El Seprona de la Guardia Civil de Zamora investiga a una quesería de la provincia, Industrias Lácteas La Hiniesta SL, por vender como suyos varios quesos que en realidad, supuestamente, eran comprados a otras fábricas de la provincia de Zamora, en concreto comprados a la Quesería Antón Carrera y a Lácteas Reny Picot, en Fresno de la Ribera. Según la información que ha podido recopilar este diario de fuentes muy cercanas a la investigación, agentes del Seprona se personaron en las instalaciones de la empresa hace unos días acompañados de un veterinario para comprobar los hechos, denunciados días antes en la Comandancia de Zamora. “Es muy posible que se precinte la fábrica”, aseguran las mismas fuentes.
Son varias las marcas comercializadas por esta industria las que están en el foco de los investigadores. Una de ellas, el queso de cabra artesano comercializado bajo en nombre de “La Retama” con pesos de uno y medio kilo, blanco y al pimentón. También el “Flor de la Retama”. “Se trata de quesos producidos en otra quesería que una vez llegan a las instalaciones de la empresa con etiquetados y comercializados con el Código de Registro Sanitario correspondiente a Quesería La Hiniesta”, cosa ilegal. Aunque no es raro que una quesería manipule y envase los quesos de otra fábrica, el Código de Registro Sanitario debe siempre respetar al productor original, nunca cambiarse por el de la empresa que lo envasa. “Estás diciendo a la gente que tú fabricas un queso que no fabricas”, resumen las fuentes consultadas por este diario. Desde hace aproximadamente dos años, indican las mismas fuentes, la fábrica investigada “no produce ningún tipo de leche de cabra, ya que no se abastece de este tipo de leche”.
No es el único supuesto caso. El queso de mezcla de oveja, vaca y cabra sería también adquirido en otra quesería en variedades de tres kilos y manipulado después en La Hiniesta para ser comercializado en variedades de tres, uno y un cuarto de kilo, “siempre con el Código de Registro modificado”.
Los supuestos hechos se encuentran en estos momentos en investigación y, si los agentes de Seprona lo estiman necesario —como todo parece apuntar— serán remitidos al juzgado en próximas fechas. La denuncia refleja también otras supuestas irregularidades, como el vertido del suero necesario para elaborar los quesos a la red de saneamiento del pueblo y el supuesto manipulado del producto por parte de personas sin autorización, entre ellas, el propio denunciante.