Entrevista | Antonio Oliveira Pérez Escritor de teatro infantil

"Los niños pueden descubrir el teatro también leyéndolo"

"Mi obra es un poco gamberra porque los textos que he leído de teatro infantil me parecen demasiado pedagógicos"

ANTONIO OLIVEIRA

ANTONIO OLIVEIRA / JOSE LUIS FERNANDEZ

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

El polifacético Antonio Oliveira (profesor de Secundaria, músico, actor, director de teatro y autor de texto teatrales para jóvenes y adultos) desarrolla una nueva faceta creativa, la de autor de teatro para niños. Su libro "Chucho y Cloé" lo presenta en la Biblioteca Pública de Zamora el miércoles 15 de febrero a las 19.00 horas.

– ¿Qué le ha impulsado a desarrollar ahora una nueva vertiente creativa, la escritura para niños?

–Mi hija y yo nos contamos historias. Ella se inventa historias y también me pide que me invente historias con sus amigos como personajes. Lo hice un poco por juego, por hacérselo para mi hija durante la pandemia. Me inspiré en aspecto de mi entorno como Chucho que es el perro que tenemos adoptado y Cloé que es ella. Me apetecía escribir una especie de cuento y como me encuentro más cómodo escribiendo teatro, opté por este género. También he optado por el teatro infantil porque no hay mucho publicado y lo que he leído me parece muy pedagógico y me apetecía apostar por un texto un poco gamberrete con personajes un poco locos.

–¿A qué se refiere?

–Hay un personaje que se llama Cuziyo, una especie de narrador pero que también se mete en la historia. Además, he introducido a unos gatos mafiosos y corruptos. Incluso el perro es callejero y no tiene papeles y hay un guardián que lo busca porque en este mundo no puedes estar sin papeles.

En el texto aparecen valores como la amistad, el respeto al diferente, el medioambiente o la incomunicación

–Invita a reflexionar a los niños…

–Me salió. No obstante, quería hacer una cosa mucho más ligera de lo que suelo hacer para adultos, sobre todo, para que el lector se divierta. Pensaba en un lector infantil al escribir en la obra teatral, pero sin tratarle como tonto, como a veces se hace. Incluso empleo palabras que por el contexto van a descubrir su significado. En el texto aparecen valores como la amistad, el respeto al diferente, el medioambiente o la incomunicación. De hecho, el personaje se va de casa porque sus padres no le hacen caso. Sus padres no juegan con ella, sino que están todo el día pendiente de los móviles. Hay una escena graciosa en las que la niña les va a pedir ayuda y ellos están como autómatas y ni se dan cuenta de que su hija no está. También hablo de los desahucios, pues quieren echar de su casa a un conejo, su mujer y a sus 47 crías.

–La obra era inicialmente para su hija, pero ¿qué le mueve a dar el paso de publicarla?

–Mi propósito era dársela, que la leyera y meterla en un cajón. La leyó la gente más cercana y les gustó. Se la pasé a un buen amigo Jesús Martín Rodríguez, que fue mi profesor y me cambió la vida porque me descubrió a Lorca o a Martín Gaite e hice teatro con él, y a quien todo lo que escribo se lo mando. Él, que tiene un buen criterio, me animó a moverlo por editoriales.

Puede parecer que soy egocéntrico al editarme yo mismo, pero también Valle Inclán tuvo que publicarse él algunos libros porque nadie lo hacía

–¿Siguió su consejo?

–Sí, lo hice. De hecho, me respondieron desde varias editoriales, pero me decían que en el ámbito infantil se mueven mucho mejor los cuentos e incluso otras, me ofrecían pagar una cantidad de dinero por publicar la obra. Al final, hablé con el director de Ediciones Invasoras, un sello de teatro para adultos que me ha publicado la obra "Úgurug", que me animó a no caer en las editoriales que piden dinero. Finalmente opté por sacarlo yo adelante gracias al apoyo de mi primo, Abel García que lo ha maquetado. Puede parecer que soy egocéntrico al editarme yo mismo, pero también Valle Inclán tuvo que publicarse él algunos libros porque nadie lo hacía.

–El libro está ilustrado por su hija, por la propia protagonista.

–Se lo pedí. Dibuja casi continuamente escuchando música, aunque si le das unas directrices en concreto le cuesta un poco más. Las hizo con ocho años y ha efectuado un dibujo para cada escena. También se ha dibujados a ella para la solapa, ha dibujado a Abel y a mí. También ella ha escrito el prólogo.

–Como profesor ¿el libro puede utilizarse como herramienta en clase?

–Espero que los niños a partir de ocho años jueguen con él y descubran el teatro leído porque el teatro también se puede leer; de hecho, yo disfruto mucho leyéndolo porque te imaginas las cosas que describen o cómo se mueven los personajes. El objetivo primordial sería montarlo. Le pasé el texto a los integrantes de "Zarandaja", el grupo de teatro que dirijo, para hacer algo el día de la presentación y al leerlo ellos me han animado a montarlo.

–¿Cómo será la presentación en la Biblioteca Pública de Zamora?

–Hablaré un poco al inicio. Cuatro integrantes del grupo van a leer dramáticamente tres escenas, ambientadas al piano por Julia Andrés y proyectaremos varias de las ilustraciones hechas por Cloé. Para mí es una excusa para dar visibilidad al teatro.

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