La asignatura con mejor ritmo

Nervios e ilusión a partes iguales entre los cerca de 600 niños que esperaban a las puertas del Teatro Ramos Carrión. Ellos eran los principales protagonistas del XV Encuentro Escolar Provincial La Escuela en Danza, una cita más que consolidada en el calendario escolar zamorano pero que, por causas de fuerza mayor —las provocadas por la pandemia— no se había podido celebrar en los últimos tres años.

Fue en marzo de 2020 cuando el confinamiento dejó a los participantes de aquella edición sin poder subirse al escenario del teatro zamorano, ultimado ya hasta el detalle, pues el encuentro se iba a celebrar tan solo unos días después de aquel recordado 14 de marzo.

Los mismos nervios de los niños eran compartidos por los profesores, sobre todo por los siete que conforman el seminario La Escuela en Danza, promotores y organizadores de este gran proyecto en el que trabajan durante todo el año. Una de sus miembros, Irma Gómez Fernández, adelantaba pocos minutos antes del espectáculo lo que se iba a poder ver sobre el escenario. "Habrá danza libre con escenografía y vestuario al gusto de cada grupo, con músicas del mundo, ritmos modernos o reguetón. Los niños son los que eligen lo que quieren bailar".

Participantes

Y eso fue lo que se pudo disfrutar durante casi tres horas, gracias a los centros participantes de este año por el siguiente orden: CEE Virgen del Castillo, Obispo Nieto, el CEIP Morales del Vino, Riomanzanas, colegio La Inmaculada de Villalpando, La Hispanidad, Gonzalo de Berceo, La Villarina, el colegio Luis Casado de Corrales del Vino, San José de Calasanz, Magdalena Ulloa de Toro, los CRA de Ferreras —los estudiantes que venían desde más lejos y que participaban por primera vez—, Tera y Tábara, el colegio Divina Providencia, Nuestra Señora de la Candelaria, Virgen del Canto de Toro, Sancho II, Arias Gonzalo, el CEIP Valle del Guareña, en Fuentesaúco, José Galera y Nuestra Señora de la Paz, de Villaralbo.

Con total desparpajo inauguraron el festival los alumnos del Virgen del Castillo, seguidos por centros de la capital y de la provincia, que llegaron al Ramos Carrión gracias a varias rutas de autobuses facilitadas por la Dirección Provincial de Educación, por lo que la organización agradeció este apoyo institucional, como el recibido por el propio CFIE de Zamora, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento, además de la colaboración de la agrupación de voluntarios de Protección Civil, Policía Nacional, Policía Municipal y Cruz Roja, imprescindibles para que todo funcionara sin ninguna incidencia.

El XV Encuentro de La Escuela en Danza de Zamora reunirá a más de 500 alumnos

Música en directo

Una de las sorpresas de la gala fue el poder disfrutar de la música en directo en la última de las actuaciones. Sobre las tablas del Ramos Carrión, junto con los alumnos del colegio José Galera y Nuestra Señora de la Paz, de Villaralbo —que se atrevieron con una danza conjunta— aparecieron Luis Antonio Pedraza y David Rivas para interpretar "Alborada", de "Suite sayaguesa". Un generoso gesto que agradeció la profesora. "Son dos músicos zamoranos con una gran humildad y profesionalidad".

Después de varios años sin reunirse, los organizadores consideraron que era el momento de rendir homenaje a los primeros que se "atrevieron" a materializar este gran evento, fijándose en la concentración "El danzar de los danzares" de Salamanca, aunque la propuesta zamorana ya ha alcanzado una entidad propia. Especialmente emocionado se encontraba Fernando Mesonero, uno de esos fundadores y considerado por muchos el verdadero "alma mater" de La Escuela en Danza.

Carácter didáctico

Más allá del espectáculo, Gómez destacó el carácter didáctico de este encuentro. "Con la nueva ley educativa, la Lomloe, el área de Educación Musical se ha convertido en Música y Danza. Además de los ensayos, está el valor del trabajo en equipo", puso como ejemplo.

El festival finalizó, como suele ser habitual en los últimos años, con una coreografía grupal, con los alumnos de Nuestra Señora de la Paz en el escenario y el resto de compañeros en el patio de butacas, totalmente a oscuras, agitando barritas de luz luminosas, lo que provocó un bello colofón. "¡Que viva la música, la educación física y la escuela pública!", aplaudió Irma Gómez para finalizar.