Zamora vive un anticipo de la Semana Santa

El puente en Madrid y la actividad prevista en la ciudad llenan las calles durante todo el fin de semana y sirven como adelanto del ambiente habitual en los días de Pasión

El ambiente de la calle Ramos Carrión, durante este domingo. |

El ambiente de la calle Ramos Carrión, durante este domingo. | / Ana Burrieza

"Está siendo casi como en Semana Santa". Las palabras de una hostelera del centro de Zamora en plena faena dominical resumen bien cómo han transcurrido estos días en la ciudad. El puente de San José en la Comunidad de Madrid, con el festivo trasladado a este lunes, ha provocado un aluvión de visitas tanto de foráneos como de retornados residentes en la capital de España. Particularmente en el eje entre la Plaza Mayor y la Catedral, el trajín ha resultado llamativo incluso para quienes ya esperaban un movimiento superior, a la vista de lo que suele ocurrir cuando la región que más viajeros aporta a la provincia junta más de dos días de libranza generalizada.

Las terrazas de la Plaza Mayor, llenas. | Ana Burrieza

Las terrazas de la Plaza Mayor, llenas. | Ana Burrieza / Manuel Herrera

Las sensaciones se confirman si uno acude a los datos de ocupación hotelera e incluso al transporte más rápido para plantarse en Zamora desde Madrid. En lo tocante al primer aspecto, incluso para la noche del domingo al lunes, el 75% de las habitaciones estaban reservadas en la capital; en lo referente al AVE, los trenes que parten hoy rumbo a la capital de España discurrirán llenos, sin billetes disponibles desde la ciudad hasta Chamartín.

Una Pasión anticipada

Entre ese panorama, la carpa ya instalada en la plaza de Claudio Moyano con los pasos de las cofradías y los traslados y asambleas celebrados en este nuevo fin de semana de Cuaresma, lo cierto es que a alguno le ha faltado girar la vista hacia la fachada del Ayuntamiento para comprobar si ya se habían colocado los reposteros y la ciudad se había sumergido en los días de Pasión con casi un par se semanas de adelanto.

La cosa no llegó a tanto, pero los hosteleros sí que aprovecharon para acostumbrar el cuerpo al trote de los días grandes que se avecinan y para empezar a llenar la caja en uno de esos fines de semana que compensan la languidez de la rutina invernal. La evidencia del movimiento en los establecimientos se pudo comprobar al observar el estado de las terrazas. Las principales se llenaron hasta la bandera de gente dispuesta a aprovechar los rayos de sol de una primavera que arranca oficialmente este lunes, pero que entró sin llamar el domingo.

A ese bullicio en las mesas exteriores se unió el ánimo que muchos visitantes traen cuando visitan Zamora: el de comer lo mejor posible. Para ello, a la oferta habitual se sumó esta vez todo el paquete de alternativas creado en base al Festival del Lechazo. Muchas familias, parejas y grupos de amigos optaron por uno de los menús ligados a este producto que ofrecen algunos restaurantes de la ciudad y de la provincia durante las semanas previas a la Semana Santa. Otros optaron por el formato tapa promocionado desde este año y algunos más quedaron ya bien saciados tras su paso por Viriato.

No en vano, durante este fin de semana, los visitantes y los zamoranos han dispuesto de la opción de revivir un Fromago a pequeña escala con el túnel del queso instalado en la céntrica plaza dedicada al pastor lusitano. Por cinco euros, seis variedades a elegir entre las más de 50 disponibles. Para los amantes del producto, un auténtico regalo. La pequeña carpa transformó la zona de Viriato en uno de los puntos más transitados durante la hora del aperitivo.

El curioseo

También se detectó buen ambiente en el entorno de la terraza del Teatro Ramos Carrión, donde estaba situada la llamada carpa de los oficios, vinculada igualmente al Festival del Lechazo. El sitio se prestaba al curioseo, especialmente para el turista menos acostumbrado al concepto pastor o al término mascarada. Los responsables de los puestos se afanaron por acompañar la curiosidad de este grupo y también la nostalgia de quien acudió con un conocimiento adquirido en la niñez rural.

Entre toda esta oferta y el habitual recorrido por el Románico, el Modernismo y el Duero, costaba pasear con fluidez por el centro, aunque nada que ver, probablemente, con lo que ocurrirá durante los diez días inmediatamente posteriores al jueves 30 de marzo, cuando el Mozo cruzará el Puente de Piedra para abrir los días grandes de una ciudad transformada.

De todos modos, si a alguno de los turistas que se han estrenado este fin de semana en la ciudad se le ocurre la idea de retornar en Semana Santa, haría bien en darse prisa. La ocupación hotelera se sitúa de manera generalizada por encima del 90%. Aunque, si lo que se busca es pernoctar durante el puente, entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, entonces lo porcentajes ascienden hasta prácticamente rozar el lleno. Además, en los portales especializados, no se encuentra una cama para dos por menos de 160 euros la noche.

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