La subida de los alquileres imposibilita el acceso a la vivienda de salarios mínimos

Los más de 24.000 zamoranos que cobran el SMI deberían destinar máximo 360 euros a pagar el piso, pero no hay oferta por ese precio

Oferta de alquileres en una inmobiliaria de la capital zamorana.

Oferta de alquileres en una inmobiliaria de la capital zamorana. / Jose Luis Fernández

Luis Garrido

Luis Garrido

Alquilar una vivienda en Zamora comienza a ser misión imposible, teniendo en cuenta que los sueldos aumentan a un ritmo notablemente más lento que los precios. La provincia no se libra del problema que el mercado inmobiliario está atravesando desde hace meses en el conjunto de España y que amenaza con llevarse por delante a las personas con menos recursos. El incremento del Salario Mínimo Interprofesional en ochenta euros brutos ayuda, pero no soluciona; como tampoco lo hace el hecho de ser uno de los territorios con las retribuciones más bajas de todo el país. Mientras los arrendamientos se disparan, lo hace también la constitución de hipotecas. De nuevo comprar vuelve a parecer más rentable a ojos de los ciudadanos, que cada vez sufren más para poder disfrutar de un derecho fundamental como es una vivienda digna y adecuada.

Hay una regla no escrita a la hora de gestionar las finanzas personales que dicta que se debe destinar, como máximo, un tercio de los ingresos para el pago del alquiler si se quiere llegar a cubrir el resto de facturas. Esto, a efectos prácticos, quiere decir que una persona que cobre el Salario Mínimo Interprofesional podría permitirse, únicamente, un piso de hasta 360 euros. La provincia cuenta con más de 24.000 zamoranos en esta situación y con menos de una veintena de viviendas por debajo de ese precio. Es decir: problemas. De acuerdo con los datos aportados por el portal especializado Idealista, uno de los principales mercados del alquiler en Internet, en el conjunto del territorio habría 17 hogares a los que se podría acceder por menos de 360 euros al mes sobre una oferta próxima al centenar. En el caso de la capital, la cifra se reduce a tan solo dos.

La subida del Salario Mínimo Interprofesional es, por lo tanto, insuficiente para poder acceder a una vivienda con garantías de poder pagarla en el largo plazo. Y es que, la regla del tercio es la más fidedigna a la hora de afrontar los gastos mensuales. Las entidades financieras trabajan habitualmente con este esquema a la hora de conceder hipotecas. Un sistema que dicta que se debe destinar máximo un 30% para el piso, un 20% para el ahorro y el 50% restante para gastos ordinarios. Conviene recordar, además, que los 1.080 euros son una retribución en bruto, por lo que la cifra neta en el bolsillo es sensiblemente inferior y dificulta aún más el acceso al mercado inmobiliario en unas condiciones de suficiencia y solvencia económica aceptables.

La situación no mejora si se deja a un lado el Salario Mínimo Interprofesional y se toma como referencia un valor como es el salario medio. Los datos de la Agencia Tributaria correspondientes al pasado ejercicio arrojan unas percepciones brutas anuales de 18.270 euros de media en el conjunto de la provincia de Zamora. Esto, en 14 pagas, son 1.305 euros mensuales. Y con la regla del tres, cabría destinar como máximo 435 euros al alquiler de vivienda. Nuevamente, al acudir al portal Idealista, la tozuda realidad se abre hueco. Por ese precio solo se puede acceder a la mitad del mercado inmobiliario del conjunto del territorio. Apenas 46 pisos de los 83 de oferta. En la capital, serían 11 de 34.

Con un mercado del alquiler absolutamente tensionado, especialmente en la capital de la provincia, no son pocos los zamoranos que han optado en este último año por la compra de una vivienda. Los datos del Instituto Nacional de Estadística señalan que el pasado año se constituyeron en 690 hipotecas en el conjunto del territorio hasta el mes de noviembre. A falta de los datos de diciembre para concretar el año completo, este pasado 2022 ha sido un curso positivo en lo tocante a la compraventa de pisos, con cifras a niveles de las registradas antes del estallido de la pandemia del coronavirus.

Pese a todo, la realidad es que el mercado de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, se encuentra en tendencia absolutamente alcista a nivel nacional y Zamora no es una excepción en esta regla. Si bien el territorio presenta un precio por metro cuadrado de los más bajos de todo el país, no es menos cierto que la inflación también ha llegado hasta este particular y cada vez es más difícil para las familias con pocos recursos poder hacer frente a lo que los propietarios piden por sus pisos.

Los jóvenes aportan más del 40% de su sueldo al arrendamiento

Los jóvenes zamoranos necesitan destinar el 41% de su salario para pagar el alquiler, lo que complica sobremanera la independencia en el rango de 16 a 29 años. Y eso, en el mejor de los casos. Porque, aquel que se plantee formalizar una hipoteca, deberá emplearse a fondo para que el banco se lo tome en serio, habida cuenta de que superaría todos los umbrales existentes de endeudamiento permitido que hacen saltar las alarmas de cualquier entidad financiera. Estas son algunas de las conclusiones que se pueden extraer del último informe del Observatorio de Emancipación promovido por el Consejo de la Juventud de Castilla y León y el Consejo Económico y Social.

Tras los números presentados por este Observatorio se esconde una dureza del mercado con los más jóvenes que hace casi imposible el acceso a una vivienda, obligándoles así a permanecer en el hogar familiar hasta bien entrada la treintena. De hecho, las cifras hablan por sí mismas: al finalizar el año 2020, tan solo el 15,3% de los jóvenes zamoranos habían conseguido salir de casa de sus padres, lo que significa casi dos puntos menos que antes de la pandemia. El informe apunta a que el 57% de los jóvenes que abandonan el hogar familiar lo hacen a través de un alquiler.

La provincia cerró 2022 con una inflación del 4% en las rentas

La provincia de Zamora cerró el pasado año 2022 con un incremento en el precio del alquiler superior al cuatro por ciento, en sintonía con un escenario de inflación generalizada. Este porcentaje de subida es superior al que han registrado muchos de los salarios de los trabajadores, lo que afecta de manera directa al problema de la vivienda. Pese a que este territorio sigue siendo el más barato de toda la comunidad autónoma, con un metro cuadrado que asciende a 5,4 euros, la situación es cada vez más complicada para centenares de familias que sufren la tiranía de los mercados. La tendencia alcista se reproduce en la provincia, pero también en la capital. Aunque en menor medida, el 2022 ha sido un año para olvidar en este ámbito.

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