Los directores del campus Viriato de Zamora abordan la carta viral "No enseñamos, engañamos"

Los responsables universitarios achacan al continuo cambio de leyes educativas la formación previa de los alumnos universitarios

Estudiantes en la biblioteca del Campus Viriato. | Emilio Fraile

Estudiantes en la biblioteca del Campus Viriato. | Emilio Fraile / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

La carta viral de un profesor de la Universidad de Granada, Daniel Arias Aranda, donde confiesa que, tras sus 25 años de experiencia docente, los asistentes a las aulas de las facultades tienen cada vez una menor formación, ha revolucionado las redes sociales: "No enseñamos, engañamos". Arias Aranda, catedrático del departamento de Organización de Empresas, denuncia la bajada de calidad tanto de los estudios superiores universitarios como de la exigencia en la educación actual.

Preguntados por esta misiva a los directores de las escuelas del Campus Viriato de Zamora, comienzan señalando que hay que diferenciar las características de los alumnos “en función de cada centro”, poniendo el ejemplo de que los estudiantes que acceden a la Escuela de Enfermería “tienen una nota elevada, debido al número de plazas y a la gran demanda”. Algo similar ocurre en la Escuela Politécnica Superior con el grado de Aplicaciones 3D Interactivas y Videojuegos, así como en la Escuela de Magisterio, en relación a los que entran en el doble grado de Educación Infantil y Primaria. “La nota de acceso, por tanto, sí es algo que diferencia a los alumnos”, sostienen.

Nivel formativo

Respecto a con qué formación llegan los futuros universitarios, los directores de las escuelas zamoranas —José Luis Pérez en la Politécnica, Francisco Cuadrado en Magisterio y María José Fermoso en Enfermería— determinan que las diferentes leyes educativas “han sido determinantes en la formación previa de los alumnos que ingresan en la universidad. El que los partidos políticos sean incapaces de consensuar una ley con una buena permanencia en el tiempo está haciendo mucho daño en la formación de los alumnos y en las competencias a adquirir”, razonan.

Charla sobre bioética en el salón de actos del Campus Viriato de Zamora

Charla sobre bioética en el salón de actos del Campus Viriato de Zamora / Cedida

En este sentido, consideran que los profesionales de la enseñanza deberían ser lo que participaran en la elaboración de los planes de estudios o en el establecimiento de las competencias propias de las titulaciones. “Somos los que conocemos la realidad de nuestras titulaciones y de las transformaciones sociales en relación a las mismas”, defienden.

Las pantallas

Una de las mayores críticas que hace el catedrático de la Universidad de Granada en su carta viral es la excesiva dependencia de sus estudiantes de los teléfonos móviles. “Los alumnos que vienen a clase lo hacen en su mayoría con un portátil y/o teléfono móvil que utilizan si ningún resquemor durante las horas de clase. Las caras de los alumnos se esconden tras las pantallas. De hecho, me sé mejor las marcas de sus dispositivos que sus rasgos faciales”, bromea en su escrito.

Feria de Bienvenida en el Campus Viriato de Zamora.

Feria de Bienvenida en el Campus Viriato de Zamora. / ANA BURRIEZA

Sobre este punto, los directores del Campus Viriato indican que los actuales alumnos universitarios “son un claro ejemplo de la sociedad en la que viven, así que el uso de dispositivos móviles o el acceso a redes sociales forma parte de su día a día y es muy difícil conseguir que no lo utilicen en las aulas”, justifican, añadiendo, además, que existen determinados grados y situaciones “en que es incluso adecuada y conveniente su utilización”.

Formación docente

Unos cambios que también se vislumbran en el modo de enseñar por lo que reconocen que afectan al propio claustro universitario. “Las nuevas metodologías docentes se implementan en las titulaciones de la Universidad de Salamanca que imparten en el Campus Viriato. lo que supone para el profesorado un esfuerzo que requiere de una formación continua para conseguir los mejores resultados académicos de nuestros alumnos”, aspiran. “Y esto permite que el estudiante visualice lo que será, sin duda, una forma profesional de actuar, que es la formación a lo largo de toda la vida”, añaden.

Por último, sostienen que debería de “replantearse” qué tipo de formación necesitan los jóvenes, puesto que no es imprescindible para un futuro profesional el cursar una carrera universitaria. “La potenciación de la Formación Profesional favorecería, por un lado, que a las facultades acudieran aquellos que tienen un verdadero interés en las titulaciones universitarias y, por otro, formar a jóvenes en profesiones que, a día de hoy, son muy demandadas y que carecen de profesionales para llevarlas a cabo”, argumentan.

Suscríbete para seguir leyendo