Las tiendas de Zamora, contra la ley de bienestar animal: "Puede ser un desastre"

Los establecimientos de Zamora recogen firmas para paralizar la ley de bienestar animal y hablan de perjuicio social y para el propio sector

Andrés Ruiz, con uno de los animales de su tienda. |

Andrés Ruiz, con uno de los animales de su tienda. | / Ana Burrieza

Los dueños de las tiendas de animales llevan varios meses preocupados. La tramitación de la nueva normativa nacional, que regulará también su actividad, ha mantenido alerta durante un largo periodo de tiempo a los responsables de unos negocios que temen por su futuro económico y por el "perjuicio social" que, bajo su punto de vista, podría suponer el incremento de la burocracia para la tenencia de determinadas especies y la prohibición de la venta de algunas más. "Hay que esperar a la publicación en el Boletín Oficial del Estado, pero tiene mala pinta. Lo que vemos es un desastre", explica Andrés Ruiz, desde su establecimiento, tras la aprobación del texto definitivo en el Congreso.

Este zamorano mantiene abierta la tienda DeSimura en una de las calles anexas al Mercado de Abastos. En el establecimiento, se escucha el canto de los pájaros y se ven determinados reptiles que quizá, a partir de septiembre, ya no se puedan vender en este tipo de negocios. En principio, la norma prohibirá la exposición y venta aquí de perros, gatos y hurones, e impulsará la creación de un listado de especies que también estarán vetadas. Lo que ha trascendido es que un buen número de pájaros y reptiles, así como las tortugas de tierra dejarán de aparecer en tiendas como la de Andrés Ruiz, que ve el futuro con preocupación.

El golpe económico

Para este zamorano, ya no es solo que su negocio vaya a sufrir un duro golpe en forma de pérdidas económicas; "también afectará a nivel social, porque complica la adquisición de mascotas para las personas mayores e impide que los niños tengan contacto directo con ciertos animales". Ruiz señala que los pequeños acostumbran a acceder a su tienda para observar de cerca muchas de las especies.

Este profesional comparte preocupación con Patricia Alonso, la dueña de Snupy, otra tienda dedicada a la venta de animales y productos asociados a su tenencia en Zamora capital. Ambos señalan que, a la limitación en la comercialización de determinadas especies, se suman además las trabas burocráticas que impondrá la norma para la convivencia con las mascotas, una circunstancia que, según expresan ambos, podría resultar disuasoria para sus clientes.

Los perros, vigilados

En esa línea, la llamada ley de bienestar animal obliga a la inscripción de las mascotas en el registro de animales de compañía, ninguno podrá estar más de tres días sin vigilancia y ese plazo se reducirá a solo 24 horas en el caso de los perros. Además, habrá que realizar un curso de tenencia responsable, lo que incidirá en esa burocracia previa a la adquisición del animal en cuestión.

Alonso añade a lo argumentado por su compañero de profesión que ya no es solo que presumiblemente se vaya a reducir la tenencia de animales en los hogares, sino que esa circunstancia se unirá a una consiguiente disminución de las ventas de productos, alimentos y accesorios que se comercializan habitualmente en estos establecimientos. Con todo, la facturación amenaza con desplomarse, aunque ambos coinciden en mantener la confianza en limitar el efecto de las medidas en la práctica.

Por lo pronto, ambos establecimientos y otros profesionales del sector, como veterinarios o proveedores, están impulsando una recogida de firmas contra la nueva normativa. En los mostradores de las dos tiendas zamoranas aparece el formulario para pedir la colaboración de los clientes.

Más allá de ese movimiento reivindicativo que se está tejiendo a nivel nacional, Ruiz en concreto alude a la posibilidad de que llegue un cambio de Gobierno a España antes de que se puedan implementar las medidas contempladas en la ley, aunque esa posibilidad entra en el terreno aún de las hipótesis. Alonso, por su parte, lamenta que la posición de los animalistas haya primado en este caso, más allá de que, en la tramitación de la norma, hayan quedado fuera ciertas exigencias de esos grupos.

Mientras Alonso argumenta su postura, una clienta accede a comprar productos para un roedor. A continuación, la propia responsable de Snupy, coge una pieza de alimentación para pájaros y lanza al aire la pregunta que la tortura en estos tiempos: "Si sale la ley, a ver quién me compra esto".

Los negocios advierten de la posibilidad de que crezca la venta ilegal

Los responsables de los negocios zamoranos entienden que una parte de la nueva normativa, concretamente la que limita la venta de determinadas especies, abre la puerta a que estas se comercialicen a través de canales ilegales: "Esto es lo mismo que ocurre con otros productos. Por mucho que los prohíbas, no van a dejar de existir, y todos lo sabemos", señala Andrés Ruiz, que apunta que, mediante el procedimiento actual, se asegura una serie de controles de seguridad para los propios animales que podría quedar eliminada si eso se sustituye por una práctica habitual de la "piratería".

Estos cambios en la normativa generan preocupación en torno a una ley de bienestar animal que también mantiene algunas de las catalogaciones que ya venían de atrás. Por ejemplo, los perros potencialmente peligrosos seguirán acogidos a la norma que los regula desde hace casi 25 años, y que establece su clasificación por razas y no por comportamiento individualizado de los ejemplares.

Para los grupos progresistas la clasificación por razas no es objetiva porque "estigmatiza" a animales cuyos comportamientos no son peligrosos aunque pertenezcan a una raza considerada como tal, aunque finalmente estos animales seguirán acogidos a la misma normativa que hasta ahora.

El listado de perros peligrosos

Actualmente el listado de perros potencialmente peligrosos incluye a las siguientes categorías: Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu.

En esa cuestión, el tema continuará como hasta ahora, aunque todos los agentes implicados y afectados por la norma aún deberán esperan un tiempo para conocer los detalles concretos de su aplicación, que comenzará en septiembre.

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