martín Sánchez.

Enfrente se ubican carteles protagonizados por la Soledad, ya sea el oficial de la Junta pro Semana Santa de Zamora, como el efectuado por Ana Zaragozá, o de La Mañana, y hasta uno que se diseñó en los años 50, pero que "nunca llegó a editarse porque no figura el año" atestigua Martín Sánchez.

En la parte central, puede contemplarse el mecanismo que utilizaban para subir y bajar a la Virgen y solventar la puerta de San Juan, empleado hasta recientes fechas y diseñado en los años 30 del pasado siglo, y, distribuidas en vitrinas, llama la atención el increíble joyero de la Soledad, con más de una docena de rosarios o las dos extraordinarias coronas que posee.

También enriquecen la muestra desde el original de los estatutos de la Sección de Damas de 1946, una de las cartas que se remitió a Carlos Pinilla solicitándole que fuera mecenas de un nuevo manto para la imagen o el acuerdo con las Marinas para realizarlo por 35.776 pesetas o el coste de las perlas para la pieza junto a listados de las aportaciones de devotos para la ejecución de la prenda.

"Soledad, Historia de una devoción" se complementa con dibujos de las distintas mesas que ha tenido, donde puede verse cómo se distribuía la carga, fotografías de los años 50 sin olvidar esculturas de la Soledad, realizadas por Ricardo Flecha, alguna de ellas cedidas para la ocasión por particulares o un audiovisual.

La exhibición de este patrimonio "supone una demostración de la devoción del pueblo de Zamora por la Virgen de la Soledad. Miras, por ejemplo, los antiguos escritos de la cofradía que la mayoría de la gente no conoce y que queríamos que se descubrieran por la coronación", señala José Ignacio Calvo.

Un auténtico tesoro que puede descubrir hasta el 28 de mayo.

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