Entrevista | Berta Martín Presidenta de la Asociación Botánica de Castilla y León

"Pretendemos que la gente vuelva a cultivar las alubias de su abuela"

"En su día recuperamos las variedades de la provincia y es posible recuperar el sabor de la fruta que comíamos de pequeños"

Berta Martín, presidenta de la Asociación Botánica de Castilla y León

Berta Martín, presidenta de la Asociación Botánica de Castilla y León / ANA BURRIEZA

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La Asociación Botánica de Castilla y León nace como lugar de encuentro de profesionales y aficionados a las plantas con iniciativas que van desde la difusión y formación a la recuperación de especies tradicionales que recuperan "el sabor de los alimentos de siempre". Berta Martín, que trabaja en el servicio de Agricultura de la Diputación es su presidenta.

–¿Cuáles son los objetivos de su presidencia?

–Nos hemos propuesto dar a conocer la botánica, todo el que tenga interés en aprender o participar desde la agricultura, jardinería, micología, medio ambiente, la gestión forestal, que es la base de todo...Pretendemos enfocarnos a todo el mundo, desde los profesionales a los particulares. Los socios nos demandan formación en diferentes cultivos, podas, eso lo queremos abarcar. También nos relacionaremos con instituciones y empresas para poner el foco del desarrollo rural. Y claro, la divulgación a través de nuestra web www.asociacionbotanicacyl.com, y redes sociales.

El cultivo de la trufa nació como un intento de dinamizar el mundo rural de Zamora

–¿Y eso se materializa?

–Poniendo el valor sitios de la comunidad con mucho interés botánico. Nuestra primera excursión va a ser al Tejedelo y probablemente en otoño vayamos a Picos de Europa. Vamos a hacer concursos fotográficos y tenemos como objetivo recuperar las variedades tradicionales de cultivos, algo que estuvimos haciendo desde Diputación hace tiempo y queremos poner en valor. Se trata de que la gente empiece a utilizarlas. Es un acervo genético que está en los bancos de germoplasma pero queremos que sea una cosa viva, que la gente vuelta cultivar las alubias de su abuela y que se han recuperado y son muy interesantes, como las judías cara de la Virgen o los cucos de Villardeciervos, que eran unas alubitas pequeñas blancas las personas, las vaquitas…hay un montón de tipos de judías y también de frutales que queremos que se vuelvan a cultivar. Se pueden conseguir guías para injertar en el Itacyl, que se recuperaron en su día de la provincia. Son colecciones vivas, árboles injertados con esas variedades y recuperar esos sabores de la fruta de cuando éramos pequeños.

–¿Pueden ayudar en el desarrollo rural?

–Podemos poner nuestro granito de arena en el tema de cultivos alternativos, los productos kilómetro cero, precisamente de estas variedades tradicionales, en restaurantes de alta categoría que buscan siempre cosas nuevas, con sabores diferentes y también las plantas comestibles, que hay un abanico amplísimo. Todo esto que se está incorporando en la restauración puede ser característico de una comarca determinada, dar un punto de excelencia en el turismo, algo que tiene mucho interés. Y luego esa el medio ambiente, la naturaleza. Simplemente por hecho de existir unas determinadas especies protegidas pueden hacer que un espacio sea interesante.

Podemos poner nuestro granito de arena en el tema de cultivos alternativos, los productos kilómetro cero, precisamente de estas variedades tradicionales, en restaurantes de alta categoría

–Usted ha trabajado en proyectos como el de la trufa, en Zamora.

–Nació como un intento de dinamizar el mundo rural de Zamora, darle una alternativa de cultivo muy rentable a través de la micología, del cultivo de la trufa negra, que no nace de forma natural. Empezamos a hace ensayos en 2003 y ya tenemos bastantes hectáreas plantadas, pero donde se ha cosechado ha sido primero en Aspariegos, en el Vivero Provincial, que es término de Zamora y en la Bóveda de Toro. Hay más parcelas a punto de empezar a producir. Además, el hecho de que empecemos a esparcir en el medio natural unas esporas de una especie que no estaba hace que ya por si solo se difumine y sea más fácil el cultivo. Es una cuestión interesante, no solo va a ser el cultivo de cereal y lo que se ha hecho siempre, hay mas cosas, hay mucho potencial en la provincia y tenemos que aprovecharlo al máximo.

–¿La micorrización con boletus?

–Fue una experiencia, pero se necesita un laboratorio más potente. El porcentaje de micorrización era muy bajo y para conseguir uno más alto, con más garantías era necesario tener un laboratorio mejor y más personal. Realmente no hay un equipo de investigación en Diputación porque no es nuestro fin. Es una cosa interesante y está de acuerdo con los objetivos de la Diputación que es el desarrollo rural. No solo va a ser el cultivo de cereal y lo que e ha hecho siempre hay mas cosas, hay mucho potencial en la provincia y tenemos que aprovecharlo al máximo.

–También hizo el Atlas Micológico de Zamora.

–Fue un trabajo de 15 años. Ahora estamos haciéndolo de los hongos de debajo de tierra, con Julio Cabero.

–¿Hay gente interesada en seguir ese camino?

–Siempre hay gente que le interesa, nos estamos encontrando con muchos agricultores que les apetecer hacer cosas nuevas, invertir, arriesgar y por ahí es un punto interesante para ir avanzando.

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