"El tesoro de Zamora" aspirará a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

La declaración BIC de las mascaradas abre un camino hacia la Unesco

El Zangarrón de Sanzoles, el pasado 26 de diciembre. |

El Zangarrón de Sanzoles, el pasado 26 de diciembre. | / Jose Luis Fernández

Las mascaradas de Castilla y León ya son Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó este jueves la citada declaración para cerrar el proceso iniciado en el año 2021. Los rituales de Zamora, los más relevantes de la comunidad, compartirán este sello con los de provincias como León y Ávila, desde la óptica de que todas en su conjunto constituyen un elemento "excepcional, diverso y complejo de las manifestaciones festivas que se celebran en pequeñas comunidades rurales".

En todas ellas, "la máscara es el elemento central e identificador" de un personaje ritual que interviene en las distintas escenificaciones o representaciones de carácter teatral, interactuando con otros personajes, con los convecinos y con los espectadores que asisten a la festividad. El marco temporal de celebración de estas festividades era originariamente la época invernal, pero en algunos casos su propia evolución natural ha dado lugar a un cambio de fechas.

Los motivos de la declaración

En cuanto a los motivos ofrecidos por la Junta para la declaración BIC, el Gobierno remarcó que la transmisión oral, la identidad de los miembros de la colectividad, las acciones que se representan, los personajes que intervienen, la indumentaria y objetos utilizados, la música, los sonidos, el espacio en el que se desarrollan, el marco temporal, el protagonismo de la comunidad, la diversidad de símbolos y significados, la pervivencia a lo largo de la historia y la vitalidad actual "constituyen una relación sintética de los contenidos de estas celebraciones y rituales festivos, que se han convertido el objeto de esta declaración".

Una vez conocida la noticia, el presidente de la recién constituida federación de mascaradas de Zamora, José Javier Sánchez, celebró "el logro y el reconocimiento al valor" de estos rituales, después de la insistencia a los responsables autonómicos para que aceleraran el expediente. La declaración BIC servirá, además, para que el colectivo provincial avance con más solidez hacia el siguiente paso, que es el reconocimiento de la Unesco a las mascaradas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Con o sin Portugal

En esa línea, los representantes zamoranos se enfrentan ahora a la decisión sobre el futuro de esa candidatura. La federación deberá determinar si acude con una propuesta de la provincia o de Castilla y León o si, por el contrario, suma a los rituales de Tras-os-Montes, muy vinculados a los de este lado de La Raya desde distintos puntos de vista: "Habrá que analizarlo", admitió Sánchez, que considera que "la unión hace la fuerza", pero que advirtió que también conviene valorar qué factores pueden considerar los organismos encargados de conceder el sello.

Por lo pronto, la federación zamorana ya plantea la posibilidad de organizar un congreso con antropólogos para tratar de incrementar el conocimiento sobre estas mascaradas, que son precisamente "las armas" con las que cuenta el colectivo para enfrentarse al ambicioso reto de la Unesco: "Nuestra intención es mantener vivas las que están y recuperar las que están dormidas por distintas causas", apuntó Sánchez, que volvió a repetir la idea de "conservar lo que los abuelos no dejaron morir".

Del mismo modo, el colectivo tratará de "demostrar la antigüedad" de estos rituales y de obtener la documentación necesaria para acreditarlo cuando sea menester. La gran esperanza de Sánchez y del resto de personas implicadas en esta tarea reside precisamente en "el auge" que se está viviendo en los últimos años, en los que las mascaradas han adquirido un papel protagonista dentro de las manifestaciones culturales en la provincia. La federación cuenta ya con 18 asociaciones de pueblos en su seno y aspira a sobreponerse a la despoblación amenazante para que el Bien de Interés Cultural sea solamente el primer paso hacia un reconocimiento superior.

La Junta destaca "el simbolismo" que tiene cada representación

Algunos de los motivos que destacó la Junta de Castilla y León en su exposición de motivos sobre la declaración BIC fueron "el papel de las mascaradas en la cohesión e identidad de la colectividad, el contenido simbólico y la complejidad de significados de estas manifestaciones festivas, su continuidad histórica y vinculación con la elaboración de mitos y ritos o la diversidad de expresiones creativas" en cada lugar.

"Pero sobre todo es la participación y cooperación en la organización y mantenimiento de estos rituales festivos por parte de los vecinos de estos pequeños núcleos rurales, los que han conseguido la pervivencia, vitalidad y carácter dinámico de estas festividades, su recuperación y su salvaguarda", reconocieron desde la Junta.

No en vano, cada mascarada tiene sus propias características y distintos grados de arraigo y reconocimiento en cada una de las localidades, por lo que "en su conjunto constituyen manifestaciones culturales vivas y representativas de la identidad".

Prada subraya "el tesoro" que suponen estas tradiciones en los pueblos

El vicepresidente segundo de la Diputación y responsable del área de Cultura y Turismo en La Encarnación, Jesús María Prada, celebró la declaración de las mascaradas como Bien de Interés Cultural y agradeció la celeridad de la Junta a la hora de tramitar el expediente: "Desde nuestra institución han sido muchos años de potenciación de estos rituales, así que este es un día de celebración", reconoció el responsable popular, apenas unos minutos después de que se hiciera oficial la noticia.

En ese sentido, Prada apuntó que "son muchos los ayuntamientos y las asociaciones que han apostado" por las mascaradas y reconoció que la declaración como Bien de Interés Cultural "es básica" para poder optar al Patrimonio Inmaterial de la Humanidad: "Zamora tiene un tesoro", defendió el dirigente de la Diputación, que opinó que la candidatura que se presente a la Unesco debe ser un proyecto conjunto de Zamora y Portugal, en aras de tener más oportunidades de éxito ante este organismo.

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