Las lagunas del Ramos Carrión

Las humedades que afectan a las salas polivalentes del teatro traen al presente los problemas en una instalación que costó 15 millones y que exige ahora otra reparación

Arriba, las salas polivalentes durante su inauguración; en el centro, los bomberos observan desperfectos en la muralla; abajo, un hombre pasa por lo que iban a ser las taquillas. | |

Arriba, las salas polivalentes durante su inauguración; en el centro, los bomberos observan desperfectos en la muralla; abajo, un hombre pasa por lo que iban a ser las taquillas. | | / L. O. Z.

Las salas polivalentes del Teatro Ramos Carrión llevan más de quince meses cerradas por unas humedades. Los intentos de hacer una reforma de andar por casa han fracasado y estos espacios situados bajo la terraza, e inaugurados en 2016, continúan inhabilitados para la celebración de cualquier tipo de actividad. La previsión es que la situación se prolongue varios meses, mientras se redacta el proyecto, se adjudica y se ejecuta la obra. Entretanto, la institución avanza en paralelo para adjudicar la gestión del liceo provincial, con la certeza de que los trabajos en las instalaciones deben haber concluido cuando llegue el momento de resolver ese proceso.

El presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, señaló este viernes que el bipartito ha previsto una pequeña partida en el presupuesto para ejecutar la obra: “Probablemente, tendremos que meter más cantidad para hacerlo bien”, aceptó el dirigente liberal, que advirtió igualmente que el problema “viene desde hace muchos años”. “Hablamos de un problema estructural, así que otros mandatarios dieron de paso algo que yo entiendo que no estaba bien”, deslizó el responsable provincial.

Las lagunas del Ramos Carrión

Las lagunas del Ramos Carrión / Manuel Herrera

Requejo miró al pasado para buscar a los responsables, pero aceptó que la solución está ahora en su mano: “Cuando hagamos el estudio, veremos lo que ha pasado, pero es cierto que hay que arreglarlo y que tenemos que tomar una determinación”, indicó el presidente de la Diputación, que situó el inicio de las obras de cara al verano. Es decir, todo apunta a que las salas polivalentes, que ya tienen daños dentro de las propias dependencias a causa de las humedades, permanecerán clausuradas finalmente durante dos años.

Un capítulo más de una serie de deficiencias

Este problema se ha convertido ya en un capítulo más de la serie de deficiencias, inconvenientes y demoras que ha acumulado el Teatro Ramos Carrión entre su gestación y su puesta en funcionamiento. Durante años, el liceo fue al tiempo uno de los grandes objetivos y uno de los principales dolores de cabeza de la institución provincial, que ahora tendrá que afrontar un nuevo desembolso para realizar correcciones en la instalación.

A algunos de los miembros del equipo de Gobierno, la cuestión les pilla de nuevas. Pero hay otros que llevan muchos años lidiando con problemas vinculados al teatro. Entre ellos se encuentra el vicepresidente primero de la institución, José María Barrios, que ya se encontraba junto a la entonces presidenta, Pilar Álvarez, cuando la dirigente anunció una partida de 1,1 millones de euros para iniciar los trabajos en el liceo. La intervención tendría que haber concluido en 2005, según la previsión realizada en su momento.

Sin embargo, los plazos se iban a quedar muy lejos de aquella idea inicial. Las deficiencias en el proyecto de ejecución forzaron distintas modificaciones sobre el plan y los retrasos acumularon primero meses y luego años. La iniciativa del teatro cayó pronto en manos del sucesor de Álvarez, Fernando Martínez Maíllo, que asistió a la puesta en marcha de las obras en 2006, pero que se vio obligado a frenar de nuevo y a encargar otra corrección para evitar el anunciado riesgo de derrumbe en los edificios colindantes.

Incremento de los costes

De paso, el precio de las obras se fue encareciendo de tal manera que si la previsión inicial era gastar 6,6 millones, con el respaldo del Gobierno, pronto el presupuesto saltó por encima de los 10 hasta alcanzar los 15 ya en una fase avanzada de los trabajos. Para entonces, surgieron los conflictos relacionados con la trasera del Ramos. La altura del mirador superaba la cota de la muralla medieval, lo que condujo a Patrimonio a exigir un desmontaje parcial.

Otro de los conflictos que tuvo que afrontar la institución fue el de las taquillas. La obra situó esta parte del teatro sobre una zona común de servidumbre, lo que provocó la denuncia de los vecinos de la calle Alfonso XII. El pulso se mantuvo durante muchos meses, hasta que finalmente el propio Maíllo comunicó la decisión de trasladar el servicio al interior. Poco antes, la Diputación también había hecho frente a la aparición de una grieta en plena muralla, a la altura de la parte trasera del Ramos Carrión.

Incluso, poco antes de la celebración de los actos del Día de la Provincia del año 2013 en el liceo provincial, el Ramos Carrión cambió el aspecto de su fachada por recomendación de Patrimonio. El tono gris azulado actual sustituyó al blanco que aparecía inicialmente y las labores de pintado se unieron a otras relacionadas con las ventanas o con la reincorporación de molduras y óculos.

El inicio de la actividad

Precisamente, a finales del año 2013, comenzó definitivamente la actividad en el Teatro Ramos Carrión, aunque inicialmente a cuentagotas. Hasta el año 2016, la programación se redujo a eventos muy concretos, como algunas galas, actos benéficos, eventos relacionados con la Semana Santa o congresos de distintos colectivos.

Fue solo hace siete años cuando la maquinaria se puso en marcha ya como estaba previsto. Habían pasado quince años tras el anuncio de la primera partida para las obras. Ahora, las nuevas deficiencias aparecidas en la instalación devuelven al teatro a la realidad de un día a día a medio gas.

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