Zamora registra la mitad de nacimientos que hace 25 años y baja de los dos al día

La natalidad se hunde en una provincia que contabilizó 687 bebés en el año 2022 y que vio cómo las muertes se elevaban hasta las 2.705

Trillizos nacidos recientemente en Zamora. |

Trillizos nacidos recientemente en Zamora. | / Jose Luis Fernández

Zamora se ha metido en un callejón demográfico con pocas salidas. La estructura de la población lleva a la provincia por un camino unidireccional de muchas muertes y pocos nacimientos, lo que inevitablemente conduce al territorio hacia una pérdida de capital humano que se repite cada año sin que haya demasiados argumentos a los que aferrarse para pensar en un posible volantazo. Los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística sobre los nacimientos registrados en el año 2022 constituyen un nuevo varapalo para una sociedad que paladea las buenas noticias de las familias que se asientan aquí o de los niños que vienen al mundo de tres en tres, pero que siempre acaba por toparse con la realidad que recuerda que eso son excepciones.

40.000 habitantes perdidos desde 1997

Por norma general, lo que ocurre se tiene que escribir en negativo y así ocurre con el siguiente dato: Zamora registró 687 nacimientos en el año 2022, la mitad que hace 25 años. En 1997, vinieron al mundo 1.341 bebés en la provincia y, desde entonces, la natalidad ha caído en picado mientras la población ha ido disminuyendo sin que nadie encontrara remedio. En este cuarto de siglo, el deterioro demográfico se ha llevado por delante casi 40.000 habitantes. Lejos queda ya la barrera de los 200.000 para un territorio en el que conviven 167.000 personas.

El dato concreto de los bebés venidos al mundo en Zamora deja patente que la bajada de la natalidad es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la provincia. Pero la causa hay que buscarla primero en el descenso del número de personas en edad de tener hijos. Este es un territorio envejecido, con la media de edad más elevada de España, con una de las cifras más bajas de jóvenes y niños y con las perspectivas menos halagüeñas. La provincia tiene, en estos momentos, 20.745 vecinos de entre 15 y 29 años. En 2050, tan solo contará con 11.988 habitantes en esa horquilla, según las estadísticas del Eurostat.

Más de mil, hasta 2015

Con este panorama, el descenso de la natalidad, que es generalizado en España, se acelera de manera alarmante en Zamora, que hace menos de diez años mantenía un ritmo anual de nacimientos siempre por encima del millar. Solo a partir del 2015, ese listón cayó para dar paso a una bajada que sigue sin encontrar suelo. En estos momentos, ya nacen menos de dos niños al día en la provincia.

Si se compara esta situación con la de otros puntos del país se percibe que la caída cercana al 50% que ha sufrido Zamora en su cifra de nacimientos en el último cuarto de siglo no encuentra comparación posible. A continuación aparecen Jaén (-40,11%), Cáceres (-38,77%), León (-34,67%) y Segovia (-33,48%). En el reverso de esa realidad se hallan los lugares donde la cifra anual de bebés ha crecido en este periodo, contra la tendencia española. Ahí se encuentran Almería, Baleares, Gerona, Tarragona, Guadalajara, Madrid o Lérida, con un alza por encima del 5% en el número de alumbramientos desde 1997.

En 2022, solo en Soria nacieron menos niños que en Zamora

La media española habla de un descenso del 10% que, si bien es preocupante, está lejos de acercarse al drama que vive Zamora en relación a su natalidad. Solo en el último año, la provincia ha registrado 21 bebés menos que en el anterior y ha dejado atrás otra barrera más, la de los 700 partos. En 2022, solo en Soria nacieron menos niños que en Zamora, y eso que Palencia, Ávila, Segovia, Teruel, Palencia, Ceuta y Melilla siguen siendo territorios menos poblados. Al menos, de momento.

Las diferencias con Teruel

En 1997, todas esas provincias y ciudades autónomas citadas contabilizaron menos nacimientos que Zamora, que por entonces se situaba en el lugar que le correspondía en la estadística en relación a su población total. Desde entonces, el deterioro aquí ha sido mucho mayor que en el resto de las zonas mencionadas. Por poner un ejemplo que deja patente lo que ocurre, hace 25 años, Teruel registró 274 alumbramientos menos que Zamora; en 2022, sumó 238 más. La provincia aragonesa tiene 33.000 habitantes menos, aunque solo ha perdido 5.000 en este cuarto de siglo por los casi 40.000 de la provincia. Los datos son cristalinos.

Con todo, el dato de nacimientos conviene cruzarlo con el de muertes en el mismo periodo, con el fin de hallar el saldo vegetativo. El golpe aquí es duro, y es que la provincia tuvo que lamentar 2.705 fallecimientos a lo largo del año 2022. Es decir, entre siete y ocho de media al día. Por cada parto hubo cuatro entierros en un territorio que necesitaría un saldo migratorio positivo de más de 2.000 personas al año solo para mantener la población con la que cuenta en estos momentos. De ahí las llamadas de socorro. Si el tema se deja correr, todas las barreras y listones irán cayendo como fichas de dominó.

La media de nacimientos en Zamora se sitúa por debajo de dos al día, mientras que el promedio de muertes se eleva por encima de las siete por jornada. Los datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al año 2022 muestran la realidad de un territorio que ha visto cómo la natalidad se ha desplomado de forma descontrolada en los últimos tiempos. En 1997, la provincia registró el doble de partos que el año pasado, cuando la cifra se redujo a 687. En 2014, el número aún estaba por encima del millar. La diferencia actual entre esas cifras y las de fallecimientos ofrece un saldo vegetativo insostenible para una provincia que se mantiene como la más dañada por la pérdida de población.

La media de edad ha crecido de los 44,5 a los 51,3 desde 1997

La media de edad de la población es cada vez más elevada. En Zamora, en el resto de España y en el conjunto de Europa. Lo que ocurre es que el envejecimiento lleva un ritmo más acelerado en la provincia. En los últimos 25 años, el promedio ha pasado de los 44,5 a los 51,3, casi siete más. En el total del país, esa cifra se ha elevado en 5,5 años. Además, Zamora es en estos momentos la provincia más envejecida de España, por delante de Orense y Lugo, que hace un cuarto de siglo tenían una media de edad superior. En general, al observar los datos, se puede comprobar cómo la evolución en el territorio zamorano es mucho peor que en las provincias de su entorno. Esos datos se combinan con los que señalan que Zamora es el territorio de España con más porcentaje de población por encima de los 80 años, una tasa que se incrementa en los territorios rurales, particularmente castigados por todos los problemas demográficos.

Los 2.000 partos anuales quedaron atrás a mediados de los 80

Zamora dejó atrás los mil nacimientos anuales a partir del año 2015. Desde entonces, ha ido cayendo a razón de unos 40 bebés al año. Pero para entonces la dinámica descendente ya había comenzado. La natalidad tiende a la baja en la provincia desde hace un buen puñado de décadas. De hecho, hasta hace treinta años, los alumbramientos se encontraban siempre por encima de los 1.500 en cada ejercicio. Incluso, hasta 1986, la serie histórica iniciada en 1975 mostraba cada año más de 2.000 bebés por curso. El pico llegó en 1976, con más de 2.800 niños en la provincia. Esa cifra cuadruplica con creces a la actual, una circunstancia motivada por el descenso generalizado de la natalidad en toda España y por las particularidades de una tierra cada vez más despoblada y con menos gente en edad de tener hijos.

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