El contrato "amañado" de Tamames en Zamora que destapó Guarido

El Ayuntamiento adjudicó en 2001 un ciclo de conferencias de Leopolo Alas "Clarín" por cuatro millones de pesetas

Ramón Tamames durante la moción de censura en el Congreso de los Diputados.

Ramón Tamames durante la moción de censura en el Congreso de los Diputados. / Efe

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Ramón Tamames, uno de los personajes más populares del país esta semana por el debate de la moción de censura presentada por Vox que le proponía como nuevo presidente del Gobierno, protagonizó un curioso contrato en Zamora, en los tiempos en que el PP gobernaba el Ayuntamiento y Pedro Roda era el Concejal de Cultura.

Fue hace mucho tiempo, es cierto, en abril de 2001, es decir, hace la friolera de 22 años. El Ayuntamiento había decidido programar un ciclo de conferencias con motivo del centenario del escritor Leopoldo Alas "Clarín", una de las grandes figuras de la literatura española de todos los tiempos, que nació en Zamora, aunque su vida transcurriera en Asturias.

Resulta que para la celebración del ciclo se invitó a una empresa denominada Castellana 100, que a la postre sería la adjudicataria de un contrato de cuatro millones de pesetas, propiedad de Ramón Tamames. Y se presentaron también otros dos presupuestos, con lo que la mesa de contratación tenía teóricamente tres ofertas entre las que elegir. Pero resultó que las tres empresas, Castellana 100 y las otras dos tenían el mismo domicilio social y el mismo teléfono.

Para más "inri", recuerda en su Facebook el actual alcalde, Francisco Guarido, que destapó el asunto durante su etapa de concejal de la oposición, el acuse de recibo estaba firmado por la misma persona. "Blanco y en botella. Las tres eran propiedad de Ramón Tamames, o sea todo estaba amañado".

El concejal de Cultura de entonces, Pedro Roda, en declaraciones publicadas por La Opinión-El Correo de Zamora en su edición del 26 de abril de 2001 defendía que la adjudicación era totalmente legal y que no existía irregularidad alguna. "Yo diría que es habitual que dos empresas puedan llegar a compartir un mismo edificio".