Esta es la parte del sueldo que los jóvenes zamoranos destinan a alquilar su vivienda

La precarización de los salarios y el incremento del coste de la vida condena a ocho de cada diez menores de 29 años a vivir con sus padres

Dos jóvenes andan en bicicleta por la Plaza Mayor.

Dos jóvenes andan en bicicleta por la Plaza Mayor. / Emilio Fraile

Luis Garrido

Luis Garrido

Un joven zamorano debe aportar de media el 42% de su salario si quiere independizarse en régimen de alquiler, aunque puede consignar tan solo el 17% y compartir piso. El acceso a la vivienda es uno de los principales problemas para la población de 16 a 29 años, quienes ven cómo los abusos de los propietarios y la precarización del empleo les impiden comenzar su proyecto de vida en condiciones dignas. La provincia, pese a todo, no presenta los peores datos en el conjunto autonómico y mucho menos a nivel nacional. El precio del arrendamiento es aquí más barato, pero también los sueldos son inferiores. Una persona dentro de este nicho puede acceder a vivienda en propiedad con financiación hipotecaria a partir de los 78.000 euros, aunque con unos ingresos que apenas sobrepasan los 10.000 euros al año. Saquen la calculadora.

El Consejo de la Juventud de Castilla y León ha presentado este pasado miércoles los últimos datos del Observatorio de Emancipación, que es una estrategia diseñada para monitorizar los resultados sobre este nicho y ofrecer así una perspectiva cuantitativa y descriptiva sobre la situación de la juventud en lo que respecta a empleo, educación y vivienda. Las cifras dadas a conocer se corresponden con las del primer semestre de 2022 y en ellas se puede observar la situación socioeconómica tan complicada que atraviesan estos ciudadanos debido a la inflación y a la reforma laboral.

Castilla y León es una comunidad en la que el componente demográfico adquiere un papel muy relevante en la definición de las características demográficas de la población joven, ya que tan solo el 12,6% de toda la ciudadanía residente en la comunidad tiene entre 16 y 29 años. Este menor peso demográfico coincide con una mayor probabilidad de que una persona joven nacida en la comunidad esté residiendo en otras comunidades. La comparativa entre estos últimos datos y los del ejercicio inmediatamente anterior demuestran cómo los censos provinciales suman pérdidas por valor de 2.467 personas en este nicho.

Al observar la contratación registrada se ven claramente los efectos inmediatos de la entrada en vigor de la reforma laboral. En el segundo trimestre del ejercicio 2021, el 7,3% de los nuevos contratos suscritos por jóvenes eran indefinidos, mientras que en el 2022 ese porcentaje ascendió hasta los 35,5%. Pese a todo, la temporalidad sigue siendo ley en la provincia de Zamora, teniendo en cuenta que suman el 64,5% del total. El Consejo de la Juventud ha advertido la aparición de “personas trabajadoras pobres”, al observar “un empobrecimiento y mayor riesgo de exclusión social de las personas jóvenes en Castilla y León respecto al año anterior”. De acuerdo con sus datos, el 25,8% de estos ciudadanos está en una situación socioeconómica vulnerable.

La inflación ha hecho también un agujero en la economía de los jóvenes zamoranos. Las cifras aportadas por el Ministerio demuestran que las personas de 16 a 29 años en la provincia tienen unos ingresos medios de 10.502 euros anuales, que serían 875 euros al mes. El incremento de la cesta de la compra se ha traducido en la pérdida neta de poder adquisitivo, dado que los salarios no han crecido en la misma medida que el precio de los productos. Todo ello ha repercutido en los procesos de emancipación. Tan solo el 14,9% de los jóvenes de la provincia vive fuera de la casa familiar. Y es que el sistema les obliga a endeudarse por encima de lo recomendable tanto para alquilar como para adquirir en propiedad. Además, la compra requiere un ahorro previo antes de formalizar una hipoteca de 2,6 veces el salario anual percibido, de manera que serían cerca de 30.000 euros.

La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, ha lamentado la poca participación que se deja a este colectivo en la toma de decisiones. “Ahora es el momento de hacernos escuchar, ya que nos encontramos a las puertas de un año electoral en el que volveremos a pasar por todas las urnas, pero no debemos pasar por ellas sin antes reivindicar nuevamente a la sociedad y los partidos políticos que tengan en cuenta la continua y precaria situación que sigue padeciendo la juventud”, ha defendido. “Debemos lograr que la clase política se comprometa a terminar con la situación de vulnerabilidad de las personas jóvenes”, ha añadido durante la presentación de los resultados de este Observatorio de la Emancipación Juvenil correspondiente al primer semestre de 2022.

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