Planes en Zamora

Picasso y el exilio artístico

Mercedes Guillén, compañera de Lobo, se aproxima a la vida de los creadores en París en un libro que se presenta en el Museo de Zamora

En el centro Baltasar Lobo y su compañera Mercedes Guillén. | Cedida

En el centro Baltasar Lobo y su compañera Mercedes Guillén. | Cedida / Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

La casualidad ha propiciado que un texto escrito en 1973 por Mercedes Guillén vuelva a ser publicado y sea presentado el jueves, día 9, en el salón de actos del Museo de Zamora, centro que custodia el legado no expuesto de Baltasar Lobo, su compañero de vida.

El editor Juan Pablo Díaz Chorne hace año y medio se topó con "Picasso y los españoles (1939)" escrito por la compañera del escultor terracampino cuando buscaba un libro que había leído a principios de este siglo sobre el barbero de Picasso.

El profesional que capitanea la joven editorial Muñeca infinita, que apuesta por la publicación de memorias literarias, no se lo pensó dos veces y se animó a publicarlo. "Me parece muy interesante el lado humano y cotidiano de Picasso, quien entonces en 1939 era ya un artista considerado que había llevado a cabo una exposición en el MoMA de Nueva York y tenía una buena situación económica".

Otro aspecto que le cautivó fue que a través de las páginas la autora relata "su propia historia cómo era de dura la vida de los exiliados, cómo tenían que buscarse los papeles, cómo abrigarse, dónde dormir, qué comer.... Muchas veces no somos conscientes que estas personas huyeron con una mano delante y otra detrás y en poco tiempo se encontraron con los nazis en Francia", aprecia el editor.

Mercedes Guillén y Picasso

Mercedes Guillén y Picasso / Jaqueline Picasso

En el caso Mercedes Guillén y Baltasar Lobo llegaron sin nada a París y como muchos exiliados republicanos Picasso los protegió y ayudó. Pudieron trasladarse a México, pero optaron por quedarse en la capital francesa, donde el pintor malagueño les presentó a grandes de las vanguardias europeas, menciona el editor.

Mercedes Guillén, nacida en Barcelona, mantuvo un contacto "casi diario con Pablo Picasso hasta la liberación de París en el año 1944 , luego al irse a vivir el pintor al sur de Francia perdieron un poco la relación", atestigua el editor que apunta que "ella se presentaba a Picasso como la loba, como la pareja de Baltasar", quien curiosamente no figura en ningún párrafo "seguramente porque ese era su deseo" opina Díaz Chorne.

Mercedes Guillén fue una activista y escritora anarquista que llevó a cabo un intenso trabajo cultural y político en la Segunda República y en la Guerra Civil. Junto a Lucía Sánchez Saornil y a Amparo Poch y Gascón formó el núcleo madrileño del organización "Mujeres Libres" que llegó a contar con 25.000 afiliadas, pero en París se centró en la carrera de Baltasar Lobo, convirtiéndose en su representante, una labor que compatibilizó con algunas traducciones para sobrevivir.

Figura olvidada

Con la publicación, que está centrada solo en la primera parte de la publicación original aunque recupera algunas páginas de la segunda parte, Díaz Chorne también pretende dar visibilidad a Mercedes Guillén, "una figura muy importante en España y muy olvidada". El editor alude a que en el momento de la primera edición en España, en 1973 en Alfaguara y su nueva edición dos años después en el sello Siglo XXI, ella todavía firma con su segundo apellido Guillén porque "todavía estaba fichada".

El volumen se completa con un interesante epílogo escrito por la historiadora Laura Vicente, especializada en la historia del anarquismo, el movimiento obrero y la historia de las mujeres, que aproxima a la figura de Mercedes Comaposada Guillén antes de la Guerra Civil, su vertiente de militante o sus dos etapas en el exilio, entre otros aspectos.

El libro "Picasso y los exiliados" se presenta en Zamora a modo también de homenaje a su pareja Baltasar Lobo. El acto tendrá lugar en el salón de actos del Museo de Zamora el jueves 9 de febrero a las 19.30 horas y en el intervendrán la historiadora Laura Vicente, el editor Juan Pablo Díaz y la presidenta de la asociación Amigos de Baltasar Lobo, Concha González.

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