Uno de cada diez zamoranos menores de 35 años vive en Madrid

La capacidad succionadora de la capital del país y la falta de empleo estable y bien pagado en la provincia condenan el futuro del territorio

Viajeros en la estación de tren de Zamora.

Viajeros en la estación de tren de Zamora. / Emilio Fraile

Luis Garrido

Luis Garrido

Uno de cada diez zamoranos menores de 35 años reside en la Comunidad de Madrid. Se trata de la mitad del 24% de los jóvenes que se han visto forzados a abandonar la provincia que les vio nacer para poder prosperar en un mercado laboral cada vez más hostil con los que se incorporan. Las consecuencias del modelo centralista se resumen en los datos aportados por el Observatorio de Emancipación, cuyo último informe refleja cómo la capital del país no ceja en la succión de capital humano desde bien temprano; prácticamente, desde los 18 años. Quienes se quedan, que siguen siendo mayoría, tampoco lo tienen fácil. Empleos precarizados, sueldos que no dan para vivir y un sector inmobiliario que sospecha nada más que entran por la puerta. Muchas trabas para prosperar desde esta porción del oeste más oeste.

El informe del Observatorio de Emancipación elaborado por el Consejo de la Juventud de España demuestra cómo Zamora es uno de los territorios con más probabilidades de que una persona joven nacida en su seno esté ahora mismo residiendo en otra provincia. Concretamente, el 11% de su talento joven vive fuera; la mayoría de ellos, en Madrid. En el rango de 16 a 29 años, hay un 4% de zamoranos que ya hacen su vida en la capital de España. Un dato que se amplía sobremanera al analizar el grupo etario inmediatamente superior, el de los 30 a 34 años. En ese caso, el 10,2% de los ciudadanos de esta tierra vive allí, donde se encuentra un mayor abanico de oportunidades laborales.

Precisamente, la hostilidad del mercado de trabajo local es una de las razones por las que muchos zamoranos optan por preparar la maleta y coger el AutoRes. De acuerdo con los datos proporcionados por el Observatorio de la Emancipación, el 57% de las personas jóvenes asalariadas durante el ejercicio 2021 tenía contratos temporales y el 16,3% de todas las que estaban trabajando lo hacía en condiciones de subocupación. Y a ello hay que añadir la precarización laboral en forma de discontinuidad. Durante ese mismo periodo, casi la mitad de la población joven, el 43,7%, se encontraba en su empresa actual desde hacía menos de un año. Y solo dos de cada diez tenían una continuidad laboral de más de tres años. El dato definitivo es que el 91% de los contratos creados en ese curso fueron de carácter temporal.

El panorama es más que crudo para unos jóvenes zamoranos que no se resignan, en su mayoría, a abandonar la provincia que les vio nacer. La mayoría de ellos todavía viven en el territorio, aunque las condiciones son cada vez más desfavorables y el fantasma de la emigración sobrevuela a cada paso, a cada contrato precario y a cada patada del mercado inmobiliario.

Un joven camina por la calle de Santa Clara. | Jose Luis Fernández

Un joven camina por la calle de Santa Clara. | Jose Luis Fernández / Luis Garrido

Tener empleo no garantiza esquivar los umbrales de la pobreza

Tener trabajo no exime a los jóvenes zamoranos de estar en riesgo de exclusión social. De hecho, la tasa de pobreza en este nicho de población se encuentra en el 18,9% en general y en el 10,2% entre la población ocupada. Y es que el salario no llega para hacer frente a todos los gastos que comportaría una emancipación del domicilio familiar y por eso muchas personas todavía no pueden permitírselo. Pese a todo, uno de los aspectos positivos observados entre la población joven en Castilla y León en el año 2020 (último año para el que hay datos) fue que el riesgo de padecer pobreza o exclusión social se encontraba entre los más reducidos de todas las comunidades autónomas. La tasa de pobreza o exclusión social de la población joven castellana y leonesa se situó en el 18,9% frente al 30,3% registrado a nivel nacional.

La presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, ha señalado la crítica situación de la comunidad autónoma para con el futuro de los jóvenes. "Una sociedad que deja atrás a las personas jóvenes es una sociedad que fracasa", ha defendido. "Es fundamental desarrollar políticas públicas adecuadas, principalmente en materia de vivienda y empleo, que permitan a las personas jóvenes no estar inmersas en una precariedad y fragilidad laboral, que posibiliten su emancipación y el desarrollo de un proyecto vital en nuestra tierra, no viéndose obligadas a emigrar", ha añadido.

El esfuerzo para alquilar es del 36% del salario, menor que la media regional

El esfuerzo que un joven zamorano debe hacer para afrontar el pago del alquiler es bastante menor al del conjunto de la comunidad autónoma. Frente a la media del 53% de su salario que deben emplear los castellanos y leoneses menores de 30 años, en el caso de esta provincia el porcentaje se reduce al 36%. Pese a todo, sigue estando por encima de lo que los bancos consideran apropiado para destinar a la vivienda, que es un 30% de las retribuciones, por lo que emprender una vida por cuenta propia sigue resultando muy complicado. La población joven se distingue todavía por presentar una fuerte dependencia familiar, teniendo en cuenta que tan solo el 14,7% había abandonado el hogar de origen a finales de 2021.

Atendiendo al sexo, los hombres jóvenes intensificaron la salida del hogar familiar, aumentando su tasa de emancipación en 1,5 puntos y alcanzando la media obtenida en el conjunto estatal (13,0% y 12,7% respectivamente). Mientras, en las mujeres se redujo entre el primer y el segundo semestre, hasta el 16,6% (el promedio estatal en mujeres jóvenes fue del 18,5%). Por su parte, en la población entre 30 y 34 años la tasa de emancipación residencial continuó descendiendo. A finales de 2021, el 67,3% de la población de esta franja de edad vivía por su cuenta.

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